Después del extraordinario análisis y conclusiones, de las infames decisiones perpetradas en contra del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) por la mafia del poder, que reseñó José Antonio Almazán el pasado 8 de febrero, nos queda claro que no permitirán se apliquen el derecho y la justicia al sindicato más revolucionario y democrático del país, que nació en 1914 y –pésele a quien le pese– cumplirá 100 años de vida el próximo, lapso en el que ha sido protagonista de hechos históricos como la Expropiación Petrolera y la nacionalización de la industria eléctrica, pugnar por la soberanía contra privatizaciones y movilizaciones en defensa de los trabajadores y los mexicanos más vulnerables.
Por lo mismo el SME es reconocido a escala mundial por su combatividad y solidaridad fraternal hacia las mejores causas. Por lo mismo, y aun cuando la Suprema Corte, que favorece a una secuestradora y decide arruinar la vida de 44 mil trabajadores altamente calificados, y cuando jueces venales intenten descalificarnos, ¡no claudicaremos! y tarde o temprano aflorarán la verdad y la justicia.
Si tampoco hay voluntad política para restablecer el estado de derecho genuino, como asegura el articulista, ¡no nos vamos a rendir! ¡La lucha seguirá!
Ángel Luis Novoa Jiménez, jubilado miembro del SME