La reducción en los niveles de pobreza durante 2016, dados a conocer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), pueden explicarse por las bajas tasas de inflación y la homologación del salario mínimo en todo el país durante el periodo en que ambos organismos levantaron su encuesta.
Sin embargo, “preocupa que, siguiendo este razonamiento, los niveles de pobreza hayan vuelto a aumentar en 2017 y posiblemente en 2018”, por el repunte de la inflación que en agosto pasado llegó a 6.6 por ciento, la más alta en 16 años, y que afectará el poder adquisitivo de las familias, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
Pese a que los reportes del Inegi y Coneval mostraron mejoras en varios de los indicadores de la medición de la pobreza en el país, el organismo insistió que siguen siendo elevados los niveles de desigualdad económica en el país.
Consideró que los dos principales factores para reducir la pobreza son mantener la inflación baja y la creación de empleos, pero también señaló que el gasto público debe aplicarse con eficiencia en las prioridades del país.
El Ceesp destacó que los mecanismos públicos para reducir la desigualdad en México han tenido poca incidencia y consideró que hay una política fiscal regresiva y programas sociales poco eficientes.
Explicó que con programas de transferencias gubernamentales, el coeficiente Gini – utilizado para medir el grado de desigualdad de la distribución del ingreso en una escala de 0 a 1, donde éste último número refleja mayor desigualdad–, los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pasaron de tener un valor de 0.476 puntos a 0.282 puntos como promedio.
Sin embargo, en el caso de México, las transferencias económicas (como los subsidios del programa Progresa) no han tenido mucho impacto porque con ellas el país sólo ha alcanzado 0.448 puntos contra 0.499 puntos registrados antes de dichas transferencias, es decir apenas una reducción de 0.051 puntos.
Si bien el Ceesp mencionó que tanto la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2016 (ENIGH) que levanta el Inegi como el Módulo de las Condiciones Socioeconómicas del Coneval proporcionan información muy detallada sobre las condiciones de las familias mexicanas, sus ingresos, egresos, ocupación, condiciones de infraestructura y equipamiento de sus viviendas, recordó que por la actualización metodológica que se llevó a cabo queda limitado el análisis en su tendencia histórica.
Elogió que el Inegi haya ampliado la encuesta de 20 mil a 81.5 mil familias y recordó que los resultados arrojaron que el 64.3 por ciento de los ingresos provienen del trabajo, pero mientras en los hogares más pobres o del primer decil el ingreso promedio por trimestre fue de 8 mil 166 pesos, en los hogares más ricos o del décimo decil fue de 168 mil 855 pesos, es decir 21 veces más.
Fuente: La Jornada