Balance de sindicatos y abogados del sector ante el 1º de mayo
Nunca hubo un presidente tan antiobrero como él, sentencian
El gobierno de Felipe Calderón ejerció violencia laboral de Estado en contra de los trabajadores durante los cinco años transcurridos del sexenio, por lo que este 1º de mayo –último Día del Trabajo de la administración– el sector sindical democrático llega golpeado por los ataques que le propinó el régimen para debilitarlo. Las organizaciones corporativas señalan que el Presidente está reprobado en materia laboral, y abogados del sector documentan grave deterioro en las condiciones de vida de los trabajadores en el periodo panista.
Por primera vez en muchos sexenios, el gobierno de Calderón logra un consenso en su contra de las diversas fuerzas del sector laboral. Lo mismo la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Obrera Revolucionaria (COR) que la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) y muchas más califican la administración de un desastre para el sector obrero, y señalan que nunca hubo un presidente tan antisindical y antiobrero como Felipe Calderón.
Así, este 1º de mayo las organizaciones convocantes anticipan que tanto en la concentración de las centrales obreras corporativas como en la marcha que llevarán a cabo las organizaciones democráticas la tónica será el reclamo a la política antilaboral de Calderón, al empobrecimiento de los trabajadores mexicanos, que se convirtieron en una de las manos de obra más baratas del mundo, y el llamado al voto de castigo contra el PAN.
Crecimiento del outsourcing
Para los abogados expertos en materia laboral Manuel Fuentes –de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD)– y Rodrigo Olvera, el gobierno panista ejerció una violencia laboral de Estado en contra de los trabajadores mexicanos, con la que buscó debilitar al sindicalismo democrático. En tanto, para el abogado y catedrático Alfonso Bouzas esta administración se dedicó a atacar frontalmente los derechos laborales, principalmente el de huelga y el de libre asociación.
De igual manera, el abogado Carlos de Buen indicó que en los cinco años recientes ha estado denegada la justicia laboral para los trabajadores mexicanos, los tribunales estuvieron a las órdenes del gobierno y en defensa de los intereses patronales. A su vez, Arturo Alcalde –defensor de múltiples luchas obreras– dijo que el gobierno panista atacó a los sindicatos democráticos y sus contratos, y abonó al crecimiento del sindicalismo de protección, o blanco, y a la terciarización (outsourcing).
Está reprobado: CTM
Por las organizaciones corporativas, el vocero de la CTM, Patricio Flores, indicó que para esta central el gobierno de Felipe Calderón está reprobado, pues incumplió con la generación de empleo y entregó los peores resultados en materia salarial de los recientes sexenios. Mientras, el líder de la Confederación Obrero Revolucionaria (COR), Reyes Soberanis, sostuvo que los topes salariales fueron otro mecanismo de castigo para los trabajadores mexicanos por parte del régimen, el cual deprimió los salarios y propició que los minisalarios redujeran más de 40 por ciento su poder de compra.
Por el sector sindical independiente, el dirigente de la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA), Fernando Perfecto, indicó que el ataque de este gobierno a los sindicatos ha sido selectivo, pues cobijó a las organizaciones corporativas y ha hecho todo por destruir los sindicatos democráticos; el dirigente del comité democrático del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE), Artemio Ortiz, expuso que los malos resultados del régimen no sólo son en el terreno laboral, sino también en el económico, en el educativo, etcétera. A su vez, el líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, aseguró que nunca se había visto un presidente tan antiobrero como Calderón, quien tuvo el peor gobierno en materia laboral de la historia moderna del país;
Por el Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza indicó que este gobierno será recordado por haber sido el que mandó a la calle a 40 mil trabajadores de Luz y Fuerza del Centro; así como por los casos del sindicato minero y de Mexicana; el encarcelamiento de trabajadores que luchan por un empleo, y la manipulación de la Constitución y leyes para favorecer a sus amigos empresarios.
Por último, las cifras del régimen, según el Centro de Reflexión y Acción Laboral: 14 millones de trabajadores en la informalidad, 42 por ciento de pérdida de poder adquisitivo del minisalario, 38 por ciento de asalariados sin prestaciones sociales.
Fuente: La Jornada