lunes, 23 de mayo de 2016

Nauseas, comezón, olor a huevo podrido: en Nayarit conocen lo peor del “progreso” energético

Ubicado al sur de Nayarit, sobre el eje transversal volcánico, el municipio de San Pedro Lagunillas es el primer sitio en México donde se instala una empresa privada para la explotación de la tierra para generar electricidad. Con una inversión de 2 mil 600 millones de pesos Geotérmica para el Desarrollo —dependencia de Grupo Dragón, filial de Grupo Salinas, propiedad de Ricardo Salinas Pliego—, podrá comercializar la energía de este tipo durante 30 años según la concesión otorgada y anunciada por el gobierno mexicano el 3 de noviembre de 2015. El proyecto consiste en perforar 18 pozos con la técnica de la fracturación hidráulica.
Desde 2011, en San Pedro Lagunillas, Nayarit, comenzó el primer proyecto geotérmico con capital privado para generar energía eléctrica, sin que se informara a los campesinos de la zona. Foto: VICE.com

El aroma a huevo podrido que se respira todas las mañanas en San Pedro Lagunillas contrasta con la paz de este silencioso pueblo de 3 mil 600 habitantes. Aunque esa tranquilidad se irrumpe por las noches y a distintas horas del día cuando las turbinas del Parque Geotérmico Domo de San Pedro, situado a 500 metros de la laguna de Balbuena, comienzan a trabajar.

Ubicado al sur de Nayarit, sobre el eje transversal volcánico, el municipio de San Pedro Lagunillas es el primer sitio en México donde se instala una empresa privada para la explotación de geotermia (calor de la tierra para generar electricidad). Con una inversión de 2 mil 600 millones de pesos Geotérmica para el Desarrollo —dependencia de Grupo Dragón, filial de Grupo Salinas, propiedad de Ricardo Salinas Pliego—, podrá comercializar la energía geotérmica durante 30 años según la concesión otorgada y anunciada por el gobierno mexicano el 3 de noviembre de 2015. Sin embargo Grupo Dragón en su página de internet publica que la fase 1 del proyecto inició operaciones en febrero de 2015 y la fase 2 en mayo de 2016.

El proyecto consiste en perforar 18 pozos con la técnica de la fracturación hidráulica o fracking (técnica que consiste en perforar a más de 2 mil 500 metros de profundidad, inyectando sustancias químicas a altas presiones en el subsuelo, fracturando las estructuras rocosas para liberar los hidrocarburos atrapados en ellas y que tiene por objetivo extraer gas, petróleo y energía geotérmica), de los cuales hasta ahora solamente hay cinco en funcionamiento. Debido a la emanación de ácido sulfhídrico, uno de los gases liberado cuando se perfora la tierra a esa profundidad, habitantes de San Pedro comenzaron a tener afectaciones en la salud como ardor en los ojos, dolor de cabeza, náuseas y comezón en la piel desde la llegada del proyecto geotérmico a sus tierras.

“Un día en 2010 llegaron unas personas identificándose como trabajadores de Grupo Dragón a querer comprar las tierras cercanas al volcán, justo a un costado de la laguna de Balbuena”, declaran Gilberto Gómez Tinajero, ex regidor del XXXIV Ayuntamiento de esta municipalidad, y el ejidatario Gustavo Reyes. Los ejidatarios se opusieron rotundamente; sin embargo para septiembre de 2011 la dirección de Obras Públicas del municipio otorgó a Grupo Dragón la licencia de uso de suelo de más de 30 mil metros cuadrados, a pesar de la oposición de pobladores y campesinos, quienes dirigieron un documento en ese mismo año solicitando a las autoridades y representantes información sobre el proyecto “perjuicios y beneficios para el pueblo, daños al ecosistema: agua, animales, vegetación”. Cinco años después nadie les ha dado una respuesta.
José Gómez, el mayor de 5 hermanos, se queja del mal olor durante el día cuando trabaja en el campo. Foto: VICE.com
José Gómez, el mayor de 5 hermanos, se queja del mal olor durante el día cuando trabaja en el campo. Foto: VICE.com

Fuertes vientos refrescan la tarde de 30 grados en San Pedro, cuando Gómez Tinajero se dirige a su parcela, donde se alcanza a ver a los lejos la laguna y a un costado una nube de vapor blanco que se esparce por el cielo, camina dos kilómetros a paso acelerado cargando un costal de pastura para alimentar a sus animales, se detiene un instante y señala las torres donde la salida del vapor blanco es constante, “todos esos gases que no se ven, son los que nos están dañando”.

Gil como le llaman algunos, aumenta su tono de voz cuando dice “esa planta llegó a base de puros engaños y promesas. Según darían trabajos a gente de San Pedro, ¿pero que clase de empleos?” El Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, declaró con relación a los beneficios de la planta geotérmica “se prevé la creación de 650 empleos”. Él no fue el único que prometió cosas a los pobladores, también la empresa Dragón en sus primeros acercamientos con la gente aseguró empleos y “energía eléctrica gratis en el pueblo”, aunque ellos no tienen la facultad de dar ese servicio a la comunidad.

Por sus conocimientos en etnobotánica, Gómez Tinajero trabaja en la creación de un herbario en su comunidad. Durante los dos kilómetros de recorrido por su parcela puede dar el nombre y uso de las plantas que a su paso va encontrando. Bajo un árbol repleto de orquídeas se detiene, “aquí tenemos todo y esa planta vino a destruirlo. Un campesino aquí trabaja siete horas en el campo y gana 200 pesos al día. En la planta me parece les pagan 200 pesos por 12 horas de trabajo”.

Con más de 60 años viviendo en el pueblo, Gustavo Reyes Munguía, actual integrante del comisariado ejidal, dice: “Exijo a las autoridades vengan y nos expliquen ese proyecto. La empresa dijo que era la energía más sana, pero yo no veo ningún beneficio. Al contrario, nos está perjudicando. Dijeron que darían empleos a la gente, pero de qué nos pueden dar trabajo si para los puestos grandes se requiere preparación”. Actualmente, alrededor de diez habitantes de San Pedro trabajan en la planta; tres de ellos son veladores (al buscar una entrevista con ellos, se negaron). “Ninguno de los que trabajan en la planta dice algo. Ellos son mudos, ciegos y sordos. No sé si tengan miedo de hablar o estén amenazados”.
Gilberto Gómez Tinajero campesino de San Pedro y ex regidor, está en contra del proyecto Domo San Pedro por ser causante de enfermedades mortales y destructor de ecosistemas. Foto: VICE.com
Gilberto Gómez Tinajero campesino de San Pedro y ex regidor, está en contra del proyecto Domo San Pedro por ser causante de enfermedades mortales y destructor de ecosistemas. Foto: VICE.com

DAÑOS AL ECOSISTEMA

A tan solo cuatro kilómetros del pueblo de San Pedro Lagunillas, dentro de los más de 30 mil metros cuadrados que abarca el proyecto geotérmico se encuentra la laguna de oxidación, una laguna artificial donde se concentra el agua residual mezclada con sustancias tóxicas, que por medio de filtros se “limpia” para dejar libre de químicos el 70 por ciento de esa agua contaminada y regresarla al medio ambiente. Debido a que se encuentra al aire libre, ésta pone en riesgo la salud y ecosistema de la región. “Los metales pesados son arrastrados por los vientos; las sales quedan atrapadas en tierras agrícolas produciendo variación en el PH de los suelos; hay alteración en la calidad del aire que provoca incomodidad para realizar actividades cotidianas; perjudican el sistema nervioso. Inhalar constantemente ácido sulfhídrico genera toxicidad y consumir agua o alimentos que contengan metales pesados provoca cáncer”, apunta una investigación de especialistas en geofísica y geoquímica de la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma de Nuevo León y la Universidad Autónoma de San Luis, quienes apoyan a campesinos del sur de Nayarit contra las plantas geotérmicas y por cuestiones de seguridad prefieren permanecer en el anonimato.

Durante un recorrido por la Plaza de Los Mártires en el centro de San Pedro Lagunillas, aunque pocos se atreven a hablar, los pobladores mostraron preocupación por los daños que pueda causar la planta a los ríos, lagos, mantos freáticos e incluso la playa de Bahía de Banderas, ubicada en el océano Pacífico, en los límites de Nayarit y Jalisco. De acuerdo con los habitantes, las aguas residuales que produce la empresa Dragón son arrojadas al arroyo El Muerto, que conecta con el Río Tititeco para después unirse al Río Ameca y por último desembocar en el Pacífico.

A pesar de la alta toxicidad de los gases que emanan de los pozos en funcionamiento, el riesgo a la salud y ecosistema; la SEMARNAT publica “no se requiere una manifestación de impacto ambiental” en su oficio S.G.P.A./D.G.I.R.A./D.G./6025. Mientras se escuchan los cantos de los pájaros, un campesino inclina su sombrero hacia atrás y cuenta “Un vecino me habló de varios abortos que han tenido sus vacas en este año. Entre los animales hay abortos pero no es normal que de 20 vacas malparen tres en un año”. La situación lo alarma porque es la primer vez que sabe de eso en más de 40 años que habita en el pueblo.

De acuerdo con un estudio químico y geológico elaborado por la Universidad Autónoma de Baja California, la contaminación de una planta geotérmica puede provocar en humanos: malformaciones, abortos, alergias, cánceres, asma, además de una alta contaminación auditiva. También causa efectos negativos en tierras agrícolas, crianza y nacimiento de ganado. “El problema se intensifica cuando las fuertes corrientes de aire esparcen metales pesados en los campos de cultivo. Una especie de brisa salitrosa cubre constantemente la tierra, lo que provoca abortos en el ganado e incluso la muerte”, señala.
El Domo San Pedro se encuentra a escasos 4 kilómetros del pueblo, rodeado de tierras de cultivo la planta opera desde el 2011 a pesar que fue hasta 2014 cuando obtiene una concesión de 30 años para explotar la zona. Foto: VICE.com
El Domo San Pedro se encuentra a escasos 4 kilómetros del pueblo, rodeado de tierras de cultivo la planta opera desde el 2011 a pesar que fue hasta 2014 cuando obtiene una concesión de 30 años para explotar la zona. Foto: VICE.com
Los contaminantes que emanan las plantas geotérmicas provocan alteraciones al PH de la tierra. Foto: VICE.com
Los contaminantes que emanan las plantas geotérmicas provocan alteraciones al PH de la tierra. Foto: VICE.com

SEIS MUNICIPIOS INCONFORMES

Eran los primeros días de marzo pasado cuando a unos 20 kilómetros de San Pedro, en El Ocotillo, municipio de Santa María del Oro, llegó maquinaria de la empresa Mexxus Drilling International S. de R.L de C.V., justo frente a la escuela del pueblo y sin avisar a la comunidad comenzaron a trabajar. Fue cuando los lugareños, después de no encontrar respuesta con los “representantes de la empresa”, buscaron una explicación de las autoridades municipales acerca del nuevo proyecto geotérmico ubicado frente a la escuela del pueblo. La información aún no llega.

Con los antecedentes de las geotérmicas en San Pedro Lagunillas y Cerro Prieto en Baja California de las consecuencias a la salud y al medio ambiente, pobladores de los municipios de Jala, Santa María del Oro, Ahuacatlán, Ixtlán del Río, Amatlán de Cañas y San Pedro Lagunillas, realizaron el pasado 14 de abril una protesta en Tepic, capital del Nayarit, frente al Congreso del Estado oponiéndose a lo que ellos denominaron “Proyecto de Muerte”, que consiste en perforar pozos para explotación de energía geotérmica en estos seis municipios del sur de Nayarit.

Ante la falta de información de las autoridades que explique cuales son las afectaciones a la salud y al medio ambiente que produce este proyecto geotérmico, un grupo de inconformes de los distintos municipios afectados se reunió con legisladores quienes dijeron “desconocer y no tener información del proyecto”, aunque desde 2011 existen documentos en el Estado de Nayarit donde se avala la exploración de energía geotérmica en el sur del Estado y otros permisos otorgados apenas un mes antes de la reunión.

Entre los diputados que estuvieron presentes en la reunión con los campesinos se encontraba José Ramón Cambero Pérez del Partido Acción Nacional, que preside la Comisión de Ecología y Protección al Medio Ambiente. Con referencia a los proyectos geotérmicos en el sur de Nayarit, en entrevista exclusiva para VICE, comentó que “hay antecedentes de algunas enfermedades respiratorias a causa de los olores que se producen”, y que pretenden iniciar una investigación de los riesgos, daños a la salud y el ambiente. A pesar que desde 2011 hay reclamos de campesinos contra los proyectos geotérmicos, Cambero Pérez pareciera ignorar donde se instalarán los proyectos geotérmicos de su estado al afirmar que “algunos comentan en las faldas del volcán Ceboruco, en el Ocotillo creo la intención de instalarse ahí es muy cerca de un centro escolar; esos son los lugares que yo he escuchado”.

Los campesinos del sur de Nayarit temen por su salud, tienen el cielo azul como único testigo de “la muerte silenciosa”. La alteración que tuvieron sus vidas a partir de la llegada del proyecto geotérmico del Grupo Dragón es permanente; la fortuna de habitar una tierra fértil puede ser su desdicha. El aire que transporta gases tóxicos, los metales pesados que son arrastrados por el viento hasta tierras de cultivo, el riesgo de contaminación a los mantos acuíferos y el exceso de ruido que provocan las turbinas de la planta día y noche dibuja un futuro gris entre habitantes de San Pedro Lagunillas. Las consecuencias de convivir con una planta geotérmica son altamente riesgosas ya que pueden provocar distintos tipos de cáncer, enfermedades renales, asma, sordera, baja producción agrícola y deterioro ambiental. Marcela Romero, madre de familia, expresa “sabemos que en Mexicali la geotérmica ha dañado la tierra, la salud de las personas y la crianza de animales”.
Campesinos de las zonas afectadas realizan una marcha en la Tepic capital del Estado de Nayarit, se reúnen con legisladores y representantes del gobierno local quienes informan que harán investigaciones para saber que tipo de afectaciones puede tener la población mientras tanto los pozos en San Pedro seguirán funcionando y el proyecto de construcción en el Ocotillo sigue adelante. Foto: VICE.com
Campesinos de las zonas afectadas realizan una marcha en la Tepic capital del Estado de Nayarit, se reúnen con legisladores y representantes del gobierno local quienes informan que harán investigaciones para saber que tipo de afectaciones puede tener la población mientras tanto los pozos en San Pedro seguirán funcionando y el proyecto de construcción en el Ocotillo sigue adelante. Foto: VICE.com

Fuente: Sin Embargo| Por Ameyalli Díaz Castro e Irving Cabrera Torres