domingo, 24 de noviembre de 2013

Aceptación o rechazo de reformas de EPN marcarán el rumbo del resto de su gobierno: The Economist

El Presidente encabezó la presentación de la iniciativa de Reforma Energética el 12 de agosto. Foto: Cuartoscuro

Las seis reformas estructurales propuestas por el Presidente Enrique Peña Nieto en sus primeros doce meses de gobierno podría detonar una transformación en el país si logra ponerlas en prácticas, luego de la oposición que han mostrados distintos sectores, principalmente en las referentes a educación y energía, publicó el semanario británico The Economist, a una semana de que el mandatario cumpla un año en el poder.

Bajo el contexto de que el país está en manos de los monopolios y sindicatos, Peña Nieto respaldado por 
las dos principales fuerzas opositoras del país -el PAN y PRD- en el llamado “Pacto por México”, ha propuesto reescribir partes de la Constitución Política para debilitar este tipo de intereses y así impulsar el crecimiento económico de México y disminuir la pobreza que aqueja a cerca de la mitad de la población mexicana.

La administración del priista ha tenido varias caídas, pero ha “habido más puntos altos”, mencionó la publicación.

LAS REFORMAS DE PEÑA

El rotativo profundiza en las reformas propuestas por Enrique Peña desde su entrada a Los Pinos, están son: la Reforma Educativa, en Telecomunicaciones, Financiera, Fiscal, Política y Energética.
Las seis abordan temas en los que México está urgente de cambios, dice.

Por un lado, la primera tiene como objetivo “mejorar la educación en un país que clama por trabajadores bien calificados”, y justo la que ha encontrado mayor repudio por parte de los gremios afectados, pues integrantes de la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE) se oponen a las leyes secundarias desprendidas de esta propuesta, que incluye la evaluación al personal docente y les impone nuevas formas de contratación.

Militantes del gremio cumplen más de tres meses en un plantón en la capital del país, a través del cual pretenden impedir la aplicación de las nuevas reglas en materia educativa.

“En muchos casos los organismos reguladores que supervisan las reformas necesitarán agallas y el apoyo político cuando se desafían sus decisiones”, mencionan al respecto.

En cuanto a la de Telecomunicaciones, detalla que se busca crear un “destructor” que frene el dominio de Teléfonos de México (Telmex), controlada por el multimillonario Carlos Slim, así como de Televisa, de Emilio Azcárraga Jean, “en un tardío intento de abrir el mercado de información en una sociedad inundada de tecnófilos jóvenes”, apunta.

La reforma a la banca ayudaría a impulsar las pequeñas y medianas empresas, “en un país donde el crédito, en proporción con el Producto Interno Bruto (PIB), es aproximadamente la mitad al promedio de la región”.
Sin embargo, dice, la mayor prueba para Peña Nieto es la Reforma Energética, que tiene como primera tarea asegurar la aprobación de las enmiendas constitucionales que intentan quitar el monopolio a la paraestatal Pemex, así como a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Ambos partidos opositores, el de la Revolución Democrática (PRD) y el de Acción Nacional (PAN) han criticado la propuesta y se han pronunciado en contra.

Por otro lado, “los hombres de negocios están furiosos por una Reforma Tributaria aprobada el mes pasado que aprieta simultáneamente el cinturón y afloja cordones de la bolsa del gobierno”, se quejan de que muchos de sus reclamos no hayan llegado a oídos del Presidente.

Al final, la publicación menciona el estancamiento de la economía, quizá culpa del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, “quien se ha ocupado demasiado con la reforma y no lo suficiente con su trabajo del día a día”, dirían los críticos, según The Economist.

Caso parecido al de Videgaray es el de Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, pero en cuestión de seguridad, “mucha responsabilidad ha sido puesta en manos de un solo hombre”, menciona el periódico y anota que incluso los partidarios de Peña le aconsejan, a un año frente el Poder Ejecutivo, que amplíe su equipo de colaboradores.

Fuente: Sin Embargo| La Redacción