José Antonio González Anaya, director de Pemex. Foto: Germán Canseco
“Lamentamos decirle que se equivoca, que sí hay (esas descargas), y que las muestras de agua que tomamos de su tubo de descarga lo desmienten”, apuntó Greenpeace en un comunicado.
Añadió: “Pemex sí descarga en el Río Coatzacoalcos cotidianamente y/o producto de la explosión del complejo de Pajaritos sustancias altamente tóxicas y peligrosas como el EDC, del que encontramos altas concentraciones por encima incluso de los límites marcados por la legislación en Estados Unidos”.
“Nuestra evidencia científica es irrefutable”, subrayó la organización ambientalista.
Mientras González Anaya inauguraba otra planta contaminante en Veracruz, Greenpeace le reiteró al funcionario “la veracidad de nuestros análisis” como resultado de un muestreo realizado en la zona del Río Coatzacoalcos tras la explosión que se registró en la planta Clorados lll el pasado 20 de abril y que dejó 32 muertos y cientos de heridos.
“Sería bueno que el director de Pemex nos compartiera ese ‘informe’ de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para que lo pudiéramos revisar (si es que existe) y poder contrastarlo con el análisis que realizamos en nuestros laboratorios de investigación en la Universidad de Exeter, Inglaterra. Informe que, por cierto, reporta resultados similares a los que hicimos por primera vez hace 15 años y en los que también encontramos sustancias cancerígenas, lo que nos apunta a pensar que Pemex –y ahora también Mexichem– está descargando directamente al Río Coatzacoalcos químicos peligrosos”, insistió Greenpeace.
Y destacó que los datos obtenidos a través de métodos apegados al rigor científico son la evidencia que utiliza como organización para sustentar sus posturas y afirmaciones.
Por lo tanto, agregó, si existen estudios “que puedan refutar nuestras afirmaciones, estos deben aplicar el mismo principio de transparencia y disponibilidad de los nuestros aquí disponibles”.
Señaló, asimismo, que ha solicitado a Pemex información vía Infomex para preguntar si se tomaron muestras representativas de suelo, agua y aire en la zona del complejo petroquímico de Pajaritos para conocer la presencia o no de contaminantes y su concentración, y Pemex contestó que no existía información al respecto.
“Con la ayuda de todos y todas las que forman parte de este movimiento que es Greenpeace, seguiremos exigiendo a Pemex transparencia y que repare los daños que causó al ecosistema y a la comunidad”, remata el comunicado.
Fuente: Proceso| La Redacción