TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.- El indígena zoque Víctor Hernández Gomes, de 49 años, se encuentra preso desde hace 17 meses por llevar casi el mismo nombre de un homicida.
El 1 de noviembre de 2000 fue asesinado en la comunidad de Ocotal Maravillas, municipio de Villacorzo, Raquel Guillén Santiago, de 20 años. Sus primos Fredy Guillén Tamayo y Octavio Guillén Ruiz, únicos testigos del crimen, denunciaron antes las autoridades judiciales a Víctor Hernández Gómez (con “z”) como responsable del homicidio.
Luego de asentar el nombre del asesino en la averiguación previa 2016/49-B/2000, elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) iniciaron la búsqueda de Hernández Gómez, quien para entonces ya había huido del pueblo.
Hace menos de año y medio, el indígena zoque ligado al crimen de Guillén Santiago dejó su comunidad, Luis Echeverría, municipio de Ocotepec, y migró al vecino estado de Oaxaca, para buscar trabajo y enviar dinero a su esposa, embarazada en ese entonces, y a sus cuatro pequeños hijos que viven en la extrema pobreza, como casi todos en ese lugar. Ahí comenzó su tragedia.
Deambulando por las calles de esa entidad en busca de empleo, Hernández Gomes fue reportado por unos vecinos que lo confundieron con un delincuente. Posteriormente la Procuraduría de Justicia de Oaxaca pidió información a su homóloga de Chiapas para verificar si había algún antecedente delictivo.
La Procuraduría chiapaneca notificó una orden de aprehensión desde 2001 por presunta participación en el crimen de Raquel Guillén Santiago. Luego de recibir al indígena, lo puso a disposición del juez penal de Villaflores, Horacio Estrada, quien le dictó el auto de formal prisión.
Todo el tiempo, desde que fue notificado en Oaxaca, Hernández Gomes negó ser autor del crimen y dijo que ni siquiera conocía el lugar donde ocurrieron los hechos, pero eso no importó a la PGJE y menos al juez, quien tampoco tomó en cuenta que Raquel Guillén Moreno, padre del joven asesinado, negara que el detenido fuera el homicida de su hijo, y le dio ocho años de prisión.
Los testigos de los hechos también confirmaron que el indígena preso no era el responsable del crimen, sino otro hombre de apellido Gómez.
La abogada Francelia Estrada Valdez, quien lleva la defensa del “presunto culpable”, destacó que el verdadero homicida lleva el nombre de Víctor Manuel Hernández Gómez, con “z”, no con “s”, por lo que impugnó la sentencia y sólo logró la reposición del procedimiento. Su defendido sigue en la cárcel.
En conferencia de prensa, denunció que tanto la PGJE como el juez del ramo penal violaron los derechos fundamentales del indígena preso y el derecho de acceso a la justicia de los padres del joven asesinado hace 15 años.
La abogada pidió hoy públicamente a las instancias del Poder Judicial y de procuración de justicia que no prolonguen más este doble crimen contra el indígena de la etnia zoque, de quien dependen su madre Juana Gomes, su esposa Francisca Martínez Hernández y sus cinco hijos, todos menores de edad.
Estrada Valdez sostuvo que aunque acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y ante la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), muy poco se ha logrado.
Además, denunció el nulo oficio legal de las instancias responsables de procurar e impartir justicia en Chiapas, donde se niega el derecho de acceso a la justicia real a los pueblos indígenas.
Fuente: Proceso| ISAÍN MANDUJANO