Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, mediará en el diálogo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Secretaría de Gobernación, informó el secretario del exterior del gremio, Humberto Montes de Oca.
En entrevista, indicó que el objetivo de la participación del mandatario capitalino es buscar que se reanude la mesa de diálogo con la dependencia federal y se retomen los acuerdos pactados hace ocho meses entre las dos partes, los cuales comprendían la reinserción laboral de los más de 16 mil trabajadores en resistencia y la agilización de los procesos para la liberación de los 12 electricistas que se encuentran encarcelados.
Hoy se reunirán en Gobernación el titular de la dependencia, Alejandro Poiré, Ebrard y la dirigencia de este gremio, para intentar retomar las negociaciones que se encontraban suspendidas.
Montes de Oca expuso que la propuesta de que Ebrard medie en el conflicto surgió en el último encuentro del comité central del SME con funcionarios de Gobernación. Refirió que en septiembre del año pasado el gobernante capitalino logró incidir en el acuerdo logrado por los electricistas con la dependencia federal, a fin de que desocuparan la plancha del Zócalo capitalino y la dejaran libre para los festejos patrios, a cambio de un acuerdo que contemplaba la entrega de la toma de nota al comité ejecutivo del SME, la reinserción laboral para todos los que no habían cobrado su liquidación y que no entorpecieran los procesos legales de los detenidos, lo que no se cumplió, afirma.
En el fondo –dice–, funcionarios de esta administración siguen entorpeciendo la posibilidad de un acuerdo para solucionar el conflicto, porque quieren que desaparezca el SME, y aun cuando el acuerdo lo firmó el extinto Francisco Blake Mora, faltó voluntad política para concretarlo.
El SME ha planteado diversas alternativas para saldar el conflicto, que comprenden desde la creación de una nueva central eléctrica para la zona centro del país hasta la sustitución patronal. Sin embargo, el gobierno panista sigue poniendo obstáculos y criminalizando a los trabajadores, señaló.
Fuente: La Jornada
