El bisnieto del general Emiliano Zapata, Édgar Castro Zapata, y descendientes de otros revolucionarios se manifestaron ayer contra el gasolinazo en el zócalo de Cuernavaca, Morelos. Exigieron al presidente Enrique Peña Nieto respetar la Constitución federal, que el 5 de febrero cumplirá 100 años. Asimismo, hubo movilizaciones en Hidalgo y Guanajuato.
Los inconformes, reunidos en Cuernavaca, preguntaron al gobernador Graco Ramírez y a Peña Nieto qué buscan con el aumento a los combustibles:
¿Un levantamiento armado como el de 1910?Aseguraron que el gasolinazo
nos afecta en el bolsillo y nos duele el caso omiso de nuestras autoridades ante tanto rechazo a esto. Ellas no hacen nada.
Castro Zapata advirtió:
Tenemos la mejor arma, que son las leyes, y exigió a Peña Nieto respetar la Carta Magna,
que no cumple, pues cada vez menos familias pobres de México tienen acceso a comida, estudios, trabajo, vivienda y salud, entre otros derechos que estipula la Constitución.
En Hidalgo unos 300 afectados por las altas tarifas eléctricas y el incremento a la gasolina y el diésel tomaron de manera simultánea las oficinas de las subgerencias regionales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en los municipios de Tula de Allende, Tepeji del Río, Tlaxcoapan y Progreso de Obregón.
Los inconformes, afiliados a la Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica, previeron que por el aumento a los combustibles es inminente que las tarifas eléctricas se disparen, lo cual propiciará que cierren pequeñas empresas.
Mientras tanto, unos 200 campesinos del Congreso Agrario Permanente se movilizaron frente a la presidencia municipal de León, Guanajuato. Protestaron también en las
casas de gestiónde los diputados federales del Partido Acción Nacional, Miguel Ángel Salim Alle y Mayra Enríquez Vanderkam, al igual que ante la de la legisladora federal y ex presidenta municipal emanada del Revolucionario Institucional, Bárbara Botello Santibáñez.
Queremos recordar a la ciudadanía que nuestros representantes, los diputados y los senadores, no han escuchado nuestras peticiones, subrayaron los manifestantes.
En este contexto, la Unión Nacional de Molinos y Tortillerías presentó en el municipio de Nezahualcóyotl, estado de México, un programa para la regularización y estabilización del costo de producción de la masa y la tortilla, mediante el cual pretende evitar que el precio del producto se dispare a raíz del gasolinazo.
Lorenzo Mejía, presidente de dicha asociación, informó que como parte del proyecto para mantener el kilo de tortilla en 14 pesos, su gremio firmó un convenio con la empresa Dener, que suministrará la energía eléctrica a una tarifa inferior, hasta de 15 por ciento, a la que ofrece la CFE.
Indicó que dicha Unión Nacional estableció una alianza con la empresa Gas Exprés Nieto, que venderá el carburante 8 por ciento por debajo del precio oficial.
Fuente: Rubicela Morelos, Juan Ricardo Montoya, Carlos García y René Ramón, La Jornada