Parado, proyecto iniciado por Torre Cantú
Tampico, Tamps. Pescadores que habitan en 11 ejidos de la ribera del río Tamesí, en el municipio de Altamira, se manifestaron frente a las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Tampico para exigir suministro de energía, servicio del que han carecido siempre.
Los manifestantes, quienes tuvieron que trasladarse más de una hora para llegar al centro de Tampico, solicitaron que el gobernador, el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, haga las gestiones necesarias ante la CFE para que les brinden el servicio.
Recordaron que en el sexenio pasado el entonces gobernador priísta Egidio Torre Cantú ordenó la instalación de unas 300 plantas generadoras de energía para abastecer a las comunidades Mata de Labra, Martín A. Martínez, Llano Grande y Mata del Corral, entre otras que se encuentran en la margen del río Tamesí; la inversión fue superior a 6 millones de pesos; sin embargo, la CFE todavía no hace las conexiones.
Son más de 500 familias que radican sobre la margen del río Tamesí y la CFE no instala la luz. Los alimentos que usted come en un restaurante los pescamos nosotros, pero nuestras familias están pasando hambre y sufriendo picaduras de moscos, comentó Toribio Cruz González, vocero de la Asociación de Productores del Sector Social y Privado.
Nosotros nos estamos muriendo de hambre; la comida se nos echa a perder. Hace mucho más calor que antes, aseguró una residente.
Funcionarios de la CFE se comprometieron a revisar qué sucedió con el proyecto emprendido en el sexenio anterior para volver a ponerlo en marcha a la brevedad posible.
Altamira es uno de los municipios de mayor extensión de Tamaulipas; junto con Tampico y Ciudad Madero integra una de las zonas metropolitanas de México, pero la administración municipal, encabezada por Alma Laura Amparán, no hace caso a sus habitantes, denunciaron los inconformes.
¿Por qué cree que estamos aquí? Nadie nos recibe ni ayuda allá (en Altamira), dijo Alberto, uno de los pescadores participantes en la manifestación.
Fuente: La Jornada