Insiste en que los estados deben compensar menores recursos con mayor recaudación
El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, anticipó que en el paquete económico de 2018 se aplicará otro ajuste presupuestal para consolidar una trayectoria descendente de la deuda y déficit público.
En entrevista radiofónica el funcionario señaló que para compensar los gobiernos estatales tendrán que hacer un esfuerzo para recaudar más. Advirtió que pese a que la incertidumbre no ha terminado
estamos en el mejor momento, tanto por expectativas como por una economía que se ha validado como más robusta y fuerte.
Sobre el recorte presupuestal para 2018, explicó que será un presupuesto
que nos siga ayudando a abonar en materia de confianzay será seguramente un ajuste menor que los que se hicieron en los dos años previos.
En 2016 Hacienda recortó al gasto 132 mil 300 millones de pesos y en 2017 un monto por 239 mil 700 millones de pesos .
Meade Kuribreña afirmó que el déficit sería más pequeño de este año que el del año pasado y se comprometió un déficit para el cierre de la administración de 2.5 por ciento como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).
Mencionó que el ajuste es importante,
porque es el que nos permite que la trayectoria de deuda, como porcentaje del PIB, vaya cayendo. Si uno revisa el presupuesto, una parte muy importante, casi 30 por ciento se va para estados y municipios por la vía de aportaciones y participaciones, casi otro 30 por ciento se va para el pago de los intereses de la deuda y para las pensiones, más o menos 20 por ciento lo explica el IMSS, Pemex, CFE y el Issste.
Y eso quiere decir que el gobierno solamente tiene impacto sobre el último 20 por ciento, y sobre éste han gravitado dos ajustes que se han hecho a la fecha y seguramente el de el año que entra, y eso pone de relieve la necesidad de replantear si esa es la mejor estructura del presupuesto, afirmó.
Consideró que hay espacio para mejorar, por ejemplo, mediante la recaudación a nivel subnacional y dar más espacio al gobierno federal y sobre todo a obras que tengan presencia nacional en un presupuesto que tiene cada vez más un sesgo en beneficio de estados y municipios, que son importantes, que detonan también crecimiento y que generan empleo, pero que son a costa de proyectos que tienen un impacto más nacional, que son los que debían tener acento en el presupuesto.
Estimó poco probable que el próximo año haya un remanente en el Banco de México y explicó que para que hubiera se requiere que el tipo de cambio cierre el año por arriba más o menos de 20.50, escenario que hoy no se vislumbra.
Más adelante, durante su intervención en el Foro Forbes de Mujeres Poderosas, el funcionario destacó que el diálogo entre México, Estados Unidos y Canadá sará mejor que antes, y mencionó que entre las herramientas que México tiene para conseguirlo está toda la infraestructura en puertos, carretearas, oleoductos, gasoductos, además de ser el principal inversionista en Estados Unidos, y el primero o segundo socio comercial en 29 de los 50 estados de ese país.
La economía mexicana ha enfrentado un contexto sumamente complicado, no sólo en meses pasados, sino en años recientes. Solamente comparándonos con 2014, sin compararnos con el entorno que tuvimos en la anterior administración o a principios del siglo XXI, de 2014 a la fecha hemos perdido la producción de 300 mil barriles de crudo diarios, señaló.
En promedio comparados con la anterior administración hemos perdido 700 mil barriles diarios, que es lo que produce Colombia. Cada 100 mil barriles de producción de petróleo equivale en crecimiento a casi .3 por ciento del PIB, eso quiere decir que respecto del contexto del crecimiento estamos perdiendo capacidad de producción física en nuestra plataforma, eso de entrada nos hubiera condicionado a espera un mejor nivel de crecimiento, añadió.
Dijo que la afectación no es solamente por la reducción de la plataforma petrolera, sino por la caída en el precio del crudo, ya que a principios de 2014 estaba por arriba de 100 dólares, el promedio de 2014 fue de 85 dólares por barril y el promedio de 2016 fue de 35 dólares. México perdió 5 puntos del producto interno bruto de ingresos petroleros, pero con la reforma fiscal se recuperaron en ingresos tributarios y el país tiene salud en las finanzas públicas, aseguró.
El contexto nos quitó dos puntos de crecimiento respecto de lo que hubiéramos tenido si el contexto hubiera sido diferente. Variables como las de 2014 en 2016 hubiera representado crecimientos de 4.6 4.8 y 4.7, cuando lo que se observó fueron 2.4 parejos en los pasados tres años”
Fuente: La Jornada