La violencia en el Estado de México se agravó desde que gobernaba Enrique Peña Nieto, como consecuencia del mal gobierno y corrupción imperantes, dijo Andrés Manuel López Obrador.
“Según cifras oficiales, seis homicidios diarios más secuestros y otros delitos graves”, alertó.
“La gente no sabe dónde termina la delincuencia y donde empieza la autoridad, no hay fronteras. Hay una asociación delictuosa entre delincuencia y autoridades”, afirmó.
Durante el tercer día de gira por municipios mexiquenses, López Obrador subrayó que se volteó a ver a la región sur de la entidad, debido al asesinato de 22 supuestos criminales, hace dos meses por parte de elementos del Ejército. “Pero no se puede enfrentar violencia con violencia, no se puede apagar el fuego con fuego”.
Reiteró que tanto en el estado mexiquense, como a lo largo del país, se debe atender la causa de la descomposición social y la violencia: apoyando la actividad productiva, generando empleos y sobre todo atendiendo a los jóvenes que no tienen oportunidad “ni de estudiar, ni de trabajar”.
El presidente del Consejo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) expresó que han hecho creer a los mexicanos que los rateros son los que roban bolsas en el mercado o un pan, pero, añadió, el peor de los ladrones es el político corrupto, nada ha dañado más al país que la deshonestidad de los gobernantes.
Durante su participación en la asamblea informativa de Morena en El Salitre Palmarillos, municipio de Amatepec, el tabasqueño dijo que pasaría todo el día en el lugar “si les contara a los asistentes sobre todos los negocios que hacen Peña Nieto y toda la banda de delincuentes que mal gobiernan el país”.
Recordó el último negocio que están haciendo con las carreteras del país, donde establecieron que además de los impuestos que ya se pagan, se debe cobrar por transitar por carreteras y segundos pisos. Estas obras son llevabas a cabo por empresas privadas, sobre todo extranjeras como la española OHL, “la favorita de Peña Nieto”.
“Por si fuera poco en las casetas ya no se paga en efectivo, sino con una tarjeta llamada IAVE y acaban de contratar a la empresa que manejará esas tarjetas y de pura casualidad el contrato lo ganó un señor llamado Roberto Alcántara, paisano de Peña Nieto, del mismo grupo de “Atracomulco”.
López Obrador denunció que un automovilista paga siete pesos extras por usar la tarjeta IAVE, y de esos siete, aproximadamente cuatro pesos serán para Peña Nieto.
Comentó también que debido a que los ciudadanos han mostrado rechazo a las reformas aprobadas recientemente, empezará una campaña más fuerte, un bombardeo en radio y televisión a favor de Peña Nieto y de la reforma energética. “Prepárense, consigan corchos para los oídos o lentes especiales porque nos van a bombardear con mentiras”.
El presidente del consejo de Morena insistió en que para la aprobación de las reformas “estructurales” (hacendaria, educativa, laboral y energética) modificaron la Constitución “como han querido” y seguirán saqueando, transfiriendo bienes de la nación a particulares sobre todo extranjeros.
Fuente: Proceso| La Redacción