El atropello cometido por Felipe Calderón en contra de los trabajadores electricistas, producto de un vulgar ajuste de cuentas ideológico y político a un sindicato no controlado por el poder e históricamente comprometido con las luchas nacionalistas y populares, encuentra ahora su prolongación en la máxima autoridad judicial del país, la cual subordinó la impartición de justicia a criterios legaloides, evidenciando la parcialidad propia de instituciones al servicio del régimen de corrupción y privilegios que padecemos.
Nos solidarizamos con los trabajadores del SME y sus familias, y reconocemos en su lucha de tres años un ejemplo histórico de combatividad y dignidad, esperando que alcancen la mejor solución posible en las actuales circunstancias.
Eduardo Cervantes Díaz Lombardo, presidente del Comité Ejecutivo Estatal Morena DF
Fuente: La Jornada