Con un pie prácticamente ya puesto en México, se declara el líder minero Napoleón Gómez Urrutia, luego de conocer la resolución del magistrado Manuel Bárcena Villanueva, quien le concedió amparo en contra de una orden de aprehensión en su contra por supuesto delito bancario.
El proceso está casi terminado. Desde luego habrá que esperar que nuestros enemigos presenten un recurso de revisión, pero sin lugar a dudas, y desde el análisis jurídico, lo tienen perdido. Sólo faltan algunos detalles, como el señalado, y pronto estaremos de regreso; de todas las acusaciones ilegales que interpusieron, todas las echamos atrás. Y fue así por una sencilla razón: todas fueron fabricadas.
Entrevistado telefónicamente por La Jornada, el líder minero recuerda que en los pasados seis años (contados desde la tragedia en Pasta de Conchos, cuando arreció el hostigamiento en su contra) enfrentó 11 denuncias penales, de las que 10 fueron canceladas por ilegales y violatorias de la Constitución. La número 11 también la ganó, pero la parte acusadora volvió a presentarla –lo que es ilegal–, y ahora está a un tris de ganarla, otra vez. Ya estoy con un pie en México, y es obvio que mi regreso no les provoca miedo, sino terror.
La resolución del magistrado, anota Gómez Urrutia, deja en claro, por si hubiera duda, que nunca existieron los delitos que me imputaron, pero al mismo tiempo confirma que la emprendida contra mí y el sindicato minero es una persecución política y una muestra del abuso de poder de los gobiernos panistas y de los empresarios asociados a ellos. Ha sido un ataque irracional e ilegal, carente de fundamento jurídico y totalmente violatorio de la Constitución, algo que, por lo demás, hemos denunciado permanentemente. Ahora el magistrado lo confirma, con base en criterios jurídicos, no políticos.
Con las maletas listas para retornar, el líder minero subraya que la decisión del magistrado es el triunfo de la razón jurídica sobre la pequeñez, la mediocridad y la vileza de Vicente Fox y Felipe Calderón, así como la de un grupo de voraces e inescrupulosos empresarios, encabezados por Germán Larrea, dueño de Grupo México, el de Pasta de Conchos. Era evidente que íbamos a salir adelante. Es un verdadero triunfo, dice, no sin antes mencionar que “demostraremos quiénes son los verdaderos culpables de haber atentado en contra de México y sus trabajadores, de haber violentado descaradamente la ley, porque nadie puede imputar el mismo ‘delito’ en dos, tres y hasta cuatro ocasiones (todos desechados en tribunales) como lo han hecho conmigo y con el sindicato. Qué bueno que se fue Fox, qué bueno que se va Calderón, que se cierre el círculo de mediocres cuan abusivos gobiernos panistas”.
Así, presentaremos denuncias penales en contra de todos los causantes de este deleznable abuso de poder, que ha causado daño moral a miles de familias, la mía entre ellas, por violaciones constitucionales. En cortes nacionales e internacionales procederemos. No se puede violar la Constitución para favorecer intereses políticos y empresariales. Denunciaremos penalmente a Vicente Fox y a Felipe Calderón, junto con sus pandilleros (de hecho, uno de ellos, Javier Lozano, ex secretario calderonista del Trabajo y ahora candidato panista al Senado, ya ha sido denunciado), y a los voraces barones de la minería, encabezados por Larrea, quienes inconstitucionalmente promovieron todo esto con el fin de quitarse de encima a quienes denunciamos el saqueo de la nación, el homicidio industrial cometido en Pasta de Conchos y la irresponsabilidad y mediocridad con la que se han manejado los dos voraces gobiernos panistas.
Puntualiza que regresaré a México, y hay mucho trabajo por hacer para reconstruir el país y contribuir a su desarrollo, impulsar la justicia y la equidad. Las cosas no pueden permanecer como están. Qué bueno que haya muchas voces y muchas manos que se sumen para erradicar la corrupción, el abuso y la mediocridad de los círculos de poder.
Fuente: La Jornada