domingo, 31 de julio de 2011

A las urnas, bajo fuego

Actualmente en Michoacán existen zonas de riesgo en las que hacer campaña es prácticamente imposible.

A pesar de ser el estado en el que se puso en marcha el primer operativo conjunto de seguridad y el primer intento por identificar y castigar la narcopolítica, en Michoacán la gobernabilidad sigue pautada por el crimen organizado y las elecciones del próximo 13 de noviembre se celebrarán en condiciones adversas.

La presencia de las fuerzas federales de seguridad es una constante en la entidad. Apenas el 9 de julio pasado, mil 800 elementos de la Policía Federal fueron enviados para reforzar los trabajos de vigilancia del territorio, que se disputan hoy La Familia y una escisión de ésta, Los Caballeros Templarios. Pero el patrullaje del Ejército y la Policía Federal no ha sido suficiente para frenar los narcobloqueos, las extorsiones a sectores productivos (como los aguacateros), las ejecuciones, la amenaza y ataque a autoridades municipales y los retenes instalados por el narcotráfico para delimitar territorios. Hoy existen zonas de riesgo en las que hacer campaña es prácticamente imposible.

El control territorial del crimen organizado, el caso Julio César Godoy y, sobre todo, el Michoacanazo encendieron alarmas en la sociedad civil.

Si bien la PGR no pudo comprobar las acusaciones contra los 35 funcionarios detenidos entre mayo y septiembre de 2009 –seis alcaldes del PRI, tres del PRD, dos del PAN y dos de coalición, más una veintena de funcionarios estatales y municipales–, hay una gran preocupación social de que el crimen se infiltre en los próximos comicios.

El 14 de marzo pasado apareció en medios locales un desplegado respaldado por el Consejo Coordinador Empresarial, el Consejo Michoacano de Hombres de Negocios y la Fundación Ciudadana para el Desarrollo Integral de Michoacán –que agrupan las principales cámaras empresariales locales–, en el que se demandaba a los partidos buscar un acuerdo para logar una candidatura única y de unidad, que fuera avalada también por la sociedad civil.

Los empresarios advertían que sólo así se podría conformar un gobierno que permita mejorar las condiciones actuales de la entidad.

Tras el llamado, los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD se reunieron en la Ciudad de México el 25 de mayo y acordaron que explorarían la posibilidad de una candidatura de unidad. En el encuentro estuvo presente también el gobernador Leonel Godoy.

Al final, la candidatura única no prosperó, pero los partidos acordaron generar una plataforma electoral común en por lo menos ocho puntos.

Frente a la situación de violencia, las fuerzas políticas están definiendo por separado algunos mecanismos de blindaje: el PAN canceló la votación de candidatos a alcaldes en 39 municipios, entre ellos Aguililla, Aquila, Arteaga, Buenavista, Coahuayana, Múgica, Pátzcuaro, Tumbiscatío y Zitácuaro. El Consejo Estatal del PRD reservó 73 municipios para discutir cuál será el método de selección de candidatos. El PRI estatal, por su parte, anunció que buscará definir candidatos de unidad en los 113 municipios.

Hasta ahora, las autoridades estatales no han firmado un convenio de blindaje electoral con la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales. Según fuentes de la Fepade, el convenio podría concretarse en septiembre.

Estrategias especiales

Para Salvador Maldonado, investigador de El Colegio de Michoacán, territorios de la tierra caliente, Morelia y algunos de los municipios que la rodean, y el corredor Zamora-La Piedad tendrán que tener atención especial por parte del Instituto Electoral de Michoacán, pues son claros focos rojos ante la fuerte presencia del crimen organizado.

Además, según el antropólogo político, una docena de municipios amerita la implementación de estrategias especiales por parte de las autoridades electorales, pues la gobernabilidad local está totalmente debilitada. A su parecer, entre estos municipios el caso emblemático es Tancítaro.

Ahí, el Congreso estatal tuvo que nombrar un Consejo Ciudadano que tomara el lugar del alcalde, que renunció en diciembre de 2009 junto con todo su equipo ante amenazas. El patrullaje del Ejército no fue suficiente para mantener la seguridad en el municipio: el titular del Consejo fue asesinado en septiembre de 2010.

"La violencia no genera necesariamente desaliento. Hay que precisar. No creo que haya diferencias en la participación. La tasa de abstencionismo (50.01 por ciento en 2007) va a seguir, va a mantenerse constante, pero hay ciertos lugares muy específicos donde sí creo que va a haber cierta desatención política, más específicamente por problemas locales asociados a la violencia e intervención de diferentes tipos de grupos, tanto oficiales como ilegales", explica.

Al abstencionismo se suma la poca credibilidad de los partidos entre los michoacanos: en las elecciones federales del 2009 los dos distritos correspondientes a Morelia alcanzaron altos niveles de voto nulo. El distrito 10 michoacano fue el de mayor proporción de anulación en todo el país, con 13.66 por ciento.

"El reto es que se den las elecciones lo más tranquilamente posible. Hay que tomar muchas medidas precautorias. De hecho, las autoridades ya han estado sondeando los focos rojos. Por ejemplo, Cherán. La población no está de acuerdo con instalar las urnas. Ése es un caso muy específico de un problema que desde hace mucho tiempo no ha tenido una solución satisfactoria. Otros focos rojos especiales están en tierra caliente, como Apatzingán, Aguililla, Buenavista, etcétera. Hay muchos territorios en la entidad que hay que cuidar", concluye Maldonado.

Tierra caliente

Ejecutados en Michoacán según el conteo de Reforma:

2007 238

2008 233

2009 371

2010 259

2011 (al 22 de julio) 182





Fuente: Reforma