sábado, 30 de agosto de 2014

Dan de baja a trabajadores que solicitan la afiliación al sindicato de Napoleón Gómez Urrutia

Monclova, Coah.- El Sindicato Minero denunció que las empresas Gunderson- Gimsa, Pytco y Teksid Hierro, como medida represiva han dado de baja a más de 250 trabajadores por pronunciarse en contra del sindicato de la CTM y solicitar la afiliación al sindicato de Napoleón Gómez Urrutia.

Manuel Prince Durón, Delegado del CEN Minero en la Región Centro, mencionó que los trabajadores se sienten atraídos al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, al conocer el tipo de prestaciones y salarios que manejan.

“Además ya están hartos de la CTM, ellos piden un cambio a gritos porque no es posible vivir con un salario menor a mil pesos a la semana; en esas maquiladoras tiene que trabajar el hombre y la mujer y descuidar a sus hijos, viviendo en condiciones infrahumanas”.

El Delegado se encontraba en la ciudad de Acuña, pero se vio en la necesidad de regresar a Monclova para respaldar a las personas que fueron despedidas de las empresas que trabajan con la CTM, que encabeza Osvaldo Mata.

“Están corriendo a todo aquel que quiere un cambio, lo corren y lo boletinan para que no encuentre trabajo en otra empresa”.

Indicó que la autoridad laboral ya fijó fecha de la primera audiencia con las tres empresas, para continuar con el procedimiento de cambio de sindicato, “pero sabemos que nos van a retrasar esas votaciones, mientras nos siguen descabezando en el interior de las factorías”.

Reveló que Gunderson-Gimsa hasta el momento ha dado de baja a 200 trabajadores, Teksid uno y Pytco a más de 70.

“No es posible que la autoridad laboral en Coahuila sea ajena a lo que está sucediendo, cuando ellos mismos fueron testigos del convenio que se firmó para evitar la represión, pero aquí hacen lo contrario con la complacencia de la Secretaría de Trabajo en el Estado, están violentando el derecho de los empleados que quieren una vida mejor”, concluyó.

Fuente: Vanguardia POR:   NADIA BETANCOURT