jueves, 22 de diciembre de 2011

Se advirtió a Pemex que cancelara acuerdo con Sacyr por ser ilegal

Gasca Neri afirma que la constructora ofrecía sus acciones a bancos para salvar deudas

Pidió que una firma independiente revisara el manejo de fondos de filiales de la paraestatal
La Dirección General de Petróleos Mexicanos (Pemex) fue advertida desde el 18 de octubre de 2011 de que debía abandonar el acuerdo celebrado con Sacyr porque la operación era ilegal desde su origen al no haber sido aprobada por el consejo de administración, y porque ambas empresas habían violado ya algunas de las cláusulas, entre ellas que Sacyr ofreciera sus acciones a bancos para capitalizarse y salvar sus deudas.

En la sesión ordinaria 834 del consejo de administración, el consejero externo Rogelio Gasca Neri expuso que Pemex debía cancelar el acuerdo con Sacyr por ser violatorio de la Ley de Petróleos Mexicanos; propuso solicitar la intervención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para la revisión de una situación “excepcional”; nombrar un consejero delegado que vigilara el cumplimiento de estos acuerdos planteados ante el consejo de administración y reconstruir la relación con Repsol.

En ese momento Gasca Neri señaló que Pemex debía desinvertir en Repsol, mantener un solo asiento en el consejo de administración, y al mismo tiempo encargar a una firma independiente que revise manejo de fondos y de recursos a nivel internacional de filiales de Pemex.

Operación cuestionada de origen

El ex director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) expuso en esa reunión del consejo de administración que la operación entre Pemex y Sacyr “es cuestionada de origen al no contar con la autorización del consejo ni con una opinión jurídica del abogado de la empresa emitida ex ante y al haber violado artículos de la Ley de Petróleos Mexicanos, de presupuesto y deuda, la operación está tocada de ilegalidad”, y dijo que la legalidad y procedencia de la operación no puede estar sujeta a una autoevaluación y que una opinión del abogado general extemporánea tampoco es suficiente, por lo que desde entonces se requería la intervención de la ASF como una “situación excepcional”.

Gasca acotó que a unas semanas de que se concretara la negociación entre Pemex y Sacyr era evidente que no se habían concretado los objetivos y se habían violado ya algunos de los puntos que habían pactado. Precisó dos objetivos básicos que eran separar las funciones de presidente y director general de Repsol y modificar la política de dividendos para poderlos aumentar, ya que Sacyr los necesitaba con urgencia para refinanciar su deuda.

Para lograr esos objetivos Pemex tenía que alcanzar el 9.8 por ciento de acciones en un plazo no mayor a 30 días, el compromiso era votar juntos sólo en lo que estuvieran de acuerdo y también que no venderían sus acciones por separado. Pero estos compromisos no se lograron, Sacyr inició la negociación de las acciones que debía compartir con Pemex para refinanciar una deuda de 4 mil 908 millones de euros.
El consejero señaló que para ese 11 de octubre la situación de enfrentamiento entre los socios de Sacyr, era insostenible y la relación con Pemex violatoria del acuerdo y con Repsol de deterioro, por lo que urgió anular el acuerdo.

Y abundó en una serie de recomendaciones como “instruir a la dirección general de Pemex llevar a cabo lo conducente para cancelar el convenio en cuestión con Sacyr y cualquier otro que haya suscrito, y elaborar un boletín de prensa anunciando esta decisión del consejo de administración. El texto del convenio Sacyr-Pemex indica que éste puede ser cancelado mediante el acuerdo mutuo o cuando algunas de las partes viole alguna de las cláusulas. Ambas han sucedido: Sacyr está ofreciendo a los bancos las acciones que tiene de Repsol en garantía para su restructuración financiera lo que nulifica el convenio con Pemex de que ambos sólo pueden vender sus acciones conjuntamente”.

La advertencia de Gasca se basó no en información provista por Pemex sino por los propios medios de información que difundieron que los bancos estaban recomendando a Sacyr vender una parte de sus acciones en Repsol para generar el efectivo suficiente que le permitiera hacer frente a sus deudas.

La violación al acuerdo por parte de Pemex consistió en que no pudo hacerse del 9.8 por ciento de acciones de Repsol al 29 de septiembre como estaba convenido, lo que se complementaba, dijo Gasca, con la duda sobre la legalidad de la alianza con Sacyr.

Dos meses antes de que Sacyr anunciara el rompimiento con Pemex, lo cual ocurrió este 20 de diciembre, la dirección de la paraestatal mexicana fue advertida por Gasca Neri y conminada a informar si el acuerdo con Sacyr incluyó otros compromisos con esa empresa, con sus filiales o banco acreedores, en general cualquier acuerdo formal o informal, además de que una vez cancelado el convenio debía iniciar trabajos para modificar los lineamientos que establecen los casos y montos para la aprobación de contratos según lo establecido en la Ley de Petróleos, y modificar los criterios de proyectos de gran magnitud y alta prioridad.




Fuente: La Jornada