Ciudad de México. En Iztapalapa la crisis de abasto de agua ya afecta a un millón y medio de habitantes, cerca del 75 por ciento del total, en 245 colonias de la demarcación, debido a las 800 fugas del líquido causadas por los sismos del 7, 19 y 23 de septiembre, informó la jefa delegacional, Dione Anguiano Flores.
Ante esta situación, las pipas de la delegación, particulares - rentadas por su gobierno - y 18 enviadas por la Comisión Nacional del Agua, trabajarán las 24 horas del día, el tiempo que sea necesario, para atender la demanda del líquido; se espera que el tanque de La Caldera, uno de los tres que abastecen la demarcación, quede reparado este domingo, para lo cual se sumarán empresas particulares a la reparación de fugas.
La distribución del líquido se realiza sin ninguna distinción, a fin de atender la necesidad de la población, afirmó Anguiano en una reunión con vecinos de cerca de 20 colonias como San José Aculco, Cananea, El Molino y La planta, entre otras y tras un recorrido por la zona de grietas, dónde se ubican las colonias como Ejército de Oriente, Ermita, Santa María Aztahuacan, Santa Marta Acatitla Sur, Ampliación Santa Martha, El salado, La Concordia, donde también se registraron afectaciones.
Sin embargo, habitantes de Iztapalapa cerraron Eje 5 y Periférico, porque la delegación está condicionando la entrega de agua, denunciaron.
Las pipas las están dando sólo a sus operadores políticos, señalaron habitantes de colonias como Cananea, Polvorilla, Desarrollo Urbano Quetzalcoatl y Unidad Habitacional Vicente Guerrero.
La delegada explicó que la crisis de agua deriva de las fugas, que afectan también a los tres principales tanques, La Caldera, Jaltepec y el del Cerro de la Estrella, que abastecen a la demarcación y que han estado fuera de servicio, así como la falta de operación 68 pozos.
A ello se suman las afectaciones en materia de vivienda unifamiliar y multifamiliar, escuelas, vialidades, agua, drenaje y energía eléctrica, entre otras, por lo que ya fue declarada como zona de desastre y sus habitantes tendrán acceso a los recursos del Fondo de Desastres, de carácter federal, para la reparación y reconstrucción de casas, según sea el caso, de la red de agua y drenaje y de las viales que se agrietaron.
La situación es dramática para miles de familias que tienen en riesgo su único patrimonio, que es su vivienda, por lo que requieren una gran cantidad de ayuda, pues de cerca de ocho mil viviendas que resultaron afectadas en distintos grados por los sismos, se calcula que tres mil deben ser demolidas por representar un riesgo para sus propietarios u ocupantes.
Frente a esta situación llamó a las personas que tienen daños en sus casas a inscribirse en el programa de reconstrucción de vivienda del Fonden, para lo cual tienen que integrarse el censo que ya levanta personal de la Delegación, que debe quedar concluido a la brevedad para que los inmuebles sean revisados por especialistas de la Delegación, quienes emitirán un dictamen sobre el grado de afectación, lo cual daría a los propietarios acceso a apoyos de entre 5 mil 500 y 80 mil pesos.
En el caso de los propietarios de viviendas que sean dictaminadas como de pérdida total, pueden acceder a un apoyo de renta de tres mil pesos mensuales por tres meses y a un crédito para autoconstrucción, siempre y cuando desalojen la vivienda y permitan la demolición para iniciar de inmediato la nueva edificación.
El objetivo, enfatizó la Jefa Delegacional, es que pronto se resuelva el problema de las casas habitación dañadas y pronto los afectados cuenten con las reparaciones o con una nueva, según sea el caso, para no generar campamentos de damnificados que tarden décadas en recibir su nueva morada, como ocurrió tras el terremoto de 1985.
Mencionó que hay 127 escuelas con daños, por lo que la próxima semana se mantendrá suspensión de clases y sólo reanudarán actividades los planteles que cuentan con un dictamen escrito de que pueden ser utilizadas.
Por ello, exhortó en cada colonia a los vecinos a mantener una estrecha coordinación con las autoridades, a actuar con tranquilidad y corresponsabilidad para superar esta situación inédita en Iztapalapa.
Fuente: La Jornada
