martes, 1 de noviembre de 2016

La Coparmex critica la miscelánea fiscal y considera “un lastre” la reforma energética

Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Coparmex. Foto: Raúl Pérez

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) reprochó la miscelánea fiscal enviada por el gobierno de Enrique Peña Nieto y aprobada por el Congreso de la Unión la semana pasada y de paso criticó la reforma energética, que dijo ha significado más daños que beneficios.

Al emitir su mensaje semanal, el organismo presidido por Gustavo de Hoyos Walther señaló que “la miscelánea fiscal recién aprobada tiene una orientación fundamentalmente recaudatoria y, desde luego, dista mucho de ser una política fiscal que promueva la formalidad y la inversión”.

Para el sector patronal, los legisladores no aprobaron iniciativas fundamentales para fortalecer el empleo formal y con ello generar bienestar.

“Una de las propuestas más importantes fue la deducción plena de las prestaciones laborales. Actualmente son no deducibles en un monto de entre un 47% y un 53% dichas prestaciones, como lo son algunas tan relevantes como los vales de despensa, las becas educacionales, las becas deportivas, los fondos de ahorro, las ayudas para útiles escolares, los pagos de renta y de transporte entre otros”, señaló la Coparmex.

No quedó ahí. El organismo se quejó de que tampoco son deducibles al 100% aquellas prestaciones que se otorgan por mandato de la Ley Federal del Trabajo, como lo son incluso el aguinaldo, las primas dominicales y vacacionales, las horas extras, entre otras.

Además, dijo, hoy no pueden deducir íntegramente las aportaciones complementarias a los planes de pensiones.

“La no deducibilidad plena de prestaciones aumenta los costos laborales de las empresas formales. Consideramos que esa no es la política adecuada para revertir el empleo informal y fomentar empleos con mayores remuneraciones y prestaciones”, explicó.

Por si fuera poco, en la miscelánea fiscal quedo pendiente también la actualización de la tarifa del ISR a las personas físicas, ya que desde el 2009 y hasta la fecha la inflación es mayor a un 24% y esta inflación no ha sido reconocida en las tarifas, lo cual implica de facto un aumento en el pago del ISR de los contribuyentes que son personas físicas.

Otros temas que no fueron atendidos por los legisladores, según la Coparmex, es la deducción por parte de las personas físicas de las colegiaturas en el nivel de educación superior; tampoco el acreditamiento de 10% del ISR de los dividendos pagados a personas físicas, contra su ISR del ejercicio, ya que actualmente dicho pago tiene el carácter de impuesto definitivo.

Por otra parte, Gustavo de Hoyos reconoció algunos aspectos de la miscelánea fiscal como la aprobación de un esquema alternativo de cumplimiento en materia de ISR para personas morales con ingresos de hasta cinco millones de pesos, cuando los socios de éstas, sean personas físicas.

También aplaudió la incorporación de incentivos fiscales en materia de investigación y desarrollo de tecnología; la posibilidad de solicitar devolución inmediata de los pagos de Impuesto al Valor Agregado (IVA), derivado de gastos en inversiones en periodos preoperativos; así como la deducción de planes personales de retiro contratados en forma colectiva.

Reforma energética dañina

Por su lado, Jesús Padilla, líder de la Coparmex en la Ciuad de México, consideró que la reforma energética, lejos de acarrear beneficios para las empresas y los ciudadanos, se ha convertido en “un lastre para las empresas y no genera un buen entorno para los negocios, lo que reduce la posibilidad de atraer nuevos inversores y estanca la economía nacional”.

Padilla Zenteno fue al grano: “El 12 de agosto de 2013 el presidente de México expresó que se crearían cientos de miles de nuevos empleos y con mejores salarios; si llevamos a cabo esta reforma, bajará el precio de la luz y del gas; igualmente bajará el precio de los fertilizantes y en consecuencia nuestro campo producirá más, habrá más alimentos y con mejores precios”.

La realidad es otra pues según el empresario, contrario a las promesas gubernamentales de reducir los precios de los combustibles, entre ellos las tarifas eléctricas, a partir del mes de julio se incrementaron, siendo el quinto aumento recetado a los mexicanos, donde los sectores industrial y comercial son los más afectados.

También explicó que “con el aumento entre 5.6 y 7.2% que tendrá la tarifa industrial, sumarán un ascenso de entre 25% y 30% en comparación con el precio reportado en noviembre del año pasado; mientras que el sector comercial tendrá un incremento de entre 3.3 y 5%, lo que suma un alza acumulada de entre 17 y 23%”.

El líder empresarial consideró poco viable que el aparato productivo del país pueda soportar esta constante elevación de precios sin que ello perjudique la economía de los consumidores.

“Se requiere impulsar los principios de la economía de mercado con responsabilidad social”, sentenció.

Jesús Padilla cuestionó la alta permisividad hacia el sector informal en el robo de energía eléctrica, y alertó que tan sólo en el Valle de México la CFE ha reconocido anuales cercanas a los 14 mil millones de pesos, lo que equivale a 31% de la producción de energía eléctrica que se va a través de los “diablitos”.

Fuente: Proceso|  JUAN CARLOS CRUZ VARGAS