- No pudieron frenar su extradición ni lograr un acuerdo
La familia ordenó que los abogados mexicanos ya no dieran más declaraciones,
que cerráramos la boca, y así será, afirmó una fuente cercana al equipo que integró la defensa de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, que no pudo detener su extradición ni lograr un acuerdo con las autoridades estadunidenses, por lo que intentaron todo para que no fuera entregado a Estados Unidos.
La fuente consultada señaló que
el caso y todo ya se verá en Estados Unidos, el señor Guzmán no quería irse. Cuando se dijo que estaba buscando un acuerdo fue para llamar la atención y ver si se lograba algo.
En febrero de 2016 el abogado José Refugio Rodríguez declaró que Guzmán Loera, el líder del cártel de Sinaloa, estaba dispuesto a ser extraditado a Estados Unidos y
dispuesto a declararse culpable a cambio de recibir una pena relativamente razonable.
Además de ello, El Chapo Guzmán quería negociar que fuera enviado a una prisión de mediana seguridad.
El Chapo Guzmán llevaba entonces un mes de haber sido recapturado y se encontraba en una celda del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Altiplano, en el municipio de Almoloya de Juárez. Sus abogados denunciaron que era objeto de malos tratos y violaciones a sus derechos humanos, por pasar lista cada cuatro horas, que no le permitieran dormir por estar custodiado por un policía y un perro a la puerta de su celda, tampoco lo dejaban hablar con otros internos y solo tenía una hora de patio cada día.
Los abogados del líder del cártel de Sinaloa promovieron tres juicios de amparo tratando de evitar su extradición a Estados Unidos y para ello pretendían que se declarará ilegal la decisión de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que El Chapo Guzmán fuera enjuiciado en cortes de California y Texas por delitos de narcotráfico y homicidio.
El litigante señaló entonces que su cliente se declararía culpable
en cuanto a lo que hay en su contra y negociará una pena que no estuviera elevada, algo relativamente razonable y buscar un centro de detención, una prisión de mediana seguridad.
En septiembre de 2016 el mismo litigante dijo que la defensa de Guzmán Loera estaba lista para negociar con autoridades de Estados Unidos.
Sin embargo, en ese mes y ante las resoluciones de la cancillería, los defensores decidieron impulsar el caso ante la Suprema de Corte de Justicia de la Nación, la cual rechazó en días pasados la petición de que el máximo tribunal analizara el caso y estableciera si en el proceso de Guzmán Loera hubo violaciones a la Constitución.
Tras perder el caso en México, la familia de El Chapo Guzmán Loera ordenó a sus abogados que guarden silencio.
Fuente: Gustavo Castillo García, La Jornada.