domingo, 6 de noviembre de 2016

Culmina Peña Nieto la privatización del sector petroquímico| Da Pemex millones a juegos sindicales

La zona petroquímica de Coatzacoalcos. Foto: Yahir Ceballos

Desde 1992 Carlos Salinas de Gortari impulsó la privatización de las plantas petroquímicas y el jueves 3 Enrique Peña Nieto le dio la puntilla final al aprobar, sin decreto presidencial de por medio, la pulverización de los cinco complejos del país, que ya no aparecen en la nueva estructura de la empresa Pemex Transformación Industrial.

En el nuevo Plan de Negocios que Pemex dio a conocer el jueves 3 se muestran nuevos esquemas de “asociación, coinversión con terceros o servicios con terceros”, para algunas de las plantas y procesos que conforman los complejos petroquímicos más importantes del país: Cangrejera y Morelos.

Al gerente del Complejo Morelos, Casimiro Álvarez Urbina, ya le llegó la orden del cierre “anticipado” y “definitivo” de la planta acrilonitrilo que estaba en manos de la empresa brasileña Unigel, como lo establece un oficio fechado el pasado 4 de octubre y del que este semanario tiene copia.

Especialistas en la materia consideran que esas medidas forman parte del “regreso” a Pemex de algunos activos, con el fin de revenderlos en conjunto a la iniciativa privada.

De los cinco complejos petroquímicos mexicanos: Morelos, Cangrejera, Pajaritos, Cosoleacaque y 
Camargo, los cuatro primeros están en Veracruz y constituyen la principal fuente de trabajo. Camargo está en Coahuila, no opera desde 2001 y el próximo 10 de noviembre podrían anunciar su cierre definitivo.

Ante este panorama, integrantes de la Coordinadora por la Defensa de Pemex anunciaron que el viernes 11 realizarán una marcha en Coatzacoalcos e intentarán tomar la dirección de los complejos para evitar que los cierren.

Entre las principales empresas interesadas en adquirir las plantas petroquímicas o los complejos en su totalidad está Brasken, propiedad del brasileño Marcelo Odebrecht, quien fue detenido en su país el 19 de junio de 2015 por el caso de Petrobras y acusado de incurrir en sobornos.

Entre las mexicanas destaca IDESA, propiedad de Guillermo Gutiérrez Saldívar, quien en 2010 se asoció con Brasken para crear la planta Etileno XXI, que inició sus operaciones el 10 de febrero pasado.

Otro interesado es el Grupo Alfa, de Armando Garza Sada, y finalmente están Alonso Ancira y  Xavier Autrey Maza, según comentó la química, diputada federal Rocío Nahle, integrante del Comité de la Energía y originaria de Veracruz.

De acuerdo con el exgerente de Recursos Materiales en Pemex Petroquímica, hoy jubilado, Saúl Hernández Ayala, el valor aproximado de los complejos petroquímicos es el siguiente: Morelos y Cangrejera, 3 mil millones de dólares cada uno; Cosoleacaque y Camargo, mil millones de dólares cada uno, y Pajaritos, que se encuentra fuera de operación después de la explosión de la planta de clorados el 20 de abril pasado y que es propiedad de Antonio Del Valle, tiene un valor de 250 millones de dólares, monto que se espera le pague el seguro por las pérdidas.

“Desaparecen”
complejos petroquímicos

En 1992 el gobierno de Salinas de Gortari propuso dividir a Pemex en las cuatro subsidiarias: Pemex Exploración y Producción, Pemex Refinación, Pemex Gas y Petroquímica Básica, y Pemex Petroquímica. En esta última agruparon los cinco complejos petroquímicos: Morelos, La Cangrejera, Pajaritos, Cosoleacaque y San Martín Texmelucan, además de las “unidades petroquímicos” como Escolín, Tula y Camargo.

Esa división duró poco más de dos décadas. En 2013 se aprobó la reforma energética impulsada por Peña Nieto y el 13 de noviembre de 2015 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva estructura de Pemex, a la que se le sumaron Refinación y Petroquímica.

Se creó así la Empresa Productiva Subsidiaria Pemex Transformación Industrial (EPS-Pemex TI) y sus cuatro direcciones; la primera ocupada por el director general Carlos Murrieta Cummings. En la Dirección de Producción se incluyeron las refinerías y las petroquímicas. Cangrejera y Morelos se mantuvieron en ese esquema.

Sin embargo, el pasado 17 de octubre el consejo de administración de Pemex, en “sesión extraordinaria” –es decir no programada– tomó varios acuerdos, entre ellos desaparecer las petroquímicas, por lo menos de la estructura orgánica. Eso provocó que los trabajadores convocaran a movilizaciones contra la privatización.

En el punto 1.4 del orden del día de la sesión mencionada, se establece claramente la discusión de “modificaciones a la Estructura de la EPS Pemex Transformación Industrial” y se establecen tres acuerdos; en el primero se indica que “las modificaciones a la estructura” representan un ahorro de 38.4 millones de pesos en la “estructura macro”, por lo que no implicará mayores erogaciones ni contratación de personal adicional al de Pemex.

En el acuerdo dos “se instruyó a Pemex Transformación Industrial realizar todas aquellas acciones que resulten necesarias para la implementación de las modificaciones a su estructura orgánica”.

En su tercer acuerdo, el consejo de administración del corporativo señala que “en tanto se autorizan y entran en vigor las modificaciones al Estatuto Orgánico de PTI, los titulares de esa empresa productiva subsidiaria emitirán los acuerdos de delegación de funciones y asignación de responsabilidades que sean necesarias para implementar las modificaciones…  gestionen los poderes que se requieran para realizar las funciones y para que se lleven a cabo las acciones necesarias para dar continuidad a la operación y funcionamiento de la empresa”. El documento, del que Proceso tiene copia, está firmado por el secretario Fernando Zendejas Reyes.

En el nuevo organigrama aparece la estructura Producción de Petolíferos, que incluye las seis refinerías del país y en el “proceso de gas y petroquímicos” no figuran las cinco plantas petroquímicas, únicamente los complejos de gas. Ni siquiera se menciona ya a los complejos de Morelos y la Cangrejera, como aún se hacía en la estructura del 13 de noviembre de 2015.
Así, estructuralmente, no existen los complejos petroquímicos como tal ni tampoco divididos en cada una de sus plantas.

La jugada del etileno

El ingeniero Saúl Hernández Ayala, exgerente de Recursos Humanos de Petroquímica, explica que hasta la llegada de Salinas de Gortari a la Presidencia, Pemex contaba con 237 “plantas petroquímicas”, las cuales estaban agrupadas en los complejos La Cangrejera,  Morelos, Pajaritos, San Martín Texmelucan y Cosoleacaque; y en las unidades Reynosa, Tula, Camargo y Poza Rica. En el sexenio del panista Felipe Calderón se cerraron las unidades de Reynosa y Poza Rica, con lo que solamente quedaron 67 plantas.

En Pajaritos, que contaba con 2 mil 500 trabajadores, ya no opera la planta principal, que era la de clorados. Morelos, con nueve plantas, tiene 2 mil 500 empleados. La Cangrejera, con 16 plantas, tiene 3 mil trabajadores, mientras que Cosoleacaque emplea a 2 mil.

Las plantas petroquímicas producen etileno y derivados que se utilizan como materias primas con una enorme variedad de usos, y el insumo para crear etileno es el gas etano, que abastece la propia Pemex.

El problema actual, explica la química y diputada federal Rocío Nahle, es que el etano se entrega en su mayoría a las empresas Edesa y la ya mencionada Brasken después de que en febrero de 2010 el entonces presidente Felipe Calderón aprobara la construcción de la planta Etileno XXI.

El ingeniero jubilado Heberto Barrios Castillo, quien trabajó en la subdirección de Pemex Refinación hasta hace seis años advierte que el 19 de febrero de 2010 la subsidiaria Pemex Gas y Petroquímica Básica firmó con Brasken y Grupo Idea un contrato para abastecerlos de etano por 20 años.

Dicho contrato, del que este semanario también tiene copia, estuvo reservado y en la cláusula 10.1, titulada “vigencia de contrato”, incluye un párrafo que le permite al comprador privado ampliar o renovar el contrato por tres periodos adicionales de cinco años. Esto significa que Pemex se comprometería a abastecer de etano hasta por 35 años a la empresa privada que se encarga de producir el etileno que consumen las petroquímicas en grandes cantidades.

Privatización encubierta

En el Plan de Negocios dado a conocer por Pemex el pasado jueves 3, dentro de lo que los directivos califican como “oportunidad histórica” destacan la posibilidad de utilizar “todos los instrumentos y la flexibilidad que ofrece la reforma energética”, así como “focalizar” los negocios y usar las “alianzas y asociaciones”.

En cuanto a la petroquímica, en el documento se hace una confusa división entre Pemex Transformación Industrial, Pemex Etileno y Pemex Fertilizante. En esta última se hace una clara referencia a la petroquímica de Cosoleacaque y dice que se “consolidará” un contrato para garantizar el suministro de cuatro plantas de amoniaco, que es la base para crear fertilizantes como la urea.

En Pemex Etileno, que es donde sí figuran las petroquímicas Cangrejera (con 16 plantas) y Morelos (con nueve), propone hacer negocios con la iniciativa privada de 2017 al 2019, a través de las figuras de “asociación”, coinversión con terceros” y “servicios con terceros”.

En el caso de La Cangrejera sólo se mencionan tres plantas (las de etileno, polietileno de baja densidad y óxido de etileno), además de los servicios auxiliares de agua, y queda fuera el resto de las plantas. Como negocio propone modernizar la planta de óxido de etileno.

El Plan de Negocios sólo incluye seis de las nueve plantas del complejo petroquímico Morelos, más el agua y la construcción, en “asociación”, de una planta más de glicol. Se plantea modernizar las plantas de polietileno de ambos complejos en “coinversión con terceros”.

Se hace énfasis en que Morelos cuenta con una planta de acrilonitrilo para fabricar  anticongelantes, de la cual se contempla el “cierre definitivo”. Además, se anticipará el fin del contrato que Pemex tiene con la empresa brasileña Unigel y se aplicará el “paro operativo seguro”, es decir, se conservará sólo al personal necesario para el mantenimiento de las instalaciones.

Sin embargo, según el documento “no se vislumbra una fecha en que nuevamente se arranquen operaciones” en dicha planta.

El documento tiene fecha del pasado 4 de octubre, 13 días antes de que el consejo de administración autorizara la nueva estructura operativa de Pemex Transformación Industrial y donde desaparecen, al menos en el papel, los complejos petroquímicos.

En el documento también se ordena al gerente del complejo Morelos que haga una relación de los finiquitos y “relacionar los pendientes que no se realizaron para dejar la planta en condición segura de arranque y tener continuidad operativa prolongada”.

Los especialistas Heberto Barrios y Saúl Hernández consideran que está en marcha una privatización velada, pues tanto los acuerdos del consejo de administración como los del Plan de Negocios muestran que las petroquímicas están fraccionándose para venderlas en partes, aunque también podría adquirirse nuevamente la planta de acrilonitrilo para luego revenderla o hacer una “asociación” con empresas privadas que incluya otras plantas.

Alertan sobre ello pues dicen que la participación de la iniciativa privada ya se vio que no funciona, y como ejemplo pusieron Pajaritos donde Antonio del Valle pagó por la planta de clorados 250 millones de dólares, explotó la planta por falta de mantenimiento, dejó a Pemex solo chatarra y ahora sólo él saldrá ganando con el pago del seguro de 250 millones de dólares, lo mismo que invirtió, sostiene Rocío Nahle.

También recuerdan que en 1992 se vendió a Ancira y Xavier Autrey la planta de agronitrogenados, pero Pemex la recompró en 2014 por 475 millones de dólares, cuando la planta tenía 14 años sin funcionar y sus activos se consideraban chatarra.

Esa recompra la negoció Xavier Autrey, tío de Arturo Henríquez Autrey, quien al siguiente día de la operación asumió la Dirección  Corporativa y de Procura y Abastecimiento de Pemex. Renunció a ese cargo un año y ocho meses después, el 16 de septiembre de 2015.

A decir de la diputada Rocío Nahle, quien coincide en que la privatización ya está realizándose, eso es una muestra de que el gobierno ha entregado las plantas productivas a gente inexperta y cuando el negocio se les cae, se lo revenden a Pemex. Fuente: Proceso|  JESUSA CERVANTES

Da Pemex millones a juegos sindicales