domingo, 20 de agosto de 2017

Al menos 700 muertos por inundaciones en el sur de Asia


Nueva Delhi.  El balance de muertos en la inundaciones provocadas por el monzón en el sur de Asia alcanzó este domingo a los 700, y más de un millón de personas tuvieron que abandonar sus hogares, informaron las autoridades. Al menos 100 muertos se registraron durante la última noche en India y Bangladés a raíz del último episodio de lluvias torrenciales desde el 10 de agosto.


Anirudh Kumar, alto responsable de protección civil en el estado de Bihar, en el este de India, afirmó que se recuperaron 53 cuerpos a medida que el nivel del agua empezó a bajar en algunas zonas.

"El balance total de muertos asciende a 205", dijo Kumar a la AFP.

Cerca de 400 mil personas permanecían en refugios habilitados por las autoridades en ese estado, tras un diluvio que dejó unos 10 millones de damnificados, el peor registrado desde 2008 cuando murieron cerca de 300 personas.

En el estado vecino de Uttar Pradesh se registraron 69 muertos y dos millones de afectados por las inundaciones. Estos dos estados indios son fronterizos con Nepal, que también se vio damnificado por inundaciones y deslizamientos de tierra que mataron a 135 personas. Otras 30 se consideran desaparecidas tras lo que Naciones Unidas calificó como las peores inundaciones en el país en 15 años.

El estado indio de Bengala Occidental, en el este del país, y el de Asam, en el norte, sumaron 122 muertos y casi tres millones de damnificados en una zona donde las violentas lluvias dañaron gravemente carreteras y vías férreas.

Por su parte, en Bangladés, al menos 115 personas murieron y unos 5,7 millones de habitantes se vieron afectados por las inundaciones, dijo a la AFP Shamim Naznin, responsable del Departamento de gestión de desastres.

Cada año, cientos de personas pierden la vida a causa de las inundaciones y los deslizamientos de tierra provocados por la temporada del monzón, que golpea el sur de India a principios de junio antes de propagarse hacia el sureste asiático durante cuatro meses.


Fuente: La Jornada