Madrid. En el tercer aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, las calles en las inmediaciones de la embajada de México en Madrid se llenaron de fotografías con los rostros de los profesores normalistas y con mensajes que advertían que su ejecución había sido obra del “Estado mexicano” por “pensar y enseñar a pensar”.
El acto también sirvió para homenajear y rendir tributo a las víctimas mortales y a los miles de damnificados por los temblores recientes en México.
Desde el año 2014 la fecha del 26 de septiembre es un día en el que colectivos de defensa de los derechos humanos y de algunas asociaciones de ciudadanos mexicanos residentes en España reclaman a las puertas de la sede diplomática de México en Madrid justicia y verdad.
Aquel día fueron desaparecidos 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y desde entonces se sigue reclamando que se abra una investigación independiente y que se ponga fin a la impunidad y a la falta de información de las familias afectadas.
En la concentración pacífica, alrededor de un 50 personas lamentaron que se cumpla un aniversario más, el tercero, sin que se haya avanzado en la investigación.
Tras danzar durante una media hora bailes prehispánicos, jóvenes, niños y ciudadanos españoles y mexicanos fueron depositando a lo largo de la calle Carrera de San Jerónimo, donde está situada la embajada de México y el Congreso de los Diputados de España, las imágenes de los rostros de los estudiantes y veladoras rojas en señal de duelo. También mensajes de que en México “se asesina por pensar y por enseñar a pensar”.
La activista española Lola Sepúlveda explicó que “hoy es un día en el que recordamos que hace tres años desaparecieron 43 estudiantes. Fue el Estado. Y a él es al que tenemos que reclamarle que nos diga dónde están y que nos los presenten con vida”.
Después leyeron una carta de los familiares de los normalistas en la que reclamaron que en este aniversario de Ayotzinapa se dediquen a homenajear y a recordar a los afectados y víctimas de los temblores, al reclamar también una actuación diligente en las zonas y edificios más afectados para que se rescate con vida al mayor número de personas posible.
A continuación se dio lectura al poema Con el puño en alto, del escritor mexicano Juan Villoro y que escribió a propósito del temblor de 1985 y que hace referencia a la señal de las brigadas de rescate para reclamar silencio ante la creencia de que podría haber alguien con vida.
Finalmente se leyó el comunicado del Congreso Nacional Indígena a propósito del tercer aniversario, en el que señalaron que “los compañeros normalistas siguen desparecidos y el Estado no ha hecho mas que apostar al olvido y al desprecio a la memoria. En la destrucción está su apuesta, y desde las ruinas nosotros, nosotras, reconstruimos la consciencia, la esperanza y un nuevo mundo”.
Y advirtieron que ante esta situación de pasividad del Estado mexicano “convocamos a todas y todos los que somos el pueblo de México, de los pueblos, barrios, naciones y tribus originarias, a los pueblos no indígenas que estamos en el campo y las ciudades, a no parar en la lucha por traerlos de regreso a casa y que los culpables sean castigados”.
Después de la concentración se llevaron a cabo diversas charlas y se proyectaron documentales en el centro cultural La ingobernable, donde además se vendieron productos mexicanos con el objetivo de destinar los fondos a los damnificados de los temblores.
Fuente: La Jornada