Los cuatro dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que están presos en el penal de alta seguridad de Hermosillo, Sonora deben ser liberados, ya que se trata de “presos políticos”, advirtió la senadora del PT, Layda Sansores, quien los visitó el pasado jueves.
La legisladora resaltó que se les mantiene prácticamente incomunicados, en ese que parece el viejo San Juan de Ulúa, donde el régimen recluía a los opositores y dirigentes sociales.
Sansores, quien logró visitar a los profesores Rubén Núñez, Francisco Villalobos, Aciel Sibaja y Heriberto Magariño, comentó que la entrevista se realizó con cada uno de ellos, toda vez que les impidieron estar juntos.
Precisó que acudió al centro federal de readaptación social número 11, junto con el también senador del PT, Héctor Menchaca, y debieron hacer trámites por hora y media antes de poder reunirse con los dirigentes de la CNTE.
Los pudimos ver solamente uno por uno, aunque se había hecho la solicitud de tener una reunión con los cuatro. Si nosotros tardamos hora y media en entrar, ya se podrán imaginar el viacrucis que puede ser para los familiares.
La legisladora resaltó que al profesor Núñez, dirigente de la sección 22 lo pudieron ver en la enfermería, donde se encontraba en revisión, ya que padece diabetes. Expuso también que el profesor Aciel Sibaja es el más lastimado, ya que les narró que fue detenido de una manera brutal, lo trataron de ahorcar y pensó incluso que era un secuestro. Cuando rendían declaración en Oaxaca, lo sacaron sin decirle a dónde y lo trasladaron a ese penal de Sonora, en el que lo tuvieron incomunicado.
Les narró, dijo, que en su celda sólo hay una luz, no habla con nadie y ni siquiera ver a los custodios, ya que el plato se lo pasan por debajo de la puerta.
Tanto el profesor Núñez como Villalobos, les comentaron que tienen un trato decoroso, pero lo que les pesa es la incomunicación, toda vez que sólo tienen una hora diaria para ver televisión y otra para salir al patio pero tampoco pueden hablar con nadie.
Aciel Sibaja y Heriberto Magariño, este último dirigente de la sección 22 en el Istmo, que es el que lleva más tiempo en ese penal, están en un mismo módulo pero tampoco pueden hablar excepto durante la hora que les permiten salir al patio.
Los profesores Núñez y Villalobos fueron ubicados en módulos distintos.
Sansores comentó que durante tres horas y media ella y el senador Menchaca pudieron hablar, por separad con los cuatro dirigentes, y todos coincidieron en que no han cometido ningún delito y que los apresaron por su movimiento en contra de la reforma educativa.
Villalobos, quien les dijo que su esposa no puede visitarlo porque le costaría por lo menos 10 mil pesos el traslado de Oaxaca a Sonora, señaló que dentro del penal tienen simpatizantes y que le emocionó que en una ocasión sus compañeros de módulo hayan gritado “¡Villalobos, libertad!”.
Agregó desde hace más de un año no perciben salario, aún cuando todavía no habían sido citados además de que se les cancelaron todas sus tarjetas de crédito.
La legisladora agregó que le impactó la fortaleza de los profesores, quienes no dejado que su ánimo decaiga pese a la reclusión. “Los cuatro se sienten fuertes, incluso el profesor Núñez me dijo: ‘este uniforme no me quita mi dignidad y vale la pena dar mi libertad por mi convicción’”.
Agregó que los legisladores del PT y Morena van insistir en la próxima sesión de la Comisión Permanente a fin de que se conceda realmente la libertad bajo fianza a los dirigentes para que puedan enfrentar su proceso en libertad. También insistirán en la petición a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que se mantenga cerca y vigile las condiciones en que se encuentran, y valore que en la miscelánea penal recién aprobada se establece que se debe ubicar a los procesados o reclusos en penales cercanos a su domicilio o lugares de origen, para que sus familias puedan visitarlos.
Fuente: La Jornada| Por Andrea Becerril