Los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), con su recién conformada cooperativa LF del Centro y la empresa Fénix, comenzaron operaciones en las centrales hidroeléctricas de Necaxa y Lerma, y este mes tendrán cinco de esas plantas generando energía, con las que abastecerán la zona centro del país.
En entrevista, el dirigente del gremio, Martín Esparza, señaló que ya recibieron 38 predios de los centros de trabajo que tenía la anterior Luz y Fuerza. Ahora, dijo, se está en una segunda fase de negociación para que se entreguen 25 naves industriales, en las que se fabricaban postes, tableros eléctricos y medidores, entre otros, las cuales serán reactivados.
Incluso ya suscribieron un convenio con el Instituto Politécnico Nacional, el cual será el encargado de toda la planeación y estrategia de las tareas de producción que llevará a cabo la cooperativa.
Según el dirigente, este año serán reinsertados laboralmente todos los trabajadores que no fueron liquidados y se mantuvieron en la resistencia; suman más de 15 mil.
Parque de generación
Ahora Generadora Fénix y la nueva cooperativa del SME ya tienen para su uso y aprovechamiento todo el parque de generación hidroeléctrica que tenía Luz y Fuerza del Centro. Con ello comenzó una transición energética para la ciudad de México y estados conurbados. La empresa generadora tendrá que ir por los permisos de suministro y comercialización, los cuales tramita ante la Comisión Reguladora de Energía.
En cuanto a la reinserción laboral, detalló que ya suscribieron un contrato colectivo de trabajo con la empresa Fénix y hay trabajadores contratados, incluso dados de alta ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, con todas las prestaciones.
Esparza explicó que en los 38 centros de trabajo desincorporados del Estado y las 25 naves industriales la cooperativa empezará operaciones. Ésta tendrá un esquema de alianzas, filiales y subsidiarias para hacerla rentable.
En estos primeros meses de 2016 el SME retomará reuniones con el socio inversionista para hacer un diagnóstico de las plantas, programas de obras y de inversión, ver la forma en que se van a repotenciar las hidroeléctricas, planear el mantenimiento inmediato a las fábricas que estuvieron abandonadas 6 años e iniciar los proyectos de nuevas plantas de ciclo combinado de mil 700 megavatios.
Fuente: La Jornada| Patricia Muñoz Ríos