domingo, 18 de junio de 2017

Ir mucho más rápido, sugiere la CNH en la apertura petrolera

  • El estrepitoso fracaso en la primera licitación todavía me causa pesadillas: Zepeda
  • Hay un cambio de enfoque en la Ronda 2: más bloques y de mayor tamaño
  • El gobierno otorgó preferencia al compromiso de inversión antes que a la regalía ofrecida al Estado

La batalla por 15 contratos de la próxima Ronda 2 de licitaciones petroleras de México tiene un valor estimado de 11 mil 250 millones de dólares, dijo Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el organismo regulador.
Los campos marinos a licitarse son seis veces más grandes que los de la primera convocatoria de la Ronda Uno, dijo Zepeda en entrevista con esta agencia.
Un total de 16 consorcios y 20 grandes compañías petroleras de Estados Unidos, China, Rusia, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, España, Holanda, Argentina, Colombia, Malasia e India competirán el lunes 19 por explorar y explotar yacimientos marinos en el Golfo de México, que podrían producir hasta 200 mil barriles de crudo al día y más de 80 millones de pies cúbicos de gas diarios, añadió.
Las petroleras extranjeras y privadas competirán por contratos con el Estado para la producción compartida de crudo y gas en yacimientos bajo el lecho marino de aguas someras, con tirantes de menores a 500 metros, cerca de las costas de los estados de Veracruz, Tabasco y Campeche (sudeste), en una área de casi 9 mil kilómetros cuadrados.
Zepeda adelantó que la extensión promedio de los 15 bloques es de 594 kilómetros cuadrados y la inversión estimada por cada bloque es de 750 millones de dólares, asumiendo éxito exploratorio.
En una industria global marcada por la incertidumbre tecnológica, asumiendo el éxito exploratorio en esos bloques, esos campos alcanzarían una producción de 200 mil barriles diarios de crudo y de 84 millones de pies cúbicos diarios, estimó.
Esa cantidad equivale a un incremento de 10 por ciento de la producción mexicana actual de hidrocarburos, señaló Zepeda.
México, décimo productor mundial de crudo, ha visto decrecer año tras año su producción desde 2004, desde un pico de 3.4 millones de toneles diarios, a niveles actuales de 1.92 millones este año 2017.
Las autoridades energéticas esperan que esas nuevas inversiones, sumadas a casi 60 mil millones de dólares en contratos firmados en dos años, revierta, por primera vez en 14 años, la tendencia negativa en 2018 y repunte hasta alcanzar los 2.2 millones de barriles diarios en 2020.
Lecciones de la apertura
A dos años de la primera licitación petrolera, en una industria que fue monopolio de Petróleos Mexicanos (Pemex) durante ocho décadas, la gran lección para México es que debe ofrecer a los inversionistas bloques más grandes y en mayor número, porque el potencial energético está allí, en los reservorios de hidrocarburos fósiles, dijo Zepeda.
En la Ronda Cero, Pemex eligió en solitario poco más de 80 por ciento de las reservas probadas (con 90 por ciento de éxito exploratorio y comercial) y 22 por ciento de los estudios prospectivos más prometedores.
El resto es la riqueza del Estado que la CNH somete a concursos de licitación y equivale a 112 mil 833 millones de petróleo crudo equivalente que deben ser explorados y desarrollados, describió el titular del ente regulador.
En otras palabras, en las cuatro licitaciones previas de la Ronda Uno, entre julio de 2015 y diciembre de 2016, sólo salieron a concurso cinco por ciento de esos recursos, dijo Zepeda.
Esto confirma que podemos ir mucho más rápido y aumentar la escala de inversión, observó.
México ha avanzado en el recorrido de su curva de aprendizaje, tras firmar 39 contratos de exploración y producción con compañías petroleras de todo el mundo.
Como resultado, han desembarcado en el país 49 empresas de 14 países y 25 nuevas petroleras mexicanas, que son principalmente las que están relacionadas a la contratación de campos terrestres maduros.
De la Ronda Uno, los principales aprendizajes y mejoras en las licitaciones tienen que ver con la evolución global de la industria, explicó Zepeda.
Las variables para competir y ganar una licitación son fijadas por el gobierno por conducto de la Secretaría de Hacienda y no son atribución de la CNH.
Dos factores determinan al ganador de cada puja: la regalía que la petrolera ofrece pagar al Estado y el compromiso de inversión. En una fórmula compleja de porcentajes, mecanismos de medición y desempate, cada oferta depositada y abierta alcanza un puntaje promedio ponderado.
En concursos públicos, el consorcio o empresa que obtenga el mayor puntaje gana la licitación a la vista de todo el mundo.
El aprendizaje es que en las primeras licitaciones la ponderación del puntaje estaba muy cargada a la regalía ofrecida al Estado y el compromiso de inversión pesaba muy poco, reconoció Zepeda.
El estrepitoso fracaso del debut de México en la primera licitación de la Ronda Uno, en julio de 2015, cuando solo 15 por ciento de los contratos fueron licitados todavía me causa pesadillas, bromeó.
Pero en la cuarta licitación de contratos en aguas profundas del Golfo de México, en diciembre del año pasado, el gobierno otorgó mayor ponderación relativa al compromiso de inversión, antes que a la regalía ofrecida al Estado, explicó.
Ese fue un gran movimiento en la dirección correcta, se trata de recibir mayor regalías, pero también una tajada de un mayor pastel, dijo.
El monto de las inversiones fue de más 34 mil millones de dólares firmados con las grandes petroleras en marzo de este año.
El resultado fue que ocho de 10 campos exploratorios licitamos fueron asignados, un 80 por ciento de éxito.
Además, se encontró un socio para Pemex en el prometedor campo Trión, el primer contrato en el que la estatal Pemex comparte sus derechos adquiridos en la Ronda Cero con la australiana BHP Billiton, por otros 11 mil millones de dólares.
Pero el mayor cambio en el enfoque es que México debe ofrecer más bloques y de mayor tamaño, enfatizó.
Mejor exploración y mayor tamaño
Otra decisión crucial para mejorar el entorno de competencia abierta fue que la CNH dio permisos en 2015 para que empresas privadas realizaran estudios adicionales de exploración sísmica, para conocer con precisión el lecho marino de las aguas territoriales de México.
Las empresas que mapean el lecho marino y los campos terrestres han invertido desde 2015 más de 2 mil millones de dólares, detalló Zepeda.
El método para tomar las decisiones fue comparar a México, que licitó en la Ronda Uno alrededor de 30 mil kilómetros cuadrados, con Estados Unidos, Brasil y Colombia.
Brasil en su ronda más reciente ofertó una extensión de 125 mil kilómetros cuadrados, cuatro veces más que México en dos años. Colombia ofreció 172 mil 426 kilómetros cuadrados y Estados Unidos abrió en su última ronda 275 mil 500 kilómetros cuadrados de sus aguas territoriales, es decir, más de nueve veces lo que ofreció México en cuatro convocatorias de la Ronda Uno en casi dos años, dijo.
Así, el próximo lunes, México será escenario de un duelo de gigantes:
Lukoil, LLC RN-Shelf South, China National Offshore Oil, Chevron, ConocoPhillips, DEA Deutsche Erdoel, Ecopetrol, ENI, Hunt Overseas, Inpex, Murphy, Noble, ONGC Videsh, Ophir, Pan American Energy, PC Carigali, Pemex, Repsol, Shell y Total.
Fuente: La Jornada