Considerado como el avión presidencial más caro del mundo, la nueva aeronave, exclusiva para el Jefe del Ejecutivo federal y su equipo, costó, según datos dados a conocer al principio del proyecto, alrededor de 6 mil 308 millones de pesos, sin embargo el tabasqueño asegura que su costo fue de 7 mil 500 millones de pesos.
“Ya compraron un avión presidencial de lujo para 280 pasajeros, no lo tiene ni Obama, cuesta 7 mil 500 millones de pesos. En 2018 lo vamos a vender, no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, sin corrupción, sin privilegios habrá trabajo y bienestar”, menciona López Obrador en el spot.
El político tabasqueño aseguró que ciertas personas no quieren que él siga apareciendo en la televisión: “me quieren borrar, mientan tanto les informo que los políticos transas se roban 500 mil millones de pesos cada año”.
Considerado como el avión presidencial más caro del mundo, la nueva aeronave, exclusiva para el Jefe del Ejecutivo federal y su equipo, costó según datos dados a conocer al principio del proyecto alrededor de 6 mil 308 millones de pesos.
El costo de este avión desató polémica en diversos sectores del país desde 2012, cuando el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa inició las negociaciones de compra con la empresa estadunidense Boeing.
La justificación de Calderón Hinojosa fue que ya habían fallecido en accidentes aéreos dos titulares de la Secretaría de Gobernación: Juan Camilo Mouriño [en 2008] y Francisco Blake Mora [2011], por tanto el tener una aeronave más moderna para el Presidente era un asunto de “seguridad nacional”.
El proyecto para la adquisición que fue presentado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en aquel entonces, destaca que el arrendamiento financiero para realizar la compra incluía pagos anuales durante 25 años.
La inversión incluye modificaciones al avión y la instalación de un sistema de seguridad, que buscan evitar que sus dos baterías de iones de litio provoquen fuego.
Actualmente, la Presidencia de la República utiliza el TP-01, un Boeing con capacidad para 66 pasajeros que data de 1987. Además también utiliza el TP-02, otro Boeing con capacidad para 68 pasajeros, que es de 1989, los cuales tienen que hacer escala cuando se trata de vuelos trasatlánticos.
En cambio, el 787-9 podrá hacer viajes sin escalas y con 280 pasajeros. Tendrá aire más limpio, con mayor humedad, ventanas más grandes, persianas electrocromáticas y puede recorrer 15 mil 750 kilómetros sin detenerse.
Fuente: Sin Embargo| La Redacción