Los consejeros determinaron que la queja del PAN carecía de pruebas para sustentar la existencia de la supuesta abundante propaganda electoral a favor del priista.
El Instituto Federal Electoral rechazó sancionar al Partido Revolucionario Institucional por la supuesta sobreexposición de su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto; lo que de acuerdo con el partido Acción Nacional contribuyó a generar un ambiente de inequidad durante la contienda.
Por unanimidad los consejeros del órgano electoral consideraron que la queja carecía de pruebas suficientes para sustentar la existencia de propaganda electoral en 776 vallas, 638 parabuses, 343 espectaculares, 230 bardas y 200 mantas.
Sin embargo, en las diligencias que realizó la Unidad de Fiscalización sólo detectaron 13 espectaculares de los 2 mil 187 señalados por el blanquiazul, los cuales se encuentran ubicados en los estados de Nuevo León, Estado de México y Distrito Federal.
Al respecto el consejero Benito Nacif destacó que al sustentar la queja en una investigación periodística, era fundamental aportar pruebas o algún indicio que permitiera a la Unidad de Fiscalización detectar esta propaganda.
“No habiendo satisfecho este requisito, es una queja que es candidata ideal para ser desechada, porque puede ser incluso enormemente frívolo decir: ‘Hay mucha propaganda y presumo que está ubicada en lugares prohibidos’, sin especificarte los lugares donde está ubicada esa propaganda”, puntualizó.
Por su parte, el consejero Alfredo Figueroa aseguró que el cada uno de los partidos tiene derecho a contratar el número de espacios de acuerdo a lo que hayan planeado como parte de sus estrategias de difusión.
Sin embargo, el representante del PAN ante el IFE, Rogelio Carbajal manifestó su desacuerdo por “la falta de exhaustividad en la investigación” que realizó la Unidad de Fiscalización, por lo que adelantó que acudirán ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
En respuesta, el representante del PRI, Sebastián Lerdo de Tejada, aseguró que estas acusaciones no son más “afirmaciones frívolas” en las que una vez más sólo se tiene mucha estridencia, sin ninguna evidencia.
Fuente: Milenio