lunes, 14 de mayo de 2012

El país, obligado a continuar con importación de gasolinas: ASF


La reconfiguración de las refinerías de Cadereyta, Nuevo León; Madero, Tamaulipas, y de Minatitlán, en Veracruz, no facilitó el procesamiento de crudo y, en cambio, la producción de combustibles por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) se redujo, lo cual obliga al país a continuar importando gasolinas, determinó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En las conclusiones de la cuenta pública 2010 se detalló que Pemex y la subsidiaria Pemex Refinación (PR) no cuentan con infraestructura adecuada para procesar un volumen mayor de petróleo crudo pesado y obtener mejores rendimientos de productos de valor agregado, como son las gasolinas y el diesel.

Aun cuando el gobierno federal invirtió 2 mil 420 millones de dólares mediante la figura de proyectos de inversión con impacto diferido en el gasto (Pidiregas) en la reconfiguración de las plantas de Cadereyta y Madero, y 4 mil 500 millones de pesos en la de Minatitlán, la ASF sostuvo que el coto promedio de las gasolinas es mayor que el de importación, lo que sirve de argumento a Pemex para señalar que es más económico importarlas que producirlas.

Modernización de refinerías

El proyecto de reconfiguración de las refinerías, iniciado en el último tramo del sexenio de Ernesto Zedillo y que terminó en 2011, ya en el de Felipe Calderón, con tres años de retraso, pretendía abastecer a un mínimo costo la demanda de gasolinas y diesel con un bajo contenido de azufre, aumentar el proceso de crudo pesado Maya y aprovechar al máximo la capacidad de las instalaciones ya construidas.

Con ese objetivo, en 1999 la administración zedillista lanzó una convocatoria internacional para modernizar las refinerías de Cadereyta y Madero, y el contrato se otorgó al consorcio Pemopropo, integrado por Triturados Basálticos (Tribasa), Siemens y la coreana Sunkyong Engeneering, por mil 160 millones de dólares, pero el costo del proyecto casi se duplicó.

En la de Minatitlán, la ASF refiere en el informe que el contrato fue otorgado en 2004, en el gobierno de Vicente Fox, a ICA/Fluor Daniel por 3 mil 539 millones de pesos, con un plazo de entrega a abril de 2008, pero la inauguración del complejo ocurrió apenas en abril del año pasado.

La ASF informó que entre 2006 y 2010 el volumen de producción de combustibles se redujo 2 por ciento promedio anual, debido a que las refinerías de Madero, Cadereyta y Salina Cruz redujeron su producción entre 1.5 y 5.9 por ciento en promedio anual.




Fuente: La Jornada