Se intenta sustituir tiempos de permanencia en la calle y frente al televisor, dice el dictamen
Improvisación y ocurrencias del Presidente y el Congreso al final del sexenio, acusan
La aprobación por la Cámara de Diputados de la reforma a la Ley General de Educación, con la que se adiciona el artículo 53 bis a fin de crear una jornada escolar hasta de 8 horas en primaria y secundaria, es resultado de la improvisación y la ocurrencia de una administración que ha perdido la brújula en materia educativa, aseguraron especialistas en la materia.
Alertaron que la decisión asumida por los legisladores no es sólo un tema de recursos, sino de múltiples factores como el pago salarial a los docentes, nuevos planes de estudios, formación y capacitación para impartir otras materias.
Ángel Díaz Barriga, experto en educación del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (Iisue) de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó que todo se está haciendo al final del sexenio, cuando ya no alcanza el tiempo, cuando lo que se requiere es una reforma estructural de la educación, la cual se deberá plantear con urgencia en el próximo sexenio.
Los diputados aprobaron el dictamen presentado por la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, que adiciona al citado artículo para establecer escuelas de tiempo completo en la totalidad de los centros escolares del país en un plazo de 10 años, –para el ciclo escolar 2021-2022–, con una inversión de poco más de 74 mil millones de pesos.
La medida es irresponsable, los legisladores no han aprendido de sus errores con la obligatoriedad del prescolar y el bachillerato, afirmó Lucía Rivera, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
Indicó que la aprobación de esta medida en la Cámara de Diputados, cuyo dictamen pasará al Senado de la República para su discusión, parece que carece de un análisis serio sobre sus posibles efectos. Lo que está de fondo es que no se aclara qué problemas se quieren atender con estas medidas y cuáles son sus propósitos. Es una acción irresponsable de los diputados, porque es como si pensarán que por haber aprobado una norma se va a convertir en una medida educativa de forma automática en la realidad, pero nada se dice de cómo será el pago de esa jornada, con qué maestros y con qué capacitación.
Al respecto, Hugo Casanova Cardiel, especialista del Iisue, destacó que este proyecto es resultado de la improvisación y ocurrencias en las que ha incurrido el Poder Ejecutivo, pero también el Legislativo, porque sigue una misma estela de falta de congruencia. Además, apuntó, es inconcebible que cuando están en la recta final de una administración se amarren promesas que no les tocará cumplir, y con un futuro incierto, pues ampliar la jornada escolar a 8 horas implica muchos y muy diversos compromisos.
De acuerdo con el dictamen aprobado el pasado jueves en San Lázaro, el objetivo de esta medida es fortalecer la educación de la población nacional, al considerar que en naciones desarrolladas, como Finlandia, Corea del Sur o Japón, la jornada promedio es mayor a 6 horas.
En México, su generalización, señala el documento, permitiría ampliar las oportunidades educativas y la formación integral de los estudiantes, pero también que la escuela realice labor de socialización en la formación de los educandos, además de sustituir tiempos de permanencia en la calle, frente al televisor y compensar la insuficiencia de estímulos culturales que ofrece el hogar.
Fuente: La Jornada