El Partido Acción Nacional (PAN) trasladó al Congreso de la Unión la pugna por la elección de su candidato presidencial.
La confrontación entre las facciones de Felipe Calderón y Ricardo Anaya llegó hasta la tribuna de la Cámara de Diputados e impidió por primera vez la entrega formal del Informe de gobierno de Enrique Peña Nieto –el quinto– y, en lo que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) definió como
un descarado chantaje, evitó la elección de la nueva mesa directiva.
Temporalmente, conforme a los cálculos del PRI. El coordinador César Camacho Quiroz atajó:
El martes, con, sin y a pesar del PAN, Jorge Carlos Ramírez Marín será presidente de la cámara.
El encono entre los dos grupos blanquiazules se centró en la figura de Ernesto Cordero Arroyo –amigo de Calderón–, recién electo presidente del Senado sin el consentimiento de Anaya, pero con el aval del tricolor, que rechazó las propuestas del dirigente panista y facilitó la designación del ex secretario de Hacienda.
Provocador ante los priístas, desde la tribuna, el coordinador de los diputados panistas, Marko Cortés, amenazó con no aprobar la integración de la mesa directiva, que había suscrito la víspera en la Junta de Coordinación Política, hasta que el Senado deseche al procurador Raúl Cervantes como nuevo fiscal.
¡Chantaje, chantaje!, exclamaron los priístas desde sus curules.
A esa postura, que evidenciaba el conflicto del panismo, se sumaron los perredistas e incluso Movimiento Ciudadano, que compartió con la derecha las mismas cartulinas en las que se leía
#NoAlFiscalCarnal. Desde el Bronx, los priístas reclamaron a ambos partidos, que se vindican de izquierda:
¡Con cuánto los arreglaron!
En el discurso, Marko Cortés sostuvo que la condición del PAN a votar la nueva mesa directiva es para evitar la continuidad de Raúl Cervantes, pero la esencia de la postura blanquiazul se evidenció con el mensaje que Santiago Torreblanca escribió en una cartulina.
Con ésta subió hasta la mesa directiva y se colocó a un lado de Cordero y extendió sobre éste, las letras en negro y una flecha:
Aquí el traidor. Y para la historia: los priístas que en el sexenio anterior reclamaron las políticas económicas de un secretario de Hacienda que consideró que una familia podía vivir con 6 mil pesos al mes, pagar colegiaturas y hasta comprar un automóvil, ayer lo vitorearon:
¡Cordero, Cordero, Cordero!
El priísmo declaró ayer a Ricardo Anaya
traidor y parricida, pero el panismo describió la idea de que, quien configura la imagen del engaño en su partido, es Cordero, de la mano de Calderón. La diputada Cristina Jiménez subió a la tribuna con su propia cartulina, color naranja:
Cordero Iscariote.
Los partidos de oposición, PAN, PRD, Morena y Movimiento Ciudadano, reprocharon al presidente Enrique Peña Nieto pretender imponer a Raúl Cervantes como fiscal general de la República “para ocultar la impunidad y la corrupción, los miles de asesinatos y desaparecidos, Tlatlaya, Ayotzinapa…”
Pero la sustancia del debate se encontró en el diferendo panista, que agravó la crisis en la relación entre el poder Ejecutivo y el Legislativo, así como entre los partidos políticos.
La víspera, la mesa directiva que todavía encabeza Guadalupe Murguía (PAN) declaró un receso y convocó a la sesión para aprobar la nueva integración de ese órgano de dirección legislativa a las tres de la tarde.
Sin embargo, para esa hora no se configuró un acuerdo entre los partidos, producto del conflicto interno del PAN, y el Presidente decidió que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, no se presentara a entregar, como ocurre desde 2008, el Informe.
De forma inédita, la caja con el documento, los anexos y el oficio de Peña Nieto fueron entregados por el subsecretario de Enlace Legislativo, Felipe Solís Acero, al secretario general de la Cámara de Diputados, Mauricio Farah.
Cambios al
Día del Presidente
Si en 2006, tras el conflicto poselectoral, Vicente Fox Quesada no pudo ingresar al recinto legislativo, en 2007, Felipe Calderón rompió el acuerdo entre las bancadas para que el Presidente sólo se presentara sin emitir un mensaje a entregar el texto y ese lance derivó en una reforma para que el Ejecutivo únicamente enviara el Informe por escrito.
Así, en 2008 y por primera vez en la historia, un secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo, llegó a la Cámara y cumplió con el protocolo. Entonces, en sólo ocho minutos se dio el trámite que terminaba formalmente con el Día del Presidente, pero ayer el acto se redujo a un solo minuto.
Solís Acero, quien llegó con una caja blanca en el brazo izquierdo, dijo a Farah:
Por instrucciones del Presidente y a efecto de dar cumplimiento al artículo 69 de la Constitución, hago entrega y por su conducto de los documentos relativos al quinto Informe de gobierno.
Farah se comprometió a entregarlo
de inmediatoa la mesa directiva. La caja blanca llegó hasta las oficinas de Guadalupe Murguía en manos de un propio.
Ramírez Marín sostuvo que la Constitución sólo prevé que el Informe se entregue al Congreso de la Unión,
pero no define a un personaje en particular.
Murguía convocó a sesión ordinaria para el martes, el día que vence el plazo definido en la Ley Orgánica del Congreso para que continúe en funciones la actual mesa directiva. Camacho Quiroz cerró:
Si (PAN, PRD y MC) nos quieren llevar al extremo, verán decisiones donde con ellos, sin ellos y a pesar de ellos van a ocurrir.
Fuente: La Jornada