El negocio que representan las 4 mil 500 toneladas diarias de desechos que produce el DF, quedó en manos de Transilmex, Tersa del Golfo y Contadero SA
La basura en el Distrito Federal se ha convertido en los últimos días en un negocio para dos tiraderos privados del Estado de México y uno en Morelos. Según los propios responsables de los rellenos sanitarios, cada día el gobierno capitalino debe pagarles entre 100 y 140 pesos por tonelada de desperdicios, lo que se traduce en 570 mil pesos al día por las cuatro mil 500 toneladas que reciben en sus predios.
Tras del cierre del Bordo Poniente, el GDF envía la mayor parte de la basura al relleno “Bicentenario”, ubicado en Santa María Tianguistengo en el municipio de Cuautitlán Izcalli. Ahí llegan diariamente 50 camiones con desechos de la ciudad por los cuales la empresa Tersa del Golfo, propiedad del tamaulipeco Eduardo Cárdenas, cobra 140 pesos por tonelada, es decir, un total de 350 mil pesos al día, pues recibe dos mil 500 toneladas de basura.
Para llevar la basura a este tiradero, los choferes tienen que hacer traslados de cinco horas de ida y vuelta, además de esperar en largas filas de hasta 20 camiones. El tiradero estaba en parcial uso, pues a pesar de encontrarse en el municipio de Cuautitlán Izcalli, el ayuntamiento no desechaba su basura ahí.
Otros ciento 20 mil pesos se le pagan a la empresa Contadero SA de CV, por llevar mil toneladas diarias de basura a su relleno “Mina Paulina”, ubicado en San Miguel Mimiapan en el municipio de Xonacatlan.
Este relleno se ubica a 15 kilómetros de la capital y sólo había recibido con anterioridad los desechos generados en Toluca y municipios de la región. La empresa Transilmex Inc, S.A. de C.V. propietaria del relleno sanitario “La perseverancia” ubicado en Cuautla, Morelos, recibe otros cien mil pesos diarios por el manejo y compactación de mil toneladas de desechos que reciben por día provenientes del DF.
Para el cierre del Bordo Poniente, el Gobierno Federal destinó 361 millones de pesos del Fondo Nacional de Infraestructura, además de brindarle asesoría técnica al GDF y otorgarles una concesión a 30 años para que se aproveche el gas metano en la generación de electricidad
Fuente: La Razón