A contracorriente de la ola proteccionista que pudiera venir de Estados Unidos, México y Japón trabajan e intensifican su flujo amistoso, comercial y de inversiones en ambos sentidos, conscientes de los retos que les depara el futuro.
“Hay espacio para que ambos países puedan aumentar (este flujo) aún más. Se pueden incrementar oportunidades en ambos lados… porque nuestra relación es y será de gana-gana”, afirma a El Sol de México el embajador japonés en nuestra nación, Akira Yamada.
Interrogado en su despacho, el diplomático recuerda que “una de mis misiones más importantes es aumentar el intercambio en ambas direcciones, en cualquier nivel. El comercio, la inversión, son muy importantes”.
Y por cierto, ante el nuevo escenario político mundial, reflexiona: “no hay que temer al cambio. Vamos a superar tiempos complicados y ver cuidadosamente qué hará el nuevo Gobierno de Estados Unidos, porque la Unión Americana no es una persona. Hay otros actores protagonistas: el Congreso, la Corte Suprema. También en la administración parece que hay varias opiniones. Hay que observarlo todo cuidadosamente. Lo mejor está por llegar”, dice con esa serenidad característica y milenaria de la cultura del país del Sol Naciente.
En la parte bilateral, Yamada expresa que los ojos de los inversionistas nipones están y estarán puestos en nuestro país, entre otras cosas, “por su sistema político estable y democrático; por su política comercial abierta, de libre comercio y una política fiscal bastante sana.
Refiere además que “México tiene amplia red de muchos acuerdos y tratados de libre comercio con muchos países del mundo, naturalmente con Japón tiene el Acuerdo de Asociación Económica. Tiene una condición laboral bastante estable, trabajadores bastante calificados. Y también infraestructura relativamente buena en puertos importantes en ambas costas; ferrocarril y amplia red de carreteras para el traslado de productos”.
“En suma, México es un país muy amistoso para Japón. Hay muchos elementos. También México está al lado del mercado más grande del mundo, Estados Unidos. Estos elementos atraen a las inversiones extranjeras y claro, las de Japón”, comenta Yamada.
EL MARCO GLOBAL
“El mundo siempre está cambiando. Naturalmente el cambio del Presidente en Estados Unidos, puede tener mucha influencia en muchos países del mundo. Siempre estamos listos para el cambio para mejorar, para tener un mundo mejor. En Japón estamos listos para realizar, para tener un mundo mejor para todos los países. En ese sentido, sí, nosotros naturalmente, notamos el cambio o la diferencia, pero no es necesario tener miedo del cambio. Tenemos que hacer lo que tengamos que hacer y si es necesario vamos a tener nuevas políticas y superar tiempos complicados.”
En la sobria oficina del diplomático en Paseo de la Reforma, transcurre la entrevista, con el deleite de sorbos de un exquisito té.
Sobre lo que ocurrirá con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, al retirarse Estados Unidos de este mecanismo este nuevo contexto, responde:
“El presidente Trump anunció su retirada del TPP. Sin embargo, legalmente el TPP todavía está ahí. Japón ya terminó su proceso interno para ratificarlo. La Dieta ha terminado y ya nosotros hemos manifestado al mundo nuestro documento de intención del Tratado y ahora Japón trabaja para que los otros 11 países lo ratifiquen y se termine el proceso interno o para concluirlo.”
Luego agrega:
“En cuanto a Estados Unidos, todavía no hemos abandonado la idea de que vayan a cambiar su posición a pesar de que es difícil y va a tomar algún tiempo. La administración del señor Trump acaba de empezar y cuando el nuevo Gobierno entienda el valor importante del intercambio del TPP, esperamos que cambie su posición.”
Enfático, puntualiza que el TPP es un mecanismo muy importante en el aspecto económico y político. En lo económico representa el 40 por ciento del PIB del mundo y fija reglas de alto nivel para las inversiones, para la propiedad intelectual, las relaciones económicas, las empresas estatales.
Y en segundo lugar –apunta-, el TPP es un acuerdo donde los países comparten valores como democracia y Estado de Derecho. Entonces, a través del TPP nosotros podemos profundizar nuestra amistad y también contribuir a la estabilidad, a la paz de la región.
Enseguida, dice:
“Y de esta manera nosotros podemos establecer, tener las reglas de juego económicas o de alto nivel y que el TPP sea el estándar, el modelo de las reglas de juego no solo de la región sino de todo el mundo.”
Subraya: “Entendemos que no es fácil que Estados Unidos cambie su posición; pero nosotros trabajamos para que también entienda la importancia del TPP y por lo menos, reconsideren su decisión”.
RELACIONES DE MÁS DE 400 AÑOS DE INTERCAMBIO
De la relación México-Japón, dice: “Somos amigos y socios, desde hace muchos años. Japón y México tienen un Acuerdo de Asociación Económica que se firmó en 2004 y entró en vigor en 2005.
Es un Acuerdo ejemplar que beneficia a ambos lados. Desde su entrada en vigor el comercio se incrementó notablemente, pero sobre todo la inversión japonesa en México aumentó dramáticamente en los últimos 5 años.
“Nuestro Acuerdo funciona muy bien. Beneficia a ambos países. Ambos lados aprovechan muy bien este Acuerdo. Naturalmente hay espacio para que ambos países puedan aumentar aún más. Se pueden incrementar oportunidades para ambas naciones.”
Sostiene que “una de mis misiones es promocionar la exportación de los productos japoneses a México y las importaciones de productos mexicanos a Japón”.
Lamenta que hay muy pocas inversiones mexicanas en Japón. “Son pocas. Quiero especialmente que vayan más empresas mexicanas a Japón. Es decir, ya hay un instrumento muy importante, muy útil, el Acuerdo de Asociación Económica entre los dos países; pero tenemos que aprovecharlo aún más”, dice vehemente.
“Es decir, cómo vamos a utilizar, profundizar y aumentar aún más nuestras relaciones económicas, el comercio en ambas direcciones e inversión en ambas direcciones”, agrega.
¿Actualmente a cuánto asciende la Balanza bilateral?
-En 2015 el comercio bilateral llegó a 18 mil 500 millones de dólares. Refiere que el intercambio se redujo durante la crisis mundial en el 2008/2009 y después, aumentó de forma paulatina. El comercio bilateral creció 2.3 veces después de la entrada en vigor del
Acuerdo de Asociación Económica.
El 4.4 por ciento de las exportaciones japonesas vienen a México, solo después de Estados Unidos, China y la Unión Europea.
Japón exporta a México partes automotrices y maquinaria. “Aquí, empresas mexicanas y japonesas añaden valor agregado y son autos que después México exporta a Estados Unidos, Europa y otros países. De esta manera es una relación muy complementaria, muy buena de gana-gana. Es integración, sí, sí.”
La relación México-japonesa es de gana-gana. Hay que ver el contenido del comercio. Aquí en México la inversión japonesa es muy importante. Es de entre 1,500 a 2,000 millones de dólares por año.
Aclara: esta inversión es no solo en fábricas, incluye inversión financiera y bursátil.
Pero, indica, la inversión importante de Japón en México es para el establecimiento de empresas y fábricas que crean empleos para mexicanos, transferencia de tecnología, recursos humanos y luego fabricación de productos que se exportan a Estados Unidos, Europa y América Latina.
El número de empresas japonesas también aumenta. En 2009 eran 399 y en 2015 llegaron a 957. Y para en 2006 eran mil y para este 2017 se espera que sean quizás mil 100.
Puntualiza enseguida que solo las inversiones japonesas entre 2012 a 2015 fueron de 6 mil 854 millones de dólares, las cuales representaron el 5.3 por ciento del total de la Inversión Extranjera Directa en México que -de acuerdo a la Secretaría de Economía en dicho periodo- alcanzaron los 128 mil 832 millones de dólares.
Fuente: El Sol de México