domingo, 26 de julio de 2015

“Brozo” exige renuncia de EPN pero es Televisa, quiere más dinero y poder: Académicos

Entre el 13 y el 20 de julio, “Brozo”, el emblemático payaso y conductor del segmento “El Mañanero”, que se transmite por Foro TV de la cadena Televisa, reclamó y criticó dos veces en menos de una semana a Enrique Peña Nieto, Presidente
de México, por la fuga de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, e incluso pidió su renuncia.

Expertos en comunicación aseguran que si bien es cierto que la aparente indignación del personaje cómico del actor Víctor Trujillo reflejó de muchas maneras la ira de los mexicanos luego de la fuga Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, del Centro Federal de Readaptación Social Número Uno, tampoco puede pasarse por alto que el pintoresco payaso es parte de una empresa –Televisa– que se han convertido en un “Estado paralelo” y que ha ido de la mano de los tres últimos presidentes de México, por lo que detrás de sus reclamos se esconde el enojo del gigante de medios en contra de la administración Peña Nieto.

Coinciden en que los sonados reclamos de “El Payaso Tenebrozo” no son a título personal, pues desde la primera vez se hubiera dado su salida de la empresa. Más bien, señalan, por un lado Televisa busca dejar entre la audiencia la idea de que también da voz a opiniones críticas pero, por otro, y ante la caída en sus ganancias, se esconde un fuerte reclamo al Gobierno federal por los cambios en la asignación de publicidad oficial y en la Ley Electoral que obliga a los medios de comunicación a ceder tiempo gratis a los partidos políticos.

De acuerdo con sus informes a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Grupo Televisa registró una caída de 39.9 por ciento en su utilidad neta [el valor residual de los ingresos de una entidad lucrativa después de haber disminuido sus costos y gastos relativos] para el segundo trimestre de 2015, en comparación con el mismo periodo del año pasado, principalmente por la obligación de la televisora de ceder tiempo aire a los partidos políticos en el periodo electoral y a una disminución de 16.4 por ciento en sus ventas de publicidad.

Las ventas por publicidad entre abril y junio sumaron 5 mil 238 millones de pesos, en comparación con los 6 mil 264 millones del segundo trimestre de 2014.

No sólo son las pérdidas, algunos académicos afirman que con la presión que está ejerciendo no sólo a través de “Brozo” sino de otros de sus conductores que tras la fuga del capo han cuestionado seriamente a funcionarios como el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, Televisa busca obtener beneficios de la llamada frecuencia 2.5, pero también más poder político que el que ahora tiene en el Legislativo a través de la llamada “telebancada” [senadores y diputados emanados, principalmente de Televisa o Tv Azteca].

LOS BERRINCHES DE “BROZO”

El conductor Víctor Trujillo, a través de su personaje de payaso, criticó por primera vez al Gobierno federal el 13 de julio, luego de que Peña Nieto señalara desde Francia que la fuga de “El Chapo” no era algo que se fuera a resolver “sólo mediante enojos y llenándonos de ira”.

A lo que “Brozo” respondió: “Mire, Presidente ‘Henry Monster’, no es ira lo que tenemos los mexicanos”. En medio de las risas del staff, no sólo le puso apodo a Peña Nieto, sino que se burló del apellido del titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong; del Subsecretario de Gobierno de la Segob, Luis Miranda Nava; del Gobernador “chapeado” del Estado de México [Eruviel Ávila Villegas] y de los sistemas de seguridad del penal de El Altiplano.

Y le cuestionó: “¿Qué tiene que pasar en este país para que alguien renuncie?”.

La segunda ocasión fue el 20 de julio, cuando insinuó que “El Chapo” trataba a los más altos funcionarios de este país como “peleles”, por lo que, hablándole de tú, le pidió la renuncia al Presidente.

“¿Qué significa eso? No, agraviados ustedes, que son burlados, minimizados, que son tratados como peleles por un criminal. Nosotros somos los que estamos enojados, porque no funciona lo que estamos pagando. O sea, aquí los patrones somos nosotros. ¿Entonces qué es lo que pasa? Cuando el patrón está pagando bien y el trabajo no sale, corres a la gente, porque de haber mucha gente que puede hacerlo mejor. Porque eres el patrón. Y así es la cadena de todos. Porque además ustedes que están en su casa tienen patrones, nosotros también tenemos patrones, y esos patrones tienen patrones. Este es mi trabajo, esto es lo que sé hacer, ¿te late? No, pues no me late, pues vámonos a otra cosa. O, ¿puedes hacer el trabajo?, sí, no es cierto, no lo estás haciendo, se te está yendo la gente, se te está yendo el criminal más buscado de este país, no puedes hacer el trabajo, ¡vete!”, expresó un “Brozo” iracundo.

“Brozo” no es el único personaje de la televisora que ha cuestionado el actuar del Gobierno federal ante la fuga del capo de Sinaloa. El 17 de julio, la conductora Adela Micha se confrontó en una entrevista con Monte Alejandro Rubido, a quién le cuestionó si no pensaba renunciar.

Con gestos y ademanes, la conductora ponía en duda las respuestas del funcionario: “Es un golpe durísimo al gobierno, al Estado mexicano”, le dijo la conductora en una parte de la entrevista al funcionario que en distintas ocasiones se notaba incómodo con las preguntas incisivas.

¿QUÉ QUIERE TELEVISA?

Detrás de la reciente ola crítica de algunos comunicadores de Televisa, según académicos consultados por SinEmbargo, se encuentran dos motivos: dinero y poder.

“En parte es volver a tener mayor cuota de publicidad del Estado, mayores posibilidades de usar la banda 2.5 para el servicio de la telefonía y quizá tenga que ver algo con el apagón a analógico para que se pueda retrasar un poco y de cierta manera puedan tener mayor encaje en la competencia”, planteó Francisco Javier Esteinou Madrid, investigador del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco.

A su consideración “Brozo” es el encargado de enviarle los mensajes al gobierno por ser el personaje que tiene mayor popularidad entre la población y “lo que hace es una crítica irónica que lleva a mayor cobertura de población. La figura creada en el payaso puede darse el lujo de criticar las políticas así como demandar la renuncia del Presidente porque de hacerlo otros personajes de forma directa les traería un costo político. Le trae menos consecuencias que lo haga Trujillo a que lo haga un actor político tradicional como el jefe de información de Televisa o alguno de sus representantes en el Congreso [la telebancada]”, dijo.

Ivonne Acuña Murillo, profesora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, expuso que si “Brozo” hubiera hecho las críticas a título personal ya no estaría dentro de la televisora, y su crítica forma parte de una estrategia que ha manejado la empresa desde hace varios años en que la tanto Víctor Trujillo, como su personaje, desempeñan un papel importante para “enseñar los dientes y demostrar el poder”.

“Si lo de ‘Brozo’ hubiera sido a título personal, no estaría ahí. A él lo manejan en momentos específicos. Algo quiere Televisa de la Presidencia que empieza a presionar vía ‘Brozo’. Cuando era Víctor Trujillo, en el programa ‘Tercer Grado’ entraba en momentos coyunturales”.

La catedrática de la Universidad Iberoamericana aseguró que siempre cuando se define un candidato a la Presidencia de México, la televisora lo desaparece de pantalla o de la radio o bien suaviza sus críticas [a Trujillo o a su personaje], pero lo mantiene dentro de sus filas “para hacer presión con su figura desparpajada; ni ‘Brozo’ es tanto, ni la televisora hace las cosas sin pensar la leña que hay detrás de Trujillo”.

En este contexto citó también la entrevista realizada por Adela Micha al titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), en la que, dijo, parecía realizar más la función de un “ministerio publico” que de titular de uno de los segmentos informativos.

“Televisa no tiene sólo intereses económicos. Televisa dejó de ser el soldado del PRI [Partido Revolucionario Institucional] o del Presidente, como dijera [Emilio] Azcárrraga Milmo, y se ha convertido en un poder que le compite a la Presidencia, ellos juzgan a los presidentes, a los funcionarios, a los delincuentes…”, consideró.

“La empresa está midiendo fuerzas porque algo quiere y en unos días lo sabremos. Por lo pronto, la Presidencia no está desarmada tiene cartas que jugar como las concesiones. Pero en la política los medios son una contraparte porque no puede haber política sin medios que tienen el poder de hacer y deshacer políticos. No hay que olvidar que Peña Nieto se formó como candidato a través de los medios y así como lo hicieron lo pueden deshacer”, sentenció Acuña Murillo.

Raúl Trejo Delarbre, profesor e investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), planteó que hay que partir de la certeza de que todos los personajes que aparecen en Televisa “reciben instrucciones”. Sin embargo, no descarta que ante una Presidencia tan debilitada como la de Peña Nieto, la empresa ahora busque posicionarse como un medio crítico con comentarios incisivos por parte de figuras que ante su falta de “audacia para la investigación” ahora atacan al gobierno.

En su perspectiva, entre Televisa y el Gobierno federal existe una relación institucional en la que la empresa cobra por publicidad, lo cual no indica que también exista una alianza política, ya que la compañía, propiedad de Emilio Azcárraga Jean ha tomado distancia, luego de algunas reformas promovida por el Presidente, como la de telecomunicaciones, “no le gustaron”.

Pero también aseguró que no se debe perder de vista que no existe Presidente que no haya tenido relación con la televisora y con todos han existido momentos de tensión.

Fuente: Sin Embargo| Por Juliana Fregoso