Más de mil millones de pesos ha entregado el gobierno de Oaxaca, encabezado por Gabino Cué, a distintas organizaciones sociales para la realización de bloqueos, marchas, manifestaciones y paros tanto ese estado como en otras entidades.
Entre las agrupaciones beneficiadas, según una investigación de Reforma, están corrientes pertenecientes a la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), incluyendo las que realizan el plantón en la Ciudad de México desde julio pasado.
En los dos primeros años de la administración de Cué, las 15 principales organizaciones de Oaxaca han recibido recursos públicos por más de mil millones de pesos, de acuerdo con un reporte de la Secretaría de Gobierno de ese estado al que el diario tuvo acceso.
En ese documento se especifica que el senador perredista Benjamín Robles Montoya es el promotor político de 10 de las 15 agrupaciones indígenas, obreras, campesinas y de transportistas.
Además, dos de las 15 agrupaciones civiles actúan en la Sección 22. La más radical es el Frente Popular Revolucionario (FPR), a la cual el gobierno oaxaqueño asignó 57.6 millones de pesos en los últimos dos años, aun cuando considera que practica el secuestro de funcionarios y el bloqueo de instalaciones públicas como estrategia de lucha.
El reporte de la Secretaría de Gobierno considera al líder del FPR, Germán Mendoza Nube, como “altamente radical”.
Mendoza es originario de Hidalgo y milita en el Partido Revolucionario Obrero Clandestino, Unión del Pueblo (PROCUP).
Sin embargo, el diagnóstico que hace el documento en el rubro de “Apoyo institucional” especifica que el FPR “mantiene un vínculo con el Ejecutivo que le reditúa beneficios económicos”.
“Movilizaciones sociales, bloqueo de edificios públicos, carreteras, secuestro de funcionarios, movilización de estudiantes y comerciantes”, son sus métodos de acción, detalla el texto.
Antorcha Campesina, el Movimiento Unificador de Lucha Triqui y el Frente Amplio de Lucha Popular son otras de las organizaciones subvencionadas, según la investigación de Reforma.
Fuente: Proceso| La Redacción
