Era necesaria la modificación ante la obsolecencia del circuito, dice CFE
La construcción de una nueva red eléctrica en el Centro Histórico de la Ciudad de México es una prioridad y uno de los principales retos que en este momento enfrenta la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la zona centro del país.
Iniciada en el periodo noviembre-diciembre de 2010, lo que buscan es sustituir la que red eléctrica que antes, opinan, parchaban trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
La inversión que se hará es de hasta unos 700 millones de pesos, tan sólo por la paraestatal, y el objetivo es sacar a los grandes usuarios de la red que están usando energía en baja tensión y pasarlos a la de alta tensión.
Ricardo Gascón Plascencia, jefe de mantenimiento de la División Valle de México Centro, explicó que los procesos de modernización van en tiempo y el trabajo estará listo en 2013.
La labores que se van a hacer sustituyen la totalidad de los cables, transformadores y postes, líneas y medidores de energía en el Centro Histórico, una medida extrema para enfrentar una problemática difícil.
La obsolescencia, diseño anacrónico y falta de mantenimiento, se suman a una serie de anomalías como son la instalación indebida de equipos y subestaciones dentro de edificios históricos, cables enterrados sin ducto o protección, inexistencia de planos de la red, y que son solo algunos ejemplos de los problemas que enfrentan.
De acuerdo con testimonios de trabajadores que llevan a cabo las obras, se han encontrado cables que conducen energía al subsuelo, a tierra. En otras ocasiones son cables pelones o simplemente enterrados, sin ningún tipo de aviso o protección.
Un caso extremo fue un ducto, acondicionado para llevar energía de un sitio a otro, con cables para alta tensión pero que no estaba conectado a nada. Sólo estaba enterrado.
Modificación completa
La modernización implica la construcción de seis circuitos de media tensión, 291 kilómetros de ductos subterráneos, 85 transformadores sumergibles de 500 kVA de capacidad, 245 seccionadores de protección, 286 kilómetros de cables de media tensión, 72 kilómetros de baja tensión, 9 mil acometidas, 28 mil clientes.
Los circuitos empezarán en Eje Central y se mueven hacia el oriente, hasta el Anillo de Circunvalación. Deberán atender Palacio Nacional, Catedral, Banco de México además de las plazas comerciales y las grandes tiendas.
El proyecto son nada más que 124 manzanas con 28 mil usuarios de los cuales nueve estaban en media tensión —aunque tendrían que estar 400— y para junio o julio del 2013 estará terminado y la CFE deberá de atender lo mismo a los edificios del gobierno capitalino como a los de la administración federal, como el Palacio de Donceles donde está la Asamblea Legislativa, la Suprema Corte y los bancos.
Para Gascón Plascencia es irreparable la red actual y la nueva lo que permitirá es evitar la saturación, las sobrecargas y los cortocircuitos. El problema es que los materiales de la red superaron su vida útil y están sin mantenimiento por lo que vienen las fallas.
Antes de ponerse en marcha el proyecto, del que se hizo una revisión de las condiciones del cableado y de las instalaciones eléctricas, y se noto que los registros remontan del año de 1965, de ahí la obsolescencia y la necesaria sustitución total de cables, transformadores y subestaciones.
El Centro Histórico depende de la subestación de Pensador Mexicano, ubicada cerca del Teatro Blanquita. Desde ahí se iniciaron los trabajos de obra civil; hoy se tienen al menos 18 frentes abiertos.
El funcionario expresó que los usuarios del Centro Histórico estarán más seguros con la red subterránea de la Comisión Federal de Electricidad porque se han hecho secciones de tal forma que la falla en una zona no involucrará a otra.
Además, con los cambios en cada una de las partes del Centro Histórico, se prevé que las empresas que son grandes consumidores se pasen de tarifas de baja tensión a las de alta o media tensión, definidas como OM o HM; los cálculos que se tienen es que son cerca de los 500 clientes que hoy tienen tarifa residencial.
Para tener una idea de qué clase de nuevos clientes son, hay que tomar en cuenta que lo mismo son las tiendas de conveniencia que las cafeterías, las grandes tiendas, zapaterías o los grandes edificios públicos.
Gran parte de la energía se origina de la subestación Pensador Mexicano. Ahí los trabajos son continuos para evitar incendios, sin embargo, los registros se llenan de agua lanzada por los locales, lo que genera fuertes problemas de seguridad. Los objetivos de la nueva red es que el Centro Histórico se mantenga con una gran actividad para los próximos 30 años.
El crecimiento de la demanda de la zona es de los más altos del país, puede ser de hasta 5% anual de ahí que la modernización de la infraestructura eléctrica se muy compleja, es una reconexión diferente de muchas de las instalaciones de la zona, porque el cableado actual se hizo para lo que era el Centro Histórico hace 45 años.
Para evitar el colapso de esa zona, la CFE llevó a cabo más de 4 mil acciones de mantenimiento en las diversas instalaciones que tiene en el Centro Histórico; por ejemplo, sustituyó más de 3 mil transformadores y modernizó por lo menos 34 subestaciones.
Fuente: El Universal