- Paradigmas sociales, económicos y políticos internacionales cambian aceleradamente
- Advierte sobre un ambiente de desencanto y preocupación; nuestra nación está a prueba, señala
Querétaro, Qro. Ante un ambiente de desencanto y preocupación mundial por los cambios acelerados en los paradigmas políticos y sociales internacionales, ‘‘nuestra nación, como pocas veces en su historia reciente, está a prueba’’, advirtió el presidente Enrique Peña Nieto. Son momentos cruciales ‘‘en que se han conjuntado desafíos del exterior con retos del interior’’, que demandan la unidad ‘‘en lo esencial, como sociedad y como nación’’.
Durante su discurso en el centenario de la Constitución de 1917, hizo una nueva convocatoria a la unidad, ‘‘no alrededor de una persona o un gobierno, sino unidad en torno a los valores de la Constitución, los valores de nuestra ley fundamental: soberanía, libertad, justicia, democracia e igualdad’’. Demandó perseverar para consolidar a México en el concierto internacional ‘‘bajo los principios de igualdad jurídica de los estados y solución pacífica de las controversias’’.
Sin embargo, Peña Nieto abrió espacio también en su discurso para, reivindicando la Constitución como eje del proyecto nacional, hacer alusiones a la política interna: ‘‘Que no haya distracciones ni extravíos. No perdamos impulso buscando salidas falsas o soluciones simplistas. No olvidemos las duras lecciones del pasado. En la vida de las naciones no hay caminos cortos, ni rutas fáciles. No hay atajos hacia el desarrollo. No se ganan carreras sin esfuerzo ni sudor’’.
Ante su gabinete, gobernadores, legisladores, ministros de la Corte y representantes de organismos autónomos, Peña no aludió expresamente en ningún momento a Estados Unidos o a su nuevo presidente, Donald Trump, pero centró su discurso en las consecuencias de su llegada: ‘‘El centenario de la Constitución ocurre en una coyuntura difícil. Los paradigmas sociales, económicos y políticos, a nivel internacional están cambiando aceleradamente.
‘‘Los sentimientos de frustración, temor e incertidumbre se han extendido y agudizado en todos los continentes, ante un contexto cada vez más volátil y complejo. Este ambiente de desencanto y preocupación es también un llamado de atención para el país’’. Son tiempos –agregó el mandatario– de decisiones no sólo para determinar el presente como nación y enfrentar las exigencias actuales, sino también para delinear el futuro de las próximas generaciones.
Señaló que la Carta Magna ha permitido compaginar preservación de valores esenciales y modificaciones para adecuarla a nuevas realidades, en un equilibrio entre cambio y permanencia. La Constitución favorece los acuerdos para lograr transformaciones e impulsar la competencia en sectores estratégicos; para institucionalizar la transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción; para alcanzar una justicia pronta y expedita, en alusión al decreto que ayer promulgó sobre la nueva justicia cotidiana.
Peña Nieto subrayó que la defensa de la soberanía nacional, para que sólo los mexicanos sean los forjadores de su destino, se desprende de la Carta Magna. En ella, añadió, también se fundamenta la libertad, en todos sus ámbitos, para que se puedan expresar las opiniones, defender las creencias y desplegar capacidades.
Junto con estos valores se encuentran además la justicia, para respetar los derechos de todos; la democracia, para decidir conjuntamente, y la igualdad, para que nadie se quede atrás, aseveró el Presidente. Tras describir las líneas generales de la Carta Magna pidió:
‘‘Cerremos filas para alcanzar las más altas aspiraciones plasmadas en nuestra ley suprema, para lograr una convivencia pacífica y civilizada (…) para consolidar la democracia como una estructura jurídica y un régimen político pero, sobre todo, para hacer realidad su derecho a un trabajo digno y para que la estabilidad financiera sea la base más sólida del desarrollo nacional’’, para que todos los derechos que reconoce nuestra Constitución sean una realidad en la vida diaria, demandó.
Jornada con un cúmulo de acciones para honrar al centenario: firma de la escritura que transfiere al Senado el Teatro de la República, emisión de un billete y una moneda conmemorativos; colocación de una cápsula del tiempo, e inauguración de la muestra Fuerzas Armadas, Pasión por Servir a México.
Fuente: La Jornada