En 96 años de vida de nuestra Constitución Política, el Estado ha propiciado reformas que violan algunos de sus preceptos más importantes. Tal es el caso de la reforma laboral que atenta directamente contra el derecho constitucional al trabajo, establecido en su artículo 123. También, indirectamente, al reformar leyes secundarias, como la del Servicio Público de Energía Eléctrica, que permite la participación de particulares en la prestación de ese servicio (hoy más de 50 por ciento de la generación de energía eléctrica está en poder de empresas particulares nacionales y extranjeras), violando flagrantemente el párrafo sexto del artículo 27, que lo prohíbe tajantemente.
La negación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que CFE sea patrón sustituto del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), a pesar de que subsiste la materia de trabajo, es una lamentable muestra de que predominan los intereses de particulares por encima de los de la ley y la nación. Es preocupante que quienes debieran hacer respetar la Constitución sean los que la violan.
Ex dirigentes del SME: Manuel Fernández Flores, Mario Torres Aguilar, Julio Pineda Hurtado, Francisco Javier Carrillo Soberón, Miguel Soto, Jorge Herrera Ireta, César Torroella Labrada, Antonio Guadarrama Saucedo, Miguel Ángel Guzmán Melgarejo, Miguel Ángel Kaisser Espinoza, Pedro Beltrán Mejía, Gustavo Alcántara Cárdenas, Cosme Hernández Jardines, Nahúm E. Velázquez Urbina, Raúl Islas Medrano, Javier Alcalá Aguilar y Roberto Márquez Chávez.
Fuente: La Jornada