Ciudad de México. Cientos de personas viven en zozobra ante el riesgo que una torre de alta tensión caiga sobre sus casas, al ampliarse las fracturas que tenía con el sismo con magnitud se 7.1, que sacudió a la Ciudad de México, el martes pasado.
Ana María Méndez, del comité de atención de la colonia Santa Cruz Meyehualco, en Iztapalapa, explicó que su afectación dejaría sin energía eléctrica también a 64 de colonias del sur de la capital.
Se trata, dijo, de la línea de alta tensión Santa Cruz-Topilejo, con "mayor energía, pues transporta 400 mil voltios, cuando el promedio es de 223 mil; y de caer la torre 12, jalaría la 11 y 13, con un efecto dominó en las 43 instaladas".
Los sismos registrados los días 7, 19 y 23 provocaron que tres de las cuatro patas de la torre de 40 toneladas se fracturaran y ésta esté en riesgo de colapsar y se cierre la vialidad Santa Cruz o avenida 12, que divide a Santa María Aztahuacan.
Ello, debido a que las torres fueron colocadas en zigzag sobre dicha avenida sobre las dos colonias, lo cual es aprovechado por dueños de un restaurante y taller mecánico como estacionamiento; así como para vender autos usados, quienes se oponen a que sean colocadas de manera lineal sobre el camellón.
Personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), explicó, pusieron tensores en 12 tambos llenos de cementos para sostener la torre, pero "esos tirantes no van a soportar 40 toneladas y de caer la torre miles de personas resultaríamos afectadas, porque son muy altas".
El problema, comentó, se arrastra desde 2011 y ninguna autoridad local, federal y delegacional ha actuado, cuando la misma CFE lo ha recomendado y realizaría los trabajos por la noche para evitar afectaciones viales, pues se intervendría una vía primaria.
Dichas labores, se comprometió la comisión ante notario público, no afectaría escuelas, negocios, banquetas o guarniciones; sin embargo, la dueña de un restaurante que utiliza la vialidad como estacionamiento y “quien se dice familiar de la delegada Dione Anguiano ha impedido se lleven a cabo”.
El argumento esgrimido entre algunos habitantes de las colonias afectadas es que “les van a expropiar su casa, lo cual está alejado de la verdad, pues se trata de cambiar estructuras antiguas y peligrosas, por nuevas y alinearlas en el camellón”, indicó.
Mencionó que se cuentan con 300 firmas de vecinos a favor de la obra, pero requieren que las autoridades delegacionales y del gobierno de la ciudad de México la apoyen, pues “de caer esa torre, cientos de personas moriríamos, se dañarían muchas casas y quedaría sin luz el sur de la ciudad”.
Fuente: La Jornada