Al conmemorar la masacre ocurrida en Acteal, Chiapas, en 1997, la organización de la sociedad civil Las Abejas destacó que desde 2009 las autoridades han liberado a 54 de los más de 70 paramilitares oficialistas sentenciados por el asesinato de 48 indígenas indefensos en un campamento de refugiados, en el municipio tzotzil de Chenalhó.
"Nuestra memoria nos dice que hace 5 años, el 12 de agosto de 2009, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a través de su ministra y ministros corruptos y amos de la impunidad, excarcelaron masivamente a los autores materiales de la masacre de Acteal sin tomar en cuenta nuestra palabra como sobrevivientes y como organización pacifista. Nuestra memoria nos dice que esa Suprema Corte se convirtió en la 'Suprema Corte de ricos y criminales de la Nación'. Es la expresión de que el sistema de justicia en México está podrido".
Hasta el año pasado, la Corte de ricos ha ordenado la liberación de los paramilitares, unos "de forma pública" y otros "no fueron publicados, como Roberto Méndez Gutiérrez comandante paramilitar y asesino confeso de la masacre", originario de la colonia Miguel Utrilla Los Chorros.
"Sabemos de por sí que el mal gobierno y su sistema de justicia corrupta no van a hacer justicia. Porque un gobierno no puede aplicar la justicia cuando el responsable de un crimen es él mismo. Y para que los crímenes de este mal gobierno no se castiguen, ha creado sus ministerios públicos, sus jueces, ministros y ministras".
A pesar del "rechazo y humillación" de parte de la SCJN a la búsqueda de justicia por la masacre, Las Abejas señalan: "Dimos un giro hacia la construcción de Otra Justicia, pensada y construida desde los pueblos organizados que también quieren una justicia digna y verdadera. Esa justicia ya se está construyendo en el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP)".
Los indígenas admiten que la construcción de la Otra Justicia "va a llevar su tiempo". En el proceso "se van añadiendo más elementos necesarios" y "mucha gente se irá integrando". Pero en lo trabajado hasta ahora, "nuestra memoria nos dice que no hay que olvidar quiénes son los autores de la masacre de Acteal": Ernesto Zedillo Ponce de León, ex presidente de México; Emilio Chuayffet Chemor, actual secretario de educación; general Enrique Cervantes Aguirre ex secretario de Defensa Nacional; Julio César Ruiz Ferro ex gobernador de Chiapas; general Mario Renán Castillo, comandante de la Séptima Región militar cuando la masacre; Uriel Jarquín Gálvez, ex secretario de gobierno de Chiapas; Homero Tovilla Cristiani, ex subsecretario de gobierno, quien dirigió el levantamiento de los cuerpos gritándole a sus policías que se apresuraran, antes de que llegara la prensa; Jorge Enríque Hernández Aguilar, ex director de la Policía de Seguridad Pública del Estado, y David Gómez Méndez, ex subprocurador de Justicia Indígena en San Cristóbal de Las Casas.
En esta lista, advierten Las Abejas, "no vienen los nombres de todos los autores intelectuales de la masacre, pero entre ellos se conocen, saben quiénes planearon la guerra de baja intensidad para exterminar a los pueblos zapatistas y pueblos organizados". Y mientras los criminales andan prófugos "nuestro pueblo, nuestra organización y nuestra memoria ya los tienen condenados hasta después de su muerte".
"Nuestra memoria nos dice que cuando Zedillo y sus cómplices diseñaron la guerra de contrainsurgencia que culminó con la masacre de Acteal, fue para romper el tejido social y meter terror en las comunidades organizadas, y así ya no tuviéramos fuerzas y unidad para exigir el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés en materia de Derechos y Cultura Indígena", firmados entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el 16 de febrero de 1996.
"¿Por qué el mal gobierno de Ernesto Zedillo no quiso que se cumplieran los dichos Acuerdos?", cuestionan Las Abejas. "Porque si se cumplían, los pueblos originarios tendríamos control de nuestras tierras, territorio y todo lo que existe sobre nuestra madre tierra. También se reconocería en la Constitución nuestra libre determinación y autogobierno. Pero realmente no era el mal gobierno el que no quiso que se cumplieran los Acuerdos, sino fueron órdenes de sus jefes" de Estados Unidos y Canadá. "Si los pueblos originarios tuvieran control de sus territorios, el Tratado de Libre Comercio ya no podía funcionar aquí, Estados Unidos y Canadá no podrían saquear todas las riquezas".
Los "tratados comerciales" que hacen los gobiernos de México con los países ricos "han causado represiones, cárceles, asesinatos y masacres contra los pueblos organizados y contra los que se oponen a la venta de nuestro país". No obstante, añaden Las Abejas, "también hay hombres y mujeres que no se oponen, adormecidos con migajas a través de proyectos como Procampo, Oportunidades o apoyo a la tercera edad, donde cobran entre 500 y mil pesos bimensuales". Ello mientras "los dizque legisladores" reciben millones a cambio de su voto.
Las "leyes injustas" perjudican a todos los pueblos. Esto lo confirmaron Las Abejas "después de las intervenciones en el Congreso Nacional Indígena, corazón céntrico de los pueblos", durante el encuentro realizado en La Realidad hace dos semanas.
Fuente: La Jornada| La Redacción