Se la llevan limpia y la regresan verde
Cuernavaca, Mor. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) sustrae agua de manera ilegal de dos cárcamos que construyó para las pruebas de una de dos termoeléctricas edificadas en Huexca y que operan desde los últimos meses de 2016, denunció Jorge Zapata, nieto del general Emiliano Zapata.
Dijo que cuando los ejidatarios de Ayala los descubrieron, informaron al juez –que concedió el amparo en su favor para suspender las obras en 2013– que CFE violó el mandato para que no tomaran el agua del río Cuautla, con la que riegan sus cultivos.
Dijo que CFE ofreció dinero a los ejidatarios de Gabriel Tepepa, sin consultarlo con la asamblea de ejidos que tiene la concesión –la cual forma parte de la asociación de usuarios del río Cuautla–, y le dieron permiso para llevársela por un año para probar la termoeléctrica.
Los engañaron. Sé que en ese contrato que firmaron en las letras pequeñas dice que se estarían llevando el agua de aquí hasta por 30 años. CFE sólo les pagó un año y se sigue llevando el agua de manera clandestina hasta hoy, recalcó
Acusó que los cárcamos están bombeando el recurso sin permisos de los campesinos, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Comisión Estatal del Agua y Medio Ambiente (Ceama).
Lo hicieron a escondidas y sin que nadie se enterara, acusó.
Detalló que éstos se ubican sobre el canal de riego del ejido Gabriel Tepepa, municipio de Cuautla, los cuales obtienen el líquido desde los afluentes Los Sabinos y Agua Hedionda, la cual es usada por los ejidatarios de Gabriel Tepepa
El nieto del Caudillo del Sur, quien desde agosto pasado encabezó un plantón que permanece en San Pedro Apatlaco, municipio de Ayala, refirió que se llevan el agua
limpiay la regresan con sustancias químicas que van a enfermar a los pobladores,
porque viene espumosa, verde y huele feo.
Adelantó que iniciaron una denuncia ante la Procuraduría General de la República por robo de agua contra la CFE, Conagua, Ceama y autoridades locales, al ser los responsables de los manejos de las aguas estatales y nacionales.
Fuente: La Jornada