domingo, 5 de agosto de 2012

No pasa porque no pasa, señalan opositores a gasoducto en Morelos

La obra de la CFE, que manejarían firmas españolas, atravesaría 60 pueblos de tres estados cercanos al Popo; lugareños temen por sus vidas

La paraestatal acosa a campesinos para que cedan derechos de vía, amenaza penalmente y quita apoyos a quienes impugnan el proyecto
Huexca, municipio de Yecapixtla, Mor. Ante la decidida defensa que hacen tanto la administración actual del estado como el gobernador electo, Graco Ramírez, sobre la construcción de un gasoducto que atravesaría 60 pueblos de Morelos, Puebla y Tlaxcala para abastecer a dos termoeléctricas que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pretende erigir en este poblado, opositores al proyecto advierten que las obras no pasan porque no pasan, ya que ponen en peligro sus vidas al estar dentro de la zona de riesgo volcánico del Popocatépetl.

Durante un recorrido por Huexca, a unos 11 kilómetros de la ciudad de Cuautla, donde se ubicarían las dos termoeléctricas, cuyas obras la comunidad bloqueó y detuvo desde el pasado 16 de mayo, así como por Jantetelco y Amilcingo, en Morelos; San Francisco Coapan, Santa María Zacatepec y Nealtican, en Puebla, y entrevistas con habitantes de San Vicente, municipio de Nativitas, y San Damian Texolo, de Tlaxcala, por donde pasaría el gasoducto, pudo constatarse que en las tres entidades hay gran oposición a las obras que promueve la CFE pero ejecutarían y manejarían las empresas españolas Elecnor y Abengoa.

Habitantes de dichas comunidades, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (Fpdtampt), se reunieron el fin de semana en Santa María Zacatepec para hacer un balance de la situación en que se encuentra su lucha contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), en el cual se invertirán mil 600 millones de dólares, según la propia paraestatal.

El PIM consta del gasoducto –de 150 kilómetros de longitud y diámetro de 30 pulgadas–, las termoeléctricas –de 620 megavatios que consumirán gas natural–, una línea eléctrica de 20 kilómetros hacia la subestación Yautepec y un acueducto de 20 pulgadas desde Cuautla, según información de la Subdirección de Desarrollo de Proyectos de la Dirección de Proyectos de Inversión Financiada de la CFE.

En las entrevistas realizadas en los poblados citados se nos informó que la conducta de empleados de la CFE o de las empresas ha sido dirigirse directamente a ejidatarios, comuneros o pequeños propietarios de los predios por donde pasaría el gasoducto, sin tomar en cuenta las asambleas ejidales, comunales o de la población, sin una consulta previa, libre e informada, buscando convencerlos de firmar contratos para adquirir un derecho de vía o servidumbre de paso, que originalmente les dicen es de cinco metros, pero posteriormente amplían a 25, pagándoles de renta por 25 años, un total de entre 10 hasta 150 pesos el metro.

Indicaron que dichos promotores incluso acosan a los propietarios de los predios en sus casas, y a los opositores al PIM los presionan –en ocasiones con ayuda de autoridades– quitándoles apoyos, como fue el caso de la cooperativa Chapultitlán, comercializadora de chapulines en Santa María Zacatepec, o con acusaciones penales, como en el caso del delegado municipal de Huexca, Alejandro Estudillo, acusado de obstrucción de una obra pública.

Señalaron que los promotores del gasoducto les dicen que el gas natural no explota, aunque ante los cuestionamientos que se les hacen reconocen que eso puede ocurrir si hay un punto de ignición –que para los campesinos puede ser la chispa que produzca el roce de un tractor con una piedra– o si hay una fuga en los hornos de quienes hacen cerámica, o una erupción del volcán Popocatépetl.

Al respecto, el Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder), de la Universidad Autónoma de Puebla, fijó su posición sobre la instalación del PIM señalando que “se consideran inapropiados los cuatro trazos de ubicación del gasoducto que se pretende instalar en zonas aledañas al Popo, así como la instalación de la termoeléctrica en la población de Huexca…”.

En un documento del pasado 10 de julio, firmado por el maestro Carlos Alberto Tovar González, del área de Geociencias de Cupreder-BUAP, menciona que los trazos del gasoducto cruzan la zona considerada como de peligro eruptivo.

Sobre las termoeléctricas, dice que se ubicarían en un área muy vulnerable en relación con los peligros eruptivos y que la instalación de esta infraestructura en la zona “incentivaría sin duda la especulación inmobiliaria y el crecimiento urbano, lo que… va en sentido contrario a la política propuesta en el Programa de Ordenamiento Ecológico de disminuir la presión demográfica en la región del volcán…”.

Cuestionado por La Jornada sobre el temor de los opositores al proyecto de que el gobierno panista saliente pudiera reprimir el movimiento para despejarle el camino, Graco Ramírez afirmó: no quiero que nadie me haga ningún trabajo previo a la llegada como gobernador el primero de octubre, porque he declarado que me opongo públicamente al uso de la fuerza publica, subrayando que él privilegiará el diálogo.

Se hará la consulta

Sobre la denuncia de que la CFE no respetó la obligatoriedad de realizar una consulta previa a los pueblos indígenas de la zona, como establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, anunció que se hará dicha consulta.

–¿Y si la población se opone a la obra? –se le preguntó

–Pues vamos a respetarla, pero esperamos convencer a la gente. Yo creo que hay argumentos suficientes para hacerlo. Pues si como gobernador no voy a convencerlos, entonces ¿para qué me dedico a ser gobernador?

–Ya ve lo que pasó en Atenco, que el gobernador (del estado de México, entonces Enrique Peña Nieto) no pudo convencer a la gente y pasó lo que pasó…

–Es diferente; yo no soy ni Fox ni Enrique Peña Nieto. Yo soy Graco Ramírez, vengo de izquierda, he luchado, he hecho trabajo desde la base con los campesinos y los trabajadores, y cuento con un liderazgo que tiene que ver con otra cosa, con lo social, y ellos me conocen, conozco personalmente a todos los dirigentes, a casi todos, y voy a hablar con ellos.

Confío en los argumentos sólidos que hay de carácter técnico y científico; estoy asesorado por los mejores especialistas e investigadores, así como por representantes de la sociedad civil, y hemos concluido que no hay tal daño ecológico con el gasoducto y la planta de cogeneración eléctrica por la cercanía del volcán.

“¿Cómo es posible que pasen 40 o 100 ductos en la ciudad de México, que es de alta sismicidad, de riesgo de altos sismos; cómo es posible que tengamos gasoductos en el mar y se sufran ciclones y maremotos o tsunamis… y no sean un peligro? Porque las tecnologías modernas y los sistemas de seguridad de los gasoductos nos permiten garantizar que no haya problema alguno de emergencia en las zonas sísmicas… Supongamos que haya una erupción del volcán: deja de emitir gas ese gasoducto en menos de unos segundos y se sella. No hay gas, esto no explota”.

–Pero no es lo mismo una erupción de volcán que un sismo.

–Si es erupción de volcán, a la hora que baje la lava el tubo está vacío, no tiene gas.

–Los habitantes también dicen que el ducto les va a cortar las vías de escape: ¿van a quedar entre el gasoducto y el volcán?

–No, vamos a hacer todas las obras de remediación necesarias para darles seguridad; yo voy a ver con ellos todo eso. Vamos a tomar en cuenta todos sus argumentos para asegurar que esta obra sea en favor y no en daño de los morelenses, sin imponer por la fuerza nada, sino mediante el diálogo. Lo vamos a hacer. Pero de que es necesario el gasoducto, lo es.

Zonas de riesgo desde Tlaxco hasta Huexca
La línea en negro bordeada en azul representa el trazo del gasoducto que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pretende construir desde Tlaxco, Tlaxcala, hasta Huexca, Morelos.

El trazo fue elaborado por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, con base en las coordenadas incluidas por la paraestatal en la manifestación de impacto ambiental presentada a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, sobre el mapa de Peligros del Volcán Popocatépetl, realizado por científicos de los Institutos de Geofísica, Geología y Geografía de la UNAM (www.cenapred.unam.mx/es/Instrumentacion/InstVolcanica/MVolcan/MapaPeligros/MapaDePeligros.jpg)

El mapa muestra tres diferentes áreas con distintas tonalidades de acuerdo con su nivel de riesgo:

Rojo. Area 1 (peligro mayor). Podría ser afectada por derrames de lava, flujos piroclásticos (mezclas de gases, ceniza y fragmentos de roca) a altas temperaturas que descienden del volcán a velocidades extremadamente altas (100-400 kilómetros por hora) y flujos de lodo y rocas que se mueven siguiendo los cauces existentes, más o menos a 100 km/h. En esta área han ocurrido dos erupciones importantes cada mil años en promedio.

Naranja. Area 2 (peligro moderado). Es afectada por erupciones con menor frecuencia: 10 veces cada 15 mil años en promedio. Sin embargo, estas producen los mismos peligros enlistados para el área 1.

Área 3 (peligro menor). Los peligros son los mismos enlistados para las áreas 1 y 2, pero producidos por erupciones extraordinariamente grandes que son relativamente raras (10 en los últimos 40 mil años).

Los flujos de lodo e inundaciones se concentran esencialmente en las barrancas (achuradas con líneas en café claro) y los arroyos, y les toma de 10 a 30 minutos descender del volcán.

El Instituto de Geofísica de la UNAM y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), advirtieron que 23 kilómetros del gasoducto quedarían en la zona de riesgo moderado y 78 en la de riesgo menor. Asimismo, 57 kilómetros están en la zona de derrumbes gigantes, en el flanco sur del Popocatépetl, por lo que consideraron improcedente su construcción, pues representa un peligro significativo para las comunidades que habitan la región (La Jornada de Oriente, 17 de enero de 2012)