Jesús fue detenido por conducir en estado de ebriedad. Cuando los elementos lo subían a la patrulla se tiró al suelo. Dijo estar enfermo del corazón y 'agarró' a besos a los paramédicos.
Jesús Tomás Ortiz circulaba por el Eje 5 Sur, de la colonia tercera sección en Iztapalapa. Eran las 3:40 de la madrugada. No había pasado mucho tiempo desde que terminó la Noche Buena y comenzó el festejo por la Navidad.
Sobre esa vialidad, policías capitalinos instalaron el punto 12 del Programa "Conduce sin Alcohol". Jesús pasó por el reten. Fue entrevistado por los elementos de seguridad.
El hombre de 42 años tuvo que salir de su vehículo para que le realizaran la prueba del "Alcoholímetro"; el índice de alcohol en su sangre era elevado, por lo que los policías lo detuvieron.
Cuando lo iban a subir a la patrulla para trasladarlo al Centro de Sanciones Administrativas, Jesús se dejó caer al suelo. Se llevó la palma de una mano al corazón. Dijo estar enfermo y que en ese momento tenía un infarto.
Los paramédicos que se encontraban en el retén se acercaron al hombre para auxiliarlo. Jesús tomó a uno de ellos y lo besó. Agarró a otro y también le plantó un beso para despedirse de este mundo. "Me voy a morir", aseguró Jesús.
El supuesto hombre enfermo les dijo a los policías que quería "morir en paz en casa", que lo dejaran ir; los paramédicos se movilizaron e hicieron pruebas para atender el infarto. Detectaron que el sujeto mintió.
Jesús fue llevado a "El Torito" entre la Noche Buena e inicio de la Navidad, al igual que otros 42 hombres por conducir en estado de ebriedad, informó la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal en su reporte del Programa "Conduce sin Alcohol".
Fuente: Milenio| JESÚS BADILLO