Y finalmente se consumó la primera gran traición de Morena al pueblo de Chiapas. La más dolorosa por el abrumador sentimiento de decepción que la acompañó. Y es que, en el peor de los escenarios posibles, el Senado de la República, con la mayoría de los votos de la bancada de Morena, terminó por aprobar la licencia para que Manuel Velasco Coello pudiera regresar al gobierno de Chiapas como su propio sustituto.
No pudo ser peor la forma para evidenciar lo que tanto se advirtió y ahora parece tener su principal argumento. Después de haber votado en una primera instancia y negarle la licencia a Velasco, el Senado decidió retractarse de último momento para reponer el proceso de votación y, ahora sí, entregarle a Velasco Coello el permiso necesario para gobernar dos veces de manera consecutiva.
La noticia sobre la negativa de licencia ya se había regado en medios estatales y nacionales, el pueblo de Chiapas ya festejaba, sin embargo, de pronto algo sucedió. Tras la primera votación Manuel Velasco entró de inmediato a reunirse con los coordinadores parlamentarios de Morena, Ricardo Monreal, Dante Delgado de Movimiento Ciudadano y Miguel Osorio Chong del PRI, para buscar una solución urgente a lo sucedido.
De la Junta de Coordinación Política, encabezada por el senador de Morena Ricardo Monreal, salió un nuevo documento de solicitud para someter nuevamente la licencia de Velasco a votación al final de la sesión. Pocos daban crédito de lo que sucedía en la Cámara Alta. De la nada, la gran mayoría de la bancada de Morena habían cambiado su postura al respecto, dispuestos a defender en tribuna “los derechos” del ahora dos veces gobernador chiapaneco.
A excepción de contados legisladores morenistas, como el senador Víctor Manuel Castro Cosío, el apoyo de la bancada Morena se volcó a favor de Velasco. Fueron finalmente 82 votos a favor, 31 en contra y cuatro abstenciones las que permitieron a Velasco regresar a Chiapas para ponerse “el traje” de gobernador sustituto, perfectamente confeccionado a la medida por el Congreso de Chiapas.
Los senadores admitieron que detrás de la administración Velasco si había una nube de irregularidades, con evidentes modificaciones a la constitución local a modo, un rechazo social generalizado, violaciones a la constitución federal para ocupar dos veces el cargo de manera consecutiva y concentrar dos poderes constitucionales al mismo tiempo; pero nada fue suficiente para negarle su desesperado regreso al poder estatal.
Lo legisladores del Senado estaban facultados para votar con absoluta libertad, sin argumentos jurídicos necesarios de por medio. Su figura constitucional les permite decidir libremente bajo criterios personales. Por eso los asuntos en el el legislativo se deciden mediante votación y no en juicios penales. Tenían la posibilidad de negar la licencia bajo los criterios morales, éticos o legales que mejor decidieran (como sucedió en la primera votación), pero prefirieron retractarse por razones que todavía lucen desconcertantes.
La bancada mayoritaria de Morena decidió darle la espalda al pueblo de Chiapas y confirmar los señalamientos que durante meses han asegurado un contubernio entre Andrés Manuel López Obrador, su partido y Manuel Velasco. Morena y Obrador terminaron por definir su posición en lo que respecta a Velasco Coello. Decidieron finalmente consumar una traición dolorosa contra un pueblo que el primero de julio depositó la esperanza en un proyecto que prometió aires de cambio y justicia plena.
La misma noche de este martes el Congreso de Chiapas, también con los votos de los legisladores locales de Morena, eligió a Manuel Velasco Coello como sus propio gobernador sustituto. El mensaje emitido desde el Senado de la República ha sido devastador para el pueblo de Chiapas, ha calado hondo y decepcionado de manera muy prematura, con costos políticos que seguramente cobrarán su cara factura los próximos años… así las cosas.
Morena se comporta como PRI en el Congreso al hacer acuerdos inmorales: "Galileos" del PRD
Integrantes de la corriente ‘Galileos’ del Partido de la Revolución Democrática (PRD) condenaron el actuar de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Congreso al votar a favor de la licencia solicitada por el senador Manuel Velasco, a fin de poder regresar a Chiapas a terminar su periodo como gobernador.
Cabe señalar que luego de que Morena diera su apoyo a Velasco en el Senado, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) cedió cinco de sus diputados al partido de Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo de la República.
De esta manera, Morena se hizo de la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, con 252 escaños.
Al respecto, los ‘Galileos’ declararon que “vemos con preocupación cómo la nueva mayoría legislativa se comporta como la vieja mayoría priista haciendo acuerdos inmorales como el ocurrido en el Senado de la República que permite seguir siendo gobernador y senador electo a Manuel Velasco Coello”.
Los perredistas consiguieron que con sus acciones, los legisladores de Morena se convirtieron en “aquello que decían combatir”.
Las críticas de la corriente también se enfocaron en los integrantes del actual gobierno: “Consideramos inadmisible la exultante impunidad del fin de sexenio. La liberación de Elba Esther Gordillo, la reclasificación de delitos para abrirle la puerta de la cárcel a Javier Duarte y el grosero desistimiento contra Alejandro Gutiérrez son una burla a la voluntad popular que clama justicia. Por eso nos preocupan las declaraciones del presidente electo en el sentido de que no se perseguirán los delitos cometidos por la administración saliente y que habrá un ‘borrón y cuenta nueva’. No lo compartimos y nos parece pernicioso. Por eso preguntamos a Andrés Manuel López Obrador si hizo un Pacto de Impunidad con Enrique Peña Nieto”.
Los políticos también consideraron que tras la derrota del 1 de julio, “el PRD está en la peor crisis de su historia y la única forma de salir de ella es con una refundación radical que parta de cero”.
“Hay que volver a empezar”, pidieron los ‘Galileos’, “Eso significa poner el registro al servicio de un nuevo proyecto en el que todo esté a discusión y se privilegie en todo momento el consenso para avanzar. Ir a una elección interna para que el clientelismo defina la correlación interna entre tribus es no entender que no se entiende. Lo único responsable sería que un Congreso disuelva al partido y convocar a los demócratas del país a construir algo distinto y mejor”.
Los perredistas aseguraron que México necesita un cambio de régimen y que “eso no significa que arriemos nuestras banderas, al contrario, tenemos el derecho constitucional de seguir defendiendo nuestras ideas y hacer alianzas con personas y fuerzas que las compartan”.
“Creemos indispensable crear un polo que defienda la democracia, el federalismo, la transparencia, las libertades y los derechos humanos, al mismo tiempo que combata frontalmente y sin concesiones a la corrupción, la impunidad y la discriminación; que se plantee potenciar el crecimiento económico y reducir la agraviante desigualdad. Se necesitan en el país contrapesos efectivos y oposiciones responsables que respalden lo que consideran correcto sin dejar de ser firmes frente al Ejecutivo todopoderoso y denunciar los errores, fallas e insuficiencias”, agregaron.
Fuente: Revolución 3.0,Reporte Indigo y La Jornada