Coatzacoalcos, Ver.- Trabajadores de al menos 40 empresas contratistas están exigiendo que la empresa ICA-Fluor les pague el salario de los días trabajados; nuevamente denunciaron que desde el lunes ya registraban fugas de cloro e incluso 24 horas antes del accidente realizaron un simulacro de evacuación que no se aplicó en la continencia.
Un grupo de trabajadores que estaban realizando trabajos de soldadura, pailería, maniobras y servicios de construcción en general realizaron una manifestación frente a la portada general de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV).
Exigen que la empresa ICA Fluor, encargada de los trabajos de reparación, se haga responsable y les pague la semana trabajada, ya que muchos de ellos requieren de atención médica especial, pues la onda expansiva les generó daños en el oído.
Los trabajadores buscaban una respuesta antes que la empresa ICA-Fluor se vaya de Coatzacoalcos tras los hechos ocurridos en la planta Clorados III y ellos se queden sin el pago de sus salarios y lo que es peor, sin empleo.
Los directivos de la empresa dialogaron con una comitiva y les informaron que este sábado se les estarían depositando sus salarios completos a través de las empresas para las que están trabajando, y en cuanto se limpie la zona regresarán a laborar.
Los obreros reiteraron que el accidente se generó por una negligencia de los supervisores de ICA y PMV, quienes autorizaron seguir con los trabajos aun cuando ya se habían localizado dos fugas n la línea de cloro y de etano.
La primera gran fuga se registró el pasado lunes 18 de abril y fueron evacuados completamente del área donde estaban realizando los trabajos de ampliación de la planta y suspendieron actividades por más de cuatro horas.
Debido a los problemas de la planta, el martes 19 de abril realizaron un simulacro de evacuación por fuga de cloro, el cual finalmente no se cumplió durante la emergencia. El miércoles 20 de abril, se presentó una fuga grande y el personal de la PMV e ICA autorizó que se reanudarán los trabajos de construcción y unos minutos después se presentó la primera explosión, por lo que salieron corriendo.
El primer estallido se registró a las 15 horas; los trabajadores evacuaron la planta y personal de seguridad de ICA-Fluor los regresó. "Nos dijeron que regresáramos, que éramos unos flojos y 15 minutos después fue el último estallido, se hubieran salvado muchas vidas si hubieran hecho caso a los avisos que dio la planta dos días antes.", relató uno de los trabajadores.
Rapiña, incertidumbre y más desaparecidos en Pajaritos a 5 días de la explosión
COATZACOALCOS, Ver.- Una treintena de obreros de Pemex y empleados de empresas contratistas de Petroquímica Mexicana de Vinilo se arremolinan alrededor de un tambo de tamales: “éntrenle, éntrenle, ahora que hay”, grita un coordinador de grupo, Javier, chaparrito, con el pelo cortado como si fuera militar, pero enfundado en el tradicional traje naranja de petrolero. Repara: “aquí nos agandallamos la papa, pero adentro ya está la rapiña”.
Por la explosión del pasado miércoles, en donde han muerto hasta el momento 28 personas, más de 160 resultaron heridas y hay cifras inexactas sobre las decenas de desaparecidos, administrativos foráneos de Pemex, militares y marinos mantienen el control del complejo Pajaritos.
En contraste, en oficinas de empresas subrogadas de la paraestatal como ICA, Gamsa, Welding y demás ya empezaron a “desaparecer” computadoras, herramienta industrial, mochilas con prendas y objetos personales y otros dispositivos electrónicos.
“Por la explosión vino mucha gente de (la ciudad de) México, entró mucha gente externa y varios administrativos de los contratistas ya se están quejando de robos, de saqueo de oficinas. La rapiña allá adentró está a todo lo que da”, explica Javier, quien presta sus servicios a Gamsa.
Y mientras varios empleados se arremolinan alrededor de la “tamaliza”, otros obreros rodean a los enviados de Proceso. Como desahogo, hacen ver su siguiente miedo: la incertidumbre.
“Seguimos llorando a nuestros amigos. Nos duele en el alma tener que ir ayer y antier a dos velorios por día, pero queremos ver, ¿Qué sigue?, la familia tiene que comer, de dónde va a salir la papa, hemos escuchado que la planta va a estar cerrada muchos meses, ¿de qué vamos a vivir?”.
La zozobra se multiplica, las empresas contratistas se están desentendiendo del reacomodo de sus empleados, en los murmullos y lamentos de los empleados petroleros apenas una empresa de nombre Welding está respaldando a sus empleados e incluso pudieron cobrar su semana el pasado viernes.
Del resto de las outsourcing del petróleo sólo hay quejas, mentadas y recriminaciones de sus empleados. Incluso, los trabajadores petroleros recriminan que muchas de ellas, ni siquiera pagaron los gastos funerarios de las víctimas.
Este domingo, dos unidades móviles de la Fiscalía General del Estado (FGE) acudieron para continuar con el trámite de identificación de cuerpos y de los exámenes de ADN y mapeo genético.
La primera camioneta tenía la siguiente leyenda: “laboratorio móvil de criminalística, de los servicios periciales” y la otra, “servicios pericial forense”, una vez que entraron las unidades, familiares de personas desaparecidas se concentraron para poder entrar al doloroso pase de lista y ver los cuerpos, la mayoría ya en avanzado estado de descomposición.
Sobre la tarde, había la promesa de que arribarían binomios caninos para recorrer el “sector 400” -sitio donde ocurrió la explosión- y así continuar con la búsqueda de más personas fallecidas.
Roberto, empleado de Welding, cuenta que en el caso de esta empresa hay 20 obreros que fueron contratados de municipios marginales del estado de Oaxaca y que hasta el momento no se habían apersonado para su búsqueda.
“Aquí a los locales vienen sus familiares, la hacen de pedo (sic), mientan madres a los militares y exigen al gobierno que les entregue sus difuntos, pero a estos chavos de Oaxaca, a sus familias no las hemos visto por aquí. El número de muertos podría ser mayor”.
Ayer, un centenar de manifestantes -la mayoría de la congregación de Mundo Nuevo- se arremolinaron en la entrada de Pajaritos para patear, aventar piedras y mentar madres, como medida de presión para que Petroquímica Mexicana de Vinilo abra por completo las compuertas del área de Clorados III y se pueda espulgar la zona afectada, en donde aún se continúa regando líquidos.
“Uno no quiere ser amarillista, pero de los compañeros que aún continúan en los hospitales y que la banda (sic) ya fue a visitar, nos han dicho que mientras salían de la zona de fuego, veían cuerpos colgados en arneses y en las torres. Hasta allá los aventó la explosión”, resume Joaquín, otro de los empleados de PMV.
Hasta ahora, el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, suspendió el sábado y este domingo sus habituales ruedas de prensa, para dar avances del número de muertos y heridos. En el área de Pajaritos, los empleados administrativos piden a la prensa “ceñirse” a la información oficial y a los “comunicados puntuales” de la paraestatal.
Al final -resume Javier-, las dudas sobre las verdaderas causas del accidente continúan: “sólo sabemos que hubo un desfogue, algo explotó y después vino el diablo y sopló (sic)”.
Fuente: La Jornada Veracruz| Por Sayda Chiñas Córdova| Proceso| NOÉ ZAVALETA