El titular de la Secretaría de Protección Civil (SPC), Miguel Moreno Brizuela, informó que los cortocircuitos, incendios y el estallido ocurridos el fin de semana pasado en instalaciones subterráneas del Centro Histórico, se debieron a que el consumo de energía eléctrica el 23 de diciembre rebasó el nivel de capacidad que se tenía, y a que en República de Uruguay y República de El Salvador no ha sido sustituido el cableado, por lo que era imposible supervisarlas y prevenir esos incidentes.
Luego de una reunión con técnicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se explicó que se tiene un avance de 90 por ciento en la modernización de los equipos, aunque faltan algunas calles que serán intervenidas en los siguientes meses para eliminar la posibilidad de una explosión, como sucedió en República de El Salvador, donde resultó lesionado un oficial.
La operación de los sistemas de monitoreo evitó que otros 13 circuitos derivaran en explosiones, y sólo ocurrieran exhalaciones de humo y llamas en dos. A la fecha se cuenta con 871 indicadores en el Centro Histórico que supervisan los incrementos de calor en las instalaciones subterráneas para aislarla o cortarla en las calles que ya fueron modernizadas, por lo que, “en el peor de los casos, sólo tendríamos humo”, señaló.
Dichos aparatos permiten también detectar filtraciones de agua a las denominadas mufas para evitar cortocircuitos, con lo cual “sería muy difícil que ocurrieran explosiones en las zonas intervenidas, según dijeron los técnicos de la CFE hace tres semanas al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, pero sucedió, lo cual nos sorprendió y nos mantiene en alerta”, comentó Moreno.
Mencionó que en el diagnóstico entregado por el organismo se indica que las instalaciones eléctricas en República de Uruguay y República de El Salvador no han sido cambiadas y hubo una sobrecarga que derivó en una explosión, por lo que se le pidió atender esa situación de manera urgente, así como cambiar el nivel de tensión baja a media a 200 grandes consumidores, pues “no podemos permitir que haya un muerto para que se pongan las pilas, aunque reconocemos que han trabajado”.
Mencionó que todos los días, de las 23 a las 5 horas, acompañan al personal de la comisión en sus labores, pero “no somos especialistas, no podemos hacer un cambio de cableado y no tenemos ninguna responsabilidad técnica, pero sí la de garantizar la seguridad de la gente. Por eso se llevó a cabo esa reunión extraordinaria, con el fin de tomar medidas para evitar que vuelva a suceder”.
Fuente: La Jornada