El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, aseguró que la estrategia para combatir el robo de hidrocarburo se refuerza con la detección de personas o empresas que compran ilegalmente el combustible.
“Antes siempre nos concentrábamos en prevenir el robo, evitar el robo, que implica vigilancia, drones, todo el tipo de aparatos; ahora el nuevo elemento es tratar de inhibir la demanda, llegar a donde llega este combustible”, señaló.
En entrevista televisiva, González Anaya dijo que el combustible robado no se está vendiendo al menudeo, es decir, en las calles, sino que está llegando a gasolineras formales y a grandes empresas.
Reconoció que el fenómeno ha venido creciendo, sin embargo, señaló que el robo por toma está decreciendo, ya que el tiempo de reacción para detectar y cerrar fugas se mejoró.
“Hemos mejorado nuestro tiempo de reacción, pensemos que Pemex tiene 40 mil kilómetros de ductos, entonces sale que tienes una fuga en algún lugar, te tardas en llegar y a veces llegas y la comunidad no te deja pasar. Estamos trabajando en controlar mejor nuestra gestión volumétrica, cuánto sale del pozo, cuánto llega a la refinería, a la terminal, a la gasolinera”, señaló
El director de Pemex dijo también que algunos empleados podrían estar involucrados en el robo de combustible, pero descartó que “haya una estructura ni de la empresa ni del sindicato como organizaciones metidas”.
Añadió que se han redoblado las acciones de vigilancia con drones, aviones y con el apoyo de las fuerzas de seguridad para detectar fugas y así evitar el robo de hidrocarburo. Además, se monitorea el consumo anormal de los clientes.
González Anaya indicó que se trabaja de manera conjunta con autoridades federales para combatir esta práctica ilegal, sin embargo, señaló que “no es una cuestión ni de días ni de semanas, estamos tratando de una estrategia de mediano plazo, de meses” para que baje el robo de combustible en el país.
El mercado de gasolinas en México es de 700 mil millones de pesos, dijo, de los cuales 20 mil millones representan las perdidas de la ordeña ilegal, por lo que se aplicará todo el peso de la ley a quienes estén involucrados en esta actividad.
Por otro lado, señaló que la gasolina distribuida en la Ciudad de México es buena calidad y se ha mejorado con los años, por que descartó que el combustible sea una de las causas de la mala calidad del aire en el Valle de México.
Fuente: La Jornada