jueves, 20 de abril de 2017

Hasta 55 años de cárcel si Duarte es culpable: PGR

México está revisando y analizando los documentos que integrarán la solicitud formal de extradición del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, y ésta podría presentarse la próxima semana ante las autoridades de Guatemala, aseguró Alberto Elías Beltrán, subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR. 


“Estamos en la revisión y análisis de los documentos para cumplir de manera correcta con el tratado que se tiene en materia de extradición (…) Es muy probable que la próxima semana se esté presentando por vía diplomática la solicitud formal”, sostuvo. 
En entrevista con Ciro Gómez Leyva por la Mañana, señaló que están conformando todos los elementos de prueba que deben de aportar respecto a la orden de aprehensión que fue liberada el 14 de octubre de 2016, por los delitos de delincuencia organizada y de operaciones con recursos de procedencia ilícita. 
Se están analizando otras órdenes de aprehensión que existen en su contra para ver si cumplen con los mismos requisitos del tratado y así presentar la solicitud formal de extradición. 
“Una vez que la reciban las autoridades guatemaltecas, a través de la fiscalía, presentará la misma ante el juzgado quinto de justicia penal que está llevando el proceso de extradición, hará una audiencia pública y se señalarán todos los delitos por los que (Javier Duarte) será juzgado ante la justicia mexicana”, indicó. 
Además, el funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR) adelantó que por los delitos que se le acusan, el ex mandatario estatal podría alcanzar una pena de entre 40 y 55 años de prisión. 
“De acuerdo con la legislación penal de recursos con procedencia ilícita, conocido como lavado de dinero, la penalidad es de cinco a 15 años; en delincuencia organizada, en términos de la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada la penalidad, es de 20 a 40 años”, expuso. 
Finalmente, destacó que a nivel internacional se han hecho varias solicitudes de asistencia jurídica informacional con la finalidad de conocer si existen activos en diversos países, entre ellos Estados Unidos y España, “logrando la identificación de varios inmuebles y cuentas, las mismas que están en proceso de aseguramiento". 

Pospone Duarte si acepta extradición
Tribunal de Guatemala le dicta prisión preventiva
Esperará a conocer la solicitud para decidir si se entrega
Se informará a México que tiene 60 días para requerirlo
Guatemala.
El ex gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa permanecerá preso en la cárcel de alta seguridad de Matamoros. Esperará a que el gobierno de México solicite formalmente su extradición para conocer todos los cargos que le podrían fincar, antes de decidir si acepta entregarse de manera sumaria para ser juzgado en territorio mexicano.
Luego de una audiencia que duró casi tres horas, mientras era trasladado al transporte que lo conduciría de regreso a la prisión de Matamoros, presos que se encontraban en los separos de los tribunales le gritaron al ex mandatario veracruzano: ¡Hijo de la gran puta! ¡Hijo de la gran puta!
Ayer, al filo de las 12 horas (13 tiempo de Ciudad de México), Javier Duarte fue trasladado de la cárcel de Matamoros al edificio de tribunales. Lo llevaron esposado, a bordo de una camioneta tipo van, con blindaje.
Con camisa a cuadros y chaleco antibalas
En las prisiones de este país ningún reo viste uniforme. El ex gobernador de Veracruz usó una camisa a cuadros de color morado, blanco y negro, y encima un chaleco antibalas, pantalón de mezclilla y zapatos casuales de color café. También llevaba un reloj de marca sobre las esposas.
Cuando bajó del vehículo de traslados penitenciarios su rostro enrojeció e hizo una mueca ante las decenas de representantes de medios de comunicación que se agolparon alrededor de la camioneta para fotografiarlo o grabarlo en video.
Los custodios lo ayudaron a descender y trataron de realizar una revisión como la que practican a todos los reos antes de ingresar a los juzgados, colocándolos contra un portón metálico, con las piernas abiertas, para cachearles en busca de algún objeto con el cual pudieran lastimar o lesionar a otros durante las diligencias. Incluso, a los presos comunes los descalzan y revisan sus zapatos.
En el caso de Javier Duarte la revisión no se realizó con tanta minuciosidad, porque reporteros y fotógrafos rodearon a los custodios y el ex gobernador trató que estar lo menos posible a la vista de las cámaras.
Su traslado del estacionamiento al piso 11 del edificio judicial se hizo lo más rápido posible, tanto que a pesar de que faltaba una hora para la audiencia, no lo metieron a las celdas que existen en el sótano del inmueble, donde ha estado retenido Otto Pérez, el ex presidente de Guatemala que enfrenta acusaciones de asociación ilícita, caso especial de defraudación aduanera y cohecho pasivo.
Duarte llegó al quinto tribunal de sentencia penal, narcoactividad y delitos contra el ambiente rodeado de policías y custodios armados y una nube de cámaras de fotografía y video.
Molesto y a empujones, logró llegar a la sala de audiencias, donde sólo entran acusados, magistrados, defensores y fiscales.
Ante el desorden que provocaron los reporteros, el ex gobernador de Veracruz fue ingresado a otra sala mientras daba inicio formal la audiencia.
Durante la diligencia, el magistrado César Adán García Cuc informó a Javier Duarte que en este país no se le juzgará por ningún delito y que sólo se dará trámite a la solicitud que presentó el gobierno mexicano para que fuera detenido con fines de extradición, y después pasar a la etapa de la formalización y desahogo del juicio de extradición.
García Cuc dijo al detenido mexicano que era su derecho responder o no a las preguntas que le formularan durante la audiencia. Duarte aceptó contestar algunos cuestionamientos del magistrado, entre ellos cuánto tiempo tenía de vivir en Guatemala. Respondió: desde hace seis meses, es decir, desde octubre pasado, mes en el que también se libró la orden de aprehensión en su contra.
El ex gobernador declaró a los magistrados no tener domicilio fijo en este país; que su residencia habitual está en Veracruz, entidad en la que nació en 1973, y tener un doctorado en economía.
La expresión de su rostro cambiaba constantemente. Pasaba de estar enrojecido y ver con enojo, a bajar la mirada como si tuviera pesar o tristeza. A veces volteaba a ver a los representantes de los medios de comunicación como si quisiera que grabaran su imagen con la mirada altanera, y en ocasiones sonreía.
Sólo hubo un momento en que su rostro aparentó tristeza. Fue cuando le preguntaron si quería ser extraditado de manera sumaria, es decir, que aceptara en forma voluntaria ser entregado al gobierno mexicano, o si prefería enfrentar un proceso ordinario, que tarda entre tres y cuatro meses.
Duarte y sus abogados, Óscar Patzán y Pablo Campuzano, solicitaron tiempo para ofrecer su respuesta. Luego de 15 minutos, el ex funcionario mexicano y sus defensores notificaron al tribunal que en este momento no puede allanarse a la extradición, y que esto podría ocurrir hasta que tenga pleno conocimiento del contenido de la solicitud formal del gobierno mexicano.
El ex mandatario veracruzano explicó que no rechaza la posibilidad de la extradición sumaria, sino que me reservo ese derecho hasta que mi defensa pueda evaluar su contenido
En respuesta, la fiscalía pidió que en la audiencia se formalizara la detención de Duarte con fines de extradición y que se informe a México que contará con 60 días para entregar la solicitud para extraditarlo, así como las pruebas que acreditan la comisión de delitos cometidos por el ex gobernador de Veracruz.
Los magistrados resolvieron que existe un compromiso entre Guatemala y México para entregarse mutuamente a las personas que son perseguidas por la comisión de algún delito, y así se le decretó reclusión preventiva en la prisión de Matamoros.
Al término de la audiencia, Javier Duarte salió del tribunal rodeado de policías, fue llevado al sótano para que abordara el vehículo blindado, pero en el trayecto, además de los incidentes entre custodios y reporteros, los presos guatemaltecos que estaban en las celdas de espera comenzaron a gritarle al ex funcionario mexicano: ¡Hijo de la gran puta! ¡Hijo de la gran puta!.
Entre empujones y cargado en vilo por custodios, Javier Duarte fue subido al vehículo de traslados penitenciarios. El ex gobernador regresó a la prisión donde están otros 26 reos, entre ellos el ex presidente Otto Pérez Molina, narcotraficantes de cárteles locales, así como líderes de las pandillas de la Mara Salvatrucha.
Prepara PGR la petición formal
La Procuraduría General de la República (PGR) integra la solicitud formal de extradición del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte al gobierno de Guatemala, la cual abarcará todas las investigaciones en que haya orden de aprehensión en su contra, para que exista claridad y certeza jurídica respecto de los delitos por los que será entregado a México, sostuvo el subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR, Alberto Elías Beltrán.
En entrevista con Notimex, explicó que se imputa a Duarte delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero), denunciados por la Unidad de Inteligencia de la Secretaría de Hacienda.
Sin hacer referencia a los delitos que le imputa la fiscalía de Veracruz, Elías declaró: ya tenemos a sus cómplices o a la mayoría de sus cómplices; ahora vamos a recuperar todo el daño que han sufrido los veracruzanos.
Agregó que se han recuperado bienes en México y se han solicitado asistencias jurídicas internacionales en Estados Unidos, España y otros países.
Fuente: La Jornada