No somos violentos ni buscamos dividir; damos la cara, afirma uno de los activistas
Critican que la cadena hable de apego a la ley cuando impide a sus trabajadores defender sus derechos
El ingreso de integrantes de la Asamblea de Coyoacán contra la Imposición de Enrique Peña Nieto captó la atención de los clientes de la tienda Soriana sucursal Miramontes. La protesta contra la cadena comercial ayer fue diferente. Al principio los activistas sólo caminaron. Cero palabras y con las manos en alto para exhibir los carteles con varias consignas.
Pese a la movilización del personal de seguridad privada contratado por la tienda, la entrada de los activistas fue por el acceso principal. Nadie los detuvo y cruzaron los detectores de metal. Los manifestantes, con medio moño color negro en la barbilla, optaron por recorrer la tiendas sin decir palabra.
En la vanguardia los manifestantes portaban una enorme manta donde se leía: La revolución comienza aquí ¡No a la imposición! Detrás se alzaban un sinnúmero de manos con los puños cerrados y carteles: Soriana, una empresa que no respeta a la nación, Fraude, ¡Tenemos todo el derecho de expresarnos contra la imposición de EPN. Jamás callaran nuestra voz. La lucha continúa!.
En el primer recorrido por la tienda nadie habló. El silencio terminó con la lectura de un pronunciamiento en respuesta a los señalamientos de representantes del consorcio que los tachaban de violentos y de dividir a la sociedad, pero no hay evidencias que lo comprueben. Damos la cara no nos ocultamos y nuestra movilización es pacifica, expuso Josué Alvarado por medio del megáfono.
También cuestionaron que Soriana, en su deslinde por la compra de votos que hizo el Partido Revolucionaron Institucional (PRI) para favorecer a su candidato a la Presidencia, hable de un total apego a la ley y de dar mayor beneficio a las familias, cuando genera estrategias para impedir la organización de sus propios trabajadores en defensa de sus derechos.
Además de no respetarles los horarios de salida, ni el pago de horas extras al darles salarios irrisorios, al escuchar los señalamientos uno de los empleados justificó su contrato laboral con Soriana, pues yo sólo estoy porque me da el Seguro Social.
Luego de la lectura se arrancaron los listones negros y entonces empezó la protesta como en ocasiones anteriores.
Y entre gritos y consignas dieron otra vuelta dentro de la bodega. Al finalizar los manifestantes entonaron el Himno Nacional. Para entonces, las cajas se habían quedado vacías; de las cerca de 17 que hay, sólo en tres había clientes.
Fuente: La Jornada
