domingo, 5 de agosto de 2012

Las promesas de Peña Nieto no convencieron

Comicios, 1 de julio: El candidato priista a la Presidencia perdió la votación en los estados donde más compromisos firmó ante notario.

Enrique Peña Nieto concentró buena parte de sus compromisos firmados ante notario en estados donde perdió la votación.

A pesar de que fue una de sus principales apuestas para concentrar los votos a su favor, los resultados finales por estado no siempre obedecieron a la cantidad de compromisos que se ofrecieron en cada entidad.

Peña Nieto fincó su estrategia de campaña en la firma de compromisos, aunque parece que éstos poco influyeron en la votación en los estados y no alcanzaron a constituir una determinante para los resultados del pasado 1 de julio.

Los estados donde más se firmaron compromisos no constituyeron uno de los activos en votación más determinantes a escala nacional para el militante priista. De hecho, algunos de los estados donde se firmaron menos compromisos contribuyeron con el grueso de la votación el pasado 1 de julio.

Por ejemplo, Veracruz y Tamaulipas se encuentran entre los estados con mayor número de compromisos, en ninguno de los dos logró el triunfo Peña Nieto. En el primero se obtuvo un empate técnico con 0.2 por ciento de votos a favor del PAN, mientras que en Tamaulipas el margen fue de seis puntos.

En contraste, en Chihuahua, Colima y Nayarit, que apenas alcanzaron un compromiso de manera particular para su estado, Peña Nieto ganó la elección presidencial con márgenes mayores a los seis puntos porcentuales.

Peña Nieto firmó en los 90 días de campaña un total de 264 compromisos de los que solo 19 por ciento son de impacto nacional. El restante tiene que ver con desarrollos de infraestructura local, que además requieren de la participación de los estados para que se lleven a término.

Casi 84 por ciento de los compromisos sobre los que el priista fincó su campaña tienen que ver con el desarrollo de salud o infraestructura de los estados de la República.

Sin embargo, la distribución de los compromisos no fue equitativa, éstos se concentraron arbitrariamente entre los estados, es así como en una sola entidad, como el Estado de México, se concentraron 26 compromisos, de los 221 que se firmaron a escala nacional, mientras que en otras entidades, como Nayarit y Chihuahua, solo tuvieron un compromiso local firmado por el candidato que más votos obtuvo en la pasada elección.

A pesar de ser su mayor método de campaña, las votaciones fueron disparejas en comparación con el número de compromisos y no parece haber influido de manera definitiva en el resultado por estados.

En los estados gobernados por la oposición el número de compromisos osciló entre los 8 y 10 firmados, a pesar de que el número de visitas para cada uno de ellos fue casi del doble que el promedio general.

El priista, originario del Estado de México, dejó concentrados 26 compromisos en esta entidad, de los cuales más de la mitad requieren de la cooperación del gobierno local para efectuarse.

Incluso algunos de ellos corresponden al gobierno municipal tanto su operación como su aplicación.

En los compromisos nacionales el priista mexiquense apostó en casi la mitad a una cooperación del Legislativo, debido a que para concretarlos se requiere de la aprobación de Congreso, como es el caso de la disminución del número de diputados, la reforma energética que contribuirá a disminuir las tarifas de luz y las que tienen que ver con la creación de las comisiones anticorrupción y de transparencia en medios.




Fuente: Milenio